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La lucha de Sonia Bermúdez: de trabajar en un matadero a reina del fútbol en España
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CHARLA CON unA REFERENTE DEL FÚTBOL FEMENINO

La lucha de Sonia Bermúdez: de trabajar en un matadero a reina del fútbol en España

El Confidencial habla sobre las dificultades del fútbol femenino con Sonia Bermúdez, internacional con España, pichichi de la Liga Iberdrola en cuatro ocasiones y jugadora del Levante

Foto: Sonia Bermúdez celebrando un gol. (UD Levante Femenino)
Sonia Bermúdez celebrando un gol. (UD Levante Femenino)

Hablar con Sonia Bermúdez es hacerlo con una mujer valiente e inconformista. A sus 34 años conserva la misma ilusión por su deporte que cuando era una niña de siete y perseguía, junto a un grupo de chicos en el patio del colegio, un sueño imposible: jugar al fútbol. Ellos, con más facilidades, no llegaron, ella sí. “Soy una obsesa del balón”, reconoce poco antes de ponerme al corriente del partido de Champions entre Atlético y Mónaco: “1-0, esto acaba de empezar” y unos días antes de la histórica victoria en el Mundial sub 17 de España femenino.

‘Soni’, como le conocen en el mundillo, descansa en casa tras cinco días concentrada con el Levante en Tenerife. No volvió de vacío, en partidos de Liga y Copa contra el Granadilla la madrileña mojó para ayudar a su equipo a conseguir victorias tan importantes como dispares: de un holgado 0-6 en el campeonato doméstico a un sufrido triunfo en los penaltis para pasar a cuartos del torneo del KO. “Es increíble como puede cambiar un equipo de un día para otro”, comenta mientras Griezmann sube el segundo al marcador: “La Copa la puede ganar cualquiera, nos lo pusieron realmente difícil”.

Experta en arriesgar, este verano volvió a lanzarse de cabeza a una nueva aventura que le llevó del Atlético de Madrid al Levante, club que no ha conquistado un solo título desde la temporada 2007/2008. Este año las valencianas se han cargado de razones, la primera y más significativa, ella, su fichaje estrella. No es para menos, Bermúdez ha levantado nueve de las últimas diez ligas en España con tres equipos diferentes: Rayo Vallecano, Barcelona y Atlético de Madrid, además de una Copa con cada uno de ellos. Ha sido internacional absoluta y, junto a Vero Boquete, la cabeza visible de nuestro fútbol. Máxima goleadora de liga durante cuatro años consecutivos (del 2012 al 2015), nos atiende por teléfono para charlar del balón desde su punto de vista y de lo que rodea -politica incluída- al fútbol femenino.

Pregunta. Vienes de familia futbolera, Sonia, ¿qué podía salir mal?

Respuesta. (Risas) Mis padres jugaron a fútbol, pero la que tuvo más recorrