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El negocio por Borja Iglesias o por qué el Valencia (entre otros) se tira de los pelos
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DELANTERO DE MODA EN ESPAÑA

El negocio por Borja Iglesias o por qué el Valencia (entre otros) se tira de los pelos

Borja Iglesias será, si todo sigue igual, uno de los puntos calientes del mercado de verano por el ritmo goleador que ha cogido en el Espanyol. El singular delantero está de moda

Foto: Borja Iglesias celebrando un tanto frente al Leganés. (EFE)
Borja Iglesias celebrando un tanto frente al Leganés. (EFE)

Borja Iglesias (25 años) es el ídolo máximo de la hinchada del Espanyol. Sus goles (9) frenaron a su equipo que, antes de la victoria ante el Leganés, iba en caída libre. El gallego es un tipo curtido en campos muy lejos del glamour de la división de los grandes; Panda (un apodo que asume gustoso) barbudo y rozando el 1.90, con muchos tiros dados, que tiene entre ceja y ceja los tres palos de una portería y va a la pelea con los ojos abiertos. Borja, el Panda de pierna caliente y gatillo fácil, triunfa de blanquiazul, mientras Valencia y Villarreal, equipos por los que pasó y le ignoraron, se tiran de los pelos.

El fútbol pega guiños cargados de ironía y propina cortes de mangas por doquier; o eso debe pensar, si es que lo piensa, Borja Iglesias mientras engulle una ensalada de canónigos y zanahorias. Porque el número 7 del Espanyol se encuentra en plena cresta de la ola, aunque no deja de observar por la mirilla la dureza de un pasado tan duro como resbaladizo. El gigantón gallego pasó por la cantera del Valencia (jugó en el cadete de Mestalla y llegó a formar línea con Paco Alcácer), después probó suerte en el Villarreal y siguió tragando zurrapa. Lo intentó de nuevo en el Celta vigués, donde vivió algún escarceo con el primer equipo, aunque no pudo despegar. Lo curioso es que sus estadísticas seguían engordando de goles en todos los equipos en los que Borja militó, pero sus carreras y su estilo, luchador hasta los límites permitidos, pero nada ortodoxo, lo colocaban siempre en el listín de los olvidados.

Un Zaragoza en declive solicitó su cesión al Celta y los maños pudieron disfrutar del talento para ver puerta: 41 goles logró Borja con los blanquillos y, lo más importante, pegó un sonoro golpe de aldabón en la atención de los expertos. Rubí (Joan Francesc Ferrer Sicilia), que entrenó la pasada campaña al Huesca, sabía muy bien el material que tenía entre manos cuando apretó al Espanyol para que pagase sin rechistar los 12 millones de euros, cifra de la cláusula que ataba a Borja con el Celta. El hoy técnico espanyolista ponía la mano en el fuego cuando aseguró que Borja Iglesias era una ganga suelta en el mercado.

Foto: Eric Abidal, director deportivo del Barcelona. (Efe)

Valencia y Villarreal, antiguos clubes de Borja, invirtieron mucho el verano pasado en futbolistas con gol, pero ninguno ha cantado tantas alegrías como Borja Iglesias. Y el Celta, que logró una tajada apreciable por un futbolista que nunca jugó en Primera, quizás ahora vea el “negocio” desde otra perspectiva.

Rap, Denzel Washington, Juego de Tronos y yoga

Amante del rap (es seguidor febril de Kase.O), seguidor furibundo de la NBA y de las películas de Denzel Washington, admirador de la saga Juego de Tronos y de Emilia Clarke, el futbolista santiagués practica el yoga y, con el dorado influjo de su novia Teresa, se apunta con los ojos cerrados a la comida vegetariana. Borja Iglesias todavía se pellizca los brazos cuando mira los graderíos del Camp Nou, el Bernabéu o Sánchez-Pizjuán, “campos que solo veía por televisión y ahora piso y hasta marco goles”, asegura.

La cotización del ariete del Espanyol se ha disparado como el tapón de una botella de cava: 20 millones alcanza, y sigue subiendo. Su cláusula actual es de 28 millones y nadie en el club “perico” duda que el verano va a ser movido y tocará aguantar la presión que ejercerán los depredadores de la Premier League para llevarse la joya de Cornellá a precio tan “asequible”. Sus goles han puesto en guardia al seleccionador Luis Enrique y a muchos directores deportivos. Borja Iglesias, el llamado Panda, no piensa cambiar el paso. Atrás quedó un camino angosto y lleno de piedras, pero él seguirá con el mismo gesto, idéntica sonrisa, las mismas zarpas, sumando goles.

Borja Iglesias (25 años) es el ídolo máximo de la hinchada del Espanyol. Sus goles (9) frenaron a su equipo que, antes de la victoria ante el Leganés, iba en caída libre. El gallego es un tipo curtido en campos muy lejos del glamour de la división de los grandes; Panda (un apodo que asume gustoso) barbudo y rozando el 1.90, con muchos tiros dados, que tiene entre ceja y ceja los tres palos de una portería y va a la pelea con los ojos abiertos. Borja, el Panda de pierna caliente y gatillo fácil, triunfa de blanquiazul, mientras Valencia y Villarreal, equipos por los que pasó y le ignoraron, se tiran de los pelos.

Luis Enrique
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