El dolor en el Real Madrid por la 'extraña' baja de Isco

Todo lo que sucede alrededor de Isco empieza a ser un dolor en el Real Madrid. Provoca extrañeza dentro del club por el daño que se está haciendo a sí mismo. También afecta al club. El malagueño está tirando a la basura una temporada en la que debería confirmarse como uno de los motores del equipo para competir por los títulos. Isco ni está ni se le espera. Con Solari va de mal en peor y la preocupación crece con un futbolista al que se considera uno de los activos más importantes. Protagonista en los éxitos del Madrid de Zidane e internacional, es para no salir del asombro el giro adverso que toma su caso. El último episodio es una (poco habitual) baja por unos dolores en las cervicales que le imposibilitaron estar en la convocatoria para el derbi en el Wanda Metropolitano.

No jugó el Clásico y se perdió el derbi. El Real Madrid informa que sufre una "dorsalgia-cervicalgia aguda". Unas molestias, según comunica el futbolista, que llegan en un momento inoportuno. Aunque no esté entre los titulares de Solari, no deja de ser llamativo todo lo que le ha sucedido en la última semana. Desde que las cámaras de televisión le pillaran haciendo un desplante a Chendo —delegado del equipo— cuando se retiraba del césped del Bernabéu, en el partido contra el Alavés, hasta no jugar ni un solo minuto en el Clásico de Copa en el Camp Nou pasando por responder a un exjugador de la casa, Rubén de la Red, para dejar claro que no goza de oportunidades.

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Lo que rodea a Isco son noticias negativas. No están claros los motivos por los que tiene ese dolor en el cuello y las cervicales. En el club, barajan que pueda ser un movimiento brusco, una contractura producida por malos gestos e, incluso, la ansiedad y el estrés que estén apareciendo. La tensión también influye en este tipo de molestias. La realidad es que Isco ha dicho que no puede más y dejó de estar disponible para el derbi. No debe ser una lesión que se alargue en el tiempo. No se entiende que sea un contratiempo mayor. Pero tratándose de Isco y sus peculiaridades, no se asegura nada.

Bajo de ánimo

Es un nuevo revés para un futbolista que intenta dar un giro a una mala situación, pero que no encuentra una buena salida. Contrasta esta baja con el ánimo y las ganas que tuvo para forzar su reaparición cuando fue operado de apendicitis aguda y se puso a disposición de Lopetegui. Adelantó los plazos de recuperación en más de una semana. Era duda para jugar en el Clásico de Liga —28 de octubre— en el Camp Nou y entró en el equipo el 20 de octubre. Jugó en la derrota contra el Levante en el Bernabéu, la victoria frente al Viktoria Plzen y la goleada contra el Barcelona. Desde este último partido, todo ha ido mal.

Aparece otro percance en un momento en el que es muy difícil entrar en el equipo de Solari. En el que juegan los que tienen una altísima respuesta física y demuestran compromiso. El problema que empieza a tener Isco —y es serio— es demostrar que pone de su parte. Que tiene actitud para dejar de mostrarse como una víctima. No se quiere hablar de caso perdido en el club. Pero la realidad de los hechos dice que tiene cada vez más complicado jugar en el equipo, y esto también le puede estar derrotando mentalmente. La competencia ha subido en la plantilla y no solo afecta al malagueño. Otros 'pesos pesados' están también en un segundo plano. Lo tienen difícil para entrar en el once jugadores como Marcelo, Bale y Marco Asensio. En el caso de Isco, se agrava por unos inoportunos dolores en las cervicales.