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Quién es Mariona Caldentey, la 'salvadora' del Barça que creció en la calle
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"A los culés les cuesta movilizarse", asegura

Quién es Mariona Caldentey, la 'salvadora' del Barça que creció en la calle

La delantera del equipo azulgrana está en un gran momento de forma y ya prepara el Mundial de Francia con la Selección española de Vilda. Quiere participar en Tokio 2020

Foto: Mariona Caldentey, en las instalaciones del Barça. (EFE)
Mariona Caldentey, en las instalaciones del Barça. (EFE)

Mariona Caldentey es sinónimo de gol. Para la polivalente delantera del Barça y de la Selección española las áreas contrarias son tierra fértil. Tímida de primeras, letal en cuanto coge confianza. El año pasado se convirtió en la salvadora cuando un gol suyo en la prórroga le dio la Copa de la Reina a las azulgranas y este curso, ahuyentados los fantasmas de su lesión en el muslo izquierdo que le postró en la enfermería durante los primeros compases de la temporada, la sonrisa de la mallorquina ha vuelto a brotar para alegría de su equipo, que desde su vuelta avanza disparado en liga y también en Europa. De hecho, en la ida de los cuartos de Champions contra el LSK noruego dejó prácticamente cerrada la eliminatoria al subir el 3-0 al marcador.

Mariona está enchufada y, como premio, ha vuelto a recibir la llamada del seleccionador, Jorge Vilda, para los amistosos contra Brasil e Inglaterra, auténticas pruebas de fuego antes del Mundial de Francia que se disputará este verano. El viernes no marcó en Don Benito, pero partió como titular en la histórica victoria del combinado nacional ante ‘La Canarinha’ (2-1). “No hay que volverse locos porque no dejan de ser encuentros de preparación. Hay que ir trabajando cosas y puliendo otras. Nuestra idea es imponer nuestro juego, tener el balón y hacernos fuertes desde la posesión. Ganar el mundial es un reto bonito y estamos capacitadas”, explica a El Confidencial.

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Los problemas físicos le han jugado una mala pasada este curso, pero no han sido el único contratiempo al que se ha tenido que enfrentar. Mariona perdió a su padre, Miguel Ángel Caldentey, el pasado mes de noviembre. 'Morete', como le conocían sus amigos, falleció de forma repentina a los 55 años, mientras se encontraba de vacaciones con su mujer. La noticia supuso un duro golpe para todo el fútbol balear, pues fue entrenador de numerosos equipos y presidente del CE Felanitx, y también para la familia, muy unida. Además, Miguel Ángel fue impulsor de la peña barcelonista más numerosa del mundo, la de Els Tamarells, por eso se congratulaba de que su hija jugara en el club de su vida. “En casa siempre hemos sido muy culés. Teníamos mil camisetas del Barça, banderas...de todo. De pequeña iba al Camp Nou y flipaba en colores y ahora lo tengo al lado, es algo increíble. Nunca hemos sentido especial afecto por ninguna otra entidad. Mi padre nos hizo seguidores a todos. Guardo muy buenos recuerdos de mi infancia”, ilustra Mariona. “Es triste cuando una persona se va y no dice adiós. Por suerte tengo unas compañeras fantásticas. Estoy muy agradecida a la gente que se preocupó, me llamó y me dio un abrazo. No pude estar mejor acompañada”, cuenta.

placeholder Mariona Caldentey remata a puerta durante un partido entre España y Estados Unidos. (EFE)
Mariona Caldentey remata a puerta durante un partido entre España y Estados Unidos. (EFE)

Mariona forma parte de una camada extraordinaria de deportistas que han surgido de Baleares en los últimos años: Rafa Nadal, Mario Mola, Jorge Lorenzo, Enric Mas...la lista es infinita. En lo que respecta al deporte rey, Caldentey tiene claro el secreto: “Con España jugamos también Virginia Torrecilla y Patricia Guijarro. Nosotras salimos de las inferiores de la Unión Deportiva Collerense, que hasta hace poco tenía equipo en Liga Iberdrola y apostaba mucho por las jóvenes, por lo que jugar en un club de la élite del fútbol femenino nos dio un bagaje y una experiencia brutal. Luego, puede que ese espíritu de vecindad que dicen que existe en Mallorca, donde todo el mundo prácticamente se conoce y hay un ambiente sano, haga su función. Igual que el clima”, asegura. El Collerense, ahora en Segunda División, es una de las entidades con mayor número de licencias federativas femeninas de España (alrededor de 100) y dispone de equipos en todos los tramos de edad. Cantera para chicas desde abajo a pesar de los escasos recursos económicos con los que cuenta.

