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Las claves del nuevo Real Madrid ardiente: por qué se resiste a tirar la Liga
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contundente victoria contra el espanyol 2-4

Las claves del nuevo Real Madrid ardiente: por qué se resiste a tirar la Liga

El resultado del Real Madrid confirma una victoria solvente contra el Espanyol y que tiene una propuesta de juego más fiable. Es un equipo agresivo, compacto y contundente

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Este 'nuevo' Real Madrid juega con rabia. Es un equipo fogoso y ardiente. Como si estuviera pasando factura a los que han dudado y castigando a los que lo han criticado. Tienen ánimo de revancha. El Madrid juega con mala leche. Como si estuviera desafiando a los que lo han dado por muerto. El equipo de Solari ha recuperado la furia y el carácter. Tiene alma y sangre. La victoria contra el Espanyol (2-4) nos devuelve la mejor versión de lo que tiene que ser un Real Madrid competitivo. El entrenador y los jugadores han decidido que no quieren tirar la Liga en el mes de enero y han recuperado ese espíritu insaciable del que se contagian los unos y los otros. Porque en este nuevo Real Madrid corren y se sacrifican todos.

Se confirma que hay un estilo idóneo, que le puede servir, a un equipo que buscaba cómo paliar la falta de gol. A la verticalidad había que agregarle rabia. El Madrid cimentó el triunfo ante el Espanyol con un inicio arrollador. Se llevó por delante al rival con una fortísima presión en campo contrario para provocar el error y golpear. Benzema, uno de los renovados desde la llegada de Solari, envió a la lona al Espanyol con un gol de ‘9’. Sí, en efecto. Benzema está haciendo goles de rematador. De esos en los que hay que estar en la boca de gol y empujarlos. Contra el Girona en Copa, finalizó un pase de Vinícius. Al Espanyol, más de lo mismo. En el primero, aprovechó un rechace de Diego López a un potente disparo de Modric. Y en el segundo —el tercero del equipo—, ajustó a la esquina de la portería la pelota. Cerró el partido en el descanso.

Foto: Así se verá el Santiago Bernabéu desde la Castellana tras su remodelación. (EFE)


El Madrid ya no busca hacer poesía con la pelota. Hay un cambio radical en el concepto que lo hace más batallador. La mejoría se explica desde una mejor condición física y la actitud. Los jugadores han entendido que, si superan la intensidad del rival, tienen armas para desequilibrar la contienda. Es un equipo más compacto, que ha subido la concentración y reduce los despistes. Sufrió uno en el gol de Baptistao, que metió al Espanyol en el partido. Pero hubo reacción porque hay rabia en el juego. El Madrid volvió a activarse y enchufarse para ser agresivo en la presión, en la disputa por los balones divididos y esa velocidad que ponen por las bandas Vinícius y Lucas Vázquez. Por dentro, hay una manifiesta mejoría. Modric y Casemiro han despertado en fluidez y contundencia. A ellos se unió Kroos después de una larga lesión.

placeholder Bale celebra un gol en Cornellà-El Prat. (EFE)
Bale celebra un gol en Cornellà-El Prat. (EFE)

El olfafo de Benzema

Este Madrid más afilado y punzante, con el trazo de un pura sangre, es divertido. No especula. Hay un propósito de ser más prácticos, de que el gol puede llegar si se da profundidad al juego. El primero que se lo ha creído es Benzema. Suma ya 15 goles en la temporada. Convence más este ‘9’ que el Benzema que se aleja del área para enganchar con los centrocampistas. Solari ha espoleado a un futbolista que tiene fama de apático e irregular. Tiene olfato. Si el galo encuentra una racha goleadora, estamos ante un Madrid más poderoso y fiable.

La identidad tiene que ver mucho con la continuidad que tiene el juego. Han desaparecido los altibajos. Es un equipo con jugadores fogosos. Si en la crisis con Lopetegui y algunos días malos con Solari el equipo pecó de abandonarse en el esfuerzo y convertirse en frágil, ahora pretende ser un bloque intimidatorio e incómodo. Si al brío y la vivacidad les sumas la calidad individual y el talento, tienes buenos resultados. Esta es la mejoría de un Madrid que ha vuelto y que parece una locura pensar que peleará por el título de Liga. Si no lo consigue porque ha llegado tarde, pero mantiene esta línea ascendente, sí que se puede empezar a confiar en que tiene potencial para la Champions y la Copa del Rey.

Foto: Flores en el partido del Cardiff por Emiliano Sala. (Reuters)

Mientras se sigue cocinando un mejor Real Madrid, la autoridad de Solari continúa reforzada con decisiones como volver a dejar a Marcelo en el banquillo y seguir con Reguilón en el lateral izquierdo. Vinícius, que lleva siete partidos seguidos, ha sido uno de los motores en este cambio. El Madrid ya recupera a Bale —fue el segundo cambio y salió por el brasileño—, y el galés tiene que empezar a entender que sí hay competencia pese a que se marchara Cristiano Ronaldo. Le dio tiempo a marcar el cuarto. La gran diferencia entre Bale y Vinícius es que el galés tiene mucho más gol que el brasileño. La salud es otra cosa. Otra goleada para un buen Madrid que deja una mala noticia. La lesión de Sergio Ramos en la rodilla que le obligó a quedarse en el vestuario en el descanso. Se notó mucho su baja en la segunda parte que, unida a la expulsión de Varane y la comodidad del resultado, provocó que Courtois acabara el partido con dos encajados. El Real Madrid se resiste a tirar la Liga.

Este 'nuevo' Real Madrid juega con rabia. Es un equipo fogoso y ardiente. Como si estuviera pasando factura a los que han dudado y castigando a los que lo han criticado. Tienen ánimo de revancha. El Madrid juega con mala leche. Como si estuviera desafiando a los que lo han dado por muerto. El equipo de Solari ha recuperado la furia y el carácter. Tiene alma y sangre. La victoria contra el Espanyol (2-4) nos devuelve la mejor versión de lo que tiene que ser un Real Madrid competitivo. El entrenador y los jugadores han decidido que no quieren tirar la Liga en el mes de enero y han recuperado ese espíritu insaciable del que se contagian los unos y los otros. Porque en este nuevo Real Madrid corren y se sacrifican todos.

Karim Benzema Sergio Ramos
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