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Por qué Zidane no puede meter la mano en la caja de Florentino para hacer fichajes
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Por qué Zidane no puede meter la mano en la caja de Florentino para hacer fichajes

Zidane tendrá una caja para manejar el gasto en los fichajes y ese dinero saldrá, en gran parte, de la venta de jugadores. La caja de Florentino para la obra del Bernabéu está aparte

Foto: Zinédine Zidane sonríe durante su intervención en la presentación en el Bernabéu. (EFE)
Zinédine Zidane sonríe durante su intervención en la presentación en el Bernabéu. (EFE)

Ha empezado la reconstrucción en el Real Madrid con la precipitada e ilusionante llegada de Zidane al banquillo. El entrenador trabaja en dos direcciones: tiene 11 partidos por delante en la Liga y una hoja en blanco para concretar las altas y las bajas. El francés llega con más poder de decisión que en la primera etapa, porque para eso le ha hecho un favor impagable al presidente de coger con inmediatez el equipo y calmar la crisis, pero a Zidane no se le escapa —y la conoce— cuál es la ecuación de Florentino Pérez. Tiene que ser sensible y respetar el gasto que se va a comer la reforma del estadio. Hay que marcar un presupuesto para los fichajes y mucho —por no decir todo— de ese dinero que se va a gastar tiene que salir de la caja de las ventas de otros jugadores.

La política de Florentino Pérez no contempla despilfarrar dinero en un mercado que sigue calificando de inflado por el ‘doping financiero’ de clubes que tienen Estados detrás de sus finanzas. El dinero de los fichajes tiene que salir de la limpia consensuada y con una estrategia siempre favorable en una situación de crisis que perjudica los intereses del Madrid. Cualquier club con el que negocien pedirá un dineral, porque saben que en Concha Espina hay necesidades y mucha 'pasta': poco se ha gastado en los últimos cinco años en grandes fichajes, y se ha recaudado por la venta de Cristiano Ronaldo. La estrategia tiene que ser más inteligente y embaucadora, porque en estos 11 partidos, Zidane no prescindirá de aquellos jugadores a los que el club les va a abrir la puerta en el mes de junio para no devaluar activos (como Bale, Isco o Ceballos). Un objetivo es vender caro —el ejemplo es Morata al Chelsea— para crear una caja.

Foto: Ilustración: Raúl Arias. Opinión
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Se hará una limpia, pero “no una revolución”, como ya ha confirmado Florentino Pérez. Se reforzará el equipo en todas las líneas aplicando una regla: antes de entrar, hay que dejar salir. Dentro del club estiman que el Real Madrid tendrá que gastarse un mínimo de 200 millones de euros para la reforma de la plantilla y sin tocar el crédito destinado a pagar la obra de 575 millones que al club le ha costado muchos pleitos y concursos con arquitectos hasta llegar a aprobar en la asamblea de socios el que califica como "un estadio vanguardista”.

Solo una locura: Mbappé

A Zidane le toca ir tachando quién quiere y no quiere a partir de junio, y a José Ángel Sánchez —director general ejecutivo—, negociar y colocar al mejor precio a los Bale, Isco, Ceballos, James y Kovacic. Si salen todos, se pueden ingresar más de los mencionados 200 millones de euros que hacen falta para esos fichajes que gustan a Zidane y alguno que ya tiene avanzado el club —el defensa del Oporto, Militao—. Esas caras nuevas que ilusionan, pero no no son nada sencillas. Eden Hazard y Paul Pogba son dos nombres que están sobre la mesa.

Florentino solo metería la mano en la caja reservada para la reforma del estadio si le ponen precio por Mbappé y Neymar. Solo uno de ellos se come el gasto de los 200 millones de euros, pero tienen mejor retorno económico. El presidente, después de presentar a Zidane en el Bernabéu, se vino arriba con unas declaraciones —en una cena benéfica del jugador de la Real Sociedad Esteban Granero— reconociendo que si pudiera, fichaba a los dos. Sabe que es casi imposible, pero entre la euforia del regreso de Zidane y un nuevo fracaso del Paris Saint-Germain en la Champions le salió de dentro un hilo de esperanza.

Acabar la temporada con dignidad sería alcanzar el segundo puesto, y eso está en la hoja de ruta de Florentino y Zidane. Ya solo con eso se podría decir que el cambio por Solari ha sido un éxito en lo deportivo, porque era difícil imaginar que al argentino se le hubiera escapado un puesto de Champions. Empezar a decidir qué jugadores poner en venta y qué ofrece el mercado y a qué precio es el sudoku que tiene que resolver Zidane. Hoy con más poder que ayer, pero veremos si menos que mañana.

Ha empezado la reconstrucción en el Real Madrid con la precipitada e ilusionante llegada de Zidane al banquillo. El entrenador trabaja en dos direcciones: tiene 11 partidos por delante en la Liga y una hoja en blanco para concretar las altas y las bajas. El francés llega con más poder de decisión que en la primera etapa, porque para eso le ha hecho un favor impagable al presidente de coger con inmediatez el equipo y calmar la crisis, pero a Zidane no se le escapa —y la conoce— cuál es la ecuación de Florentino Pérez. Tiene que ser sensible y respetar el gasto que se va a comer la reforma del estadio. Hay que marcar un presupuesto para los fichajes y mucho —por no decir todo— de ese dinero que se va a gastar tiene que salir de la caja de las ventas de otros jugadores.

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