Sin embargo, Mariona no empezó jugando aquí, sino en su Felanitx natal, bajo la atenta mirada de su padre. “Me recuerdo siempre con un balón en los pies. Con cuatro o cinco años ya estaba en el equipo de mi pueblo. Salía del colegio y con mi hermano y mis primos cogíamos un balón y jugábamos en medio de la calle. Así crecí. Nunca pensé en si podía llegar o no, lo hacía porque me encantaba. Empecé en el fútbol sala y en los primeros equipos que estuve fue todo con chavales. Les estoy muy agradecida porque nunca me dijeron una mala palabra, me trataron con mucho respeto y eso también marca un poco el que no te entren dudas”, dice. Y es que la delantera nunca se creyó que el fútbol fuera terreno vetado exclusivamente para ellos: “He tenido mucha suerte tanto en el ámbito familiar como con mi grupo de amigos. He mamado un ambiente de igualdad e integridad, pero por desgracia sé que no es lo habitual. Yo he tenido un camino fácil porque desde el primer momento que dije que quería dedicarme a esto nadie puso el grito en el cielo”.

Tras quemar etapas a gran velocidad y debutar en Primera con el Collerense, el Barça tocó a su puerta con 18 años, tras ser subcampeona de Europa sub-19. Xavi Llorens, el entrenador del primer equipo por aquel entonces, ya llevaba tiempo siguiéndola. “Insistieron mucho, pero yo era muy joven y necesitaba foguearme primero. Quedarme en casa era lo mejor, pero cuando acabé bachillerato tenía muy claro que quería estudiar INEF y en Mallorca no existía esa posibilidad. En Barcelona sí, por lo que aproveché para fichar. Irme de casa no fue fácil y, no te voy a engañar, este club impone mucho”, afirma. A pesar del pánico inicial, no le costó adaptarse: “Tenía compañeras con las que ya había coincidido en las categorías inferiores de la Selección y me hicieron la vida muy fácil, si no hubiera sido por ellas... ¡solo tenía 18 años!”.

"Solo van a ver a Messi"

Al principio no dispuso de muchos minutos, pero poco a poco fue ganándose la confianza del míster. Ahora, con 23 años, madura y con un cuerpo mucho más trabajado; ya es pieza básica. “Estoy contentísima. Me siento importante y meto goles. Me ha costado, he tenido que trabajar mucho. Ahora solo espero que las lesiones me respeten para poder seguir ganando títulos”, expresa repleta de confianza. De momento, una Liga Iberdrola y dos Copas de la Reina adornan su palmarés. La Champions, donde espera el Bayern de Múnich en semifinales, es el gran sueño, aunque la joven prefiere no fantasear demasiado. Considera que el objetivo es todavía “demasiado ambicioso”. El equipo alemán maneja un presupuesto cercano a los ocho millones y el Barça, tres y medio. Lo que en fútbol masculino pudiera ser una diferencia ínfima, en fútbol femenino son galaxias opuestas. De lo que no duda lo más mínimo es de la posibilidad de levantar una nueva liga, pues aún la ve factible a pesar de que el Atlético de Madrid les aventaje en tres puntos a solo cuatro jornadas para la conclusión. “A mí me gusta la Liga Iberdrola tal y como está. Cada vez hay más competitividad y los clubes al final apuestan más. En el Barça son pioneros en hacernos profesionales a todos los niveles. No sé muy bien cómo está el tema con la Superliga porque a nosotras nos han contado poco. La Federación quiere ayudar para mejorar esto. Nosotras en eso, encantadas. Si han de hacerse cambios para acercarnos más a las grandes potencias europeas, que se hagan. No soy yo quien tiene que decirlo”, sentencia Caldentey.

Con sus compañeras colchoneras vivió un momento mágico el pasado mes de marzo, cuando 60.739 personas se dieron cita en el Wanda Metropolitano para disfrutar del 'clásico' del fútbol femenino español. “Desde que llegamos con el bus, dos horas antes, ya se veía todo el ambiente de fiesta. Es una experiencia que no vamos a olvidar porque, además, también les ganamos. Me hubiese gustado que mi familia hubiese estado ahí porque es un campo espectacular”, manifiesta, y cuestionada sobre si le corresponde a Barcelona establecer el siguiente récord mundial añade: “Ojalá. Nos encantaría jugar en el Camp Nou, pero hay una frase que nos llega siempre desde arriba y tienen razón: el primer objetivo es llenar el Mini, que nos está costando. A ver si contra el Bayern podemos porque la publicidad no puede ser mejor. Es un equipazo”.

Apenas 5.500 espectadores se citaron en el Mini para presenciar el encuentro de cuartos contra el LSK, la mejor entrada de la temporada para un recinto construido para 15.000 personas. La hora a la que se disputó el partido, las 19:00 de un miércoles, no ayudó a pesar de que las entradas eran gratuitas, pero la jugadora no escatima otras razones: “Al aficionado culé le cuesta movilizarse, es un punto débil que hay en el club. Quitas al fútbol masculino y la asistencia a las otras secciones que tenemos deja que desear. El básquet, el fútbol sala, nosotras…La afición solo va a ver a Messi y compañía. Es un error. Lo que hay que hacer es un llamamiento a esta gente que es tan del Barça para que se pase a ver el resto de cosas. Luego ya que decidan si les gusta o no, pero que al menos se pasen porque les necesitamos”.

placeholder Mariona, con la afición del Barça tras un partido. (FCB)
Mariona, con la afición del Barça tras un partido. (FCB)

En cuanto termine la temporada con los clubes, Mariona se centrará ya en el mundial. Será su primera participación en categoría absoluta. No estuvo en Canadá 2015, donde la Selección cayó a las primeras de cambio y las jugadoras denunciaron el trato vejatorio recibido por el técnico Ignacio Quereda, que ya es pasado. Con Jorge Vilda impera la paz y se espera competir en mejores condiciones. España ha quedado encuadrada en un grupo difícil, con China y, sobre todo, Alemania. “Estamos haciendo las cosas bien, pero esas grandes potencias aún están un poco lejos. En las grandes citas puede haber sorpresas, es lo bonito del fútbol. Hemos hecho partidos amistosos contra equipos importantes y hemos logrado resultados, ¿por qué no podemos llevarlos a la práctica en una cita oficial?”, se pregunta la mallorquina. “El mundial pasa muy rápido, pero somos una piña muy consolidada. Hay errores que no vamos a volver a repetir. Creemos que podemos pasar de grupo y a partir de ahí ya veremos hasta dónde somos capaces de llegar”, añade.

El sueño olímpico

Las nuevas generaciones aprietan fuerte. España ya es campeona de Europa en sub-17 y sub-19 y también del mundo en sub-17. “Yo me siento del grupo joven, de las que venimos apretando. Evidentemente eso es bueno. Cada vez la gente llega más preparada, los recursos son más grandes y el nivel de competición también ha subido. Que pasen estas cosas es genial y es un toque de atención para todas. En el momento que te relajas, te comen porque hay futbolistas que vienen muy enchufadas”, indica. El mundial, que se disputará en césped natural y no en artificial como el anterior, tendrá por tercera vez su propio álbum de cromos. Los aficionados más pequeños podrán completar la colección de Panini, tal y como sucede con los hombres. La Liga Iberdrola, en cambio, aún no dispone de esta peculiaridad pese a las demandas de algunas niñas como Nuria Cebrián que, ayudada por sus padres, le envió una carta manuscrita a la editorial la semana pasada para que pusiera en marcha esta iniciativa. “He pensado que si os animáis más niñas como yo podrán coleccionar los cromos y así las chicas se harán tan famosas como los chicos”, argumentó la pequeña. “Que una niña de ocho años tenga esas ideas significa que algo está cambiando. La gente ya tiene otra mentalidad y le gustaría tener más recursos para fijarse en nosotras. Ojalá y una idea así no naciese de una niña pequeña, sino de gente con responsabilidad en esto”, denuncia Caldentey con una sonrisa de complicidad.

Tokio 2020 ya asoma. Una buena participación en el mundial pondría las cosas de cara para estar en la cita olímpica. Sería la primera vez para el fútbol femenino español y Mariona no quiere perdérselo: “Poder decir que eres un deportista olímpico debe ser…no hay nada más grande que eso. Pero antes de estar ahí hay que hacer un buen papel en el mundial. Solo hay tres pases europeos”. A Japón espera poder viajar con su convenio colectivo ya aprobado, una prioridad. “Queremos tener una vida tranquila y trabajar a gusto. Cuando antes acaben todos los frentes que hay abiertos, mejor. Vamos a seguir trabajando para hacer cosas importantes y que se siga hablando de nosotras. No queremos que el ritmo pare”, advierte. Durante toda la entrevista se nota el brillo de la ilusión en sus ojos. Estas vacaciones estivales prometen engancharnos. Igual durante un mes no disfrutamos tanto de la playa, pero sí del buen fútbol.

Mariona Caldentey es sinónimo de gol. Para la polivalente delantera del Barça y de la Selección española las áreas contrarias son tierra fértil. Tímida de primeras, letal en cuanto coge confianza. El año pasado se convirtió en la salvadora cuando un gol suyo en la prórroga le dio la Copa de la Reina a las azulgranas y este curso, ahuyentados los fantasmas de su lesión en el muslo izquierdo que le postró en la enfermería durante los primeros compases de la temporada, la sonrisa de la mallorquina ha vuelto a brotar para alegría de su equipo, que desde su vuelta avanza disparado en liga y también en Europa. De hecho, en la ida de los cuartos de Champions contra el LSK noruego dejó prácticamente cerrada la eliminatoria al subir el 3-0 al marcador.

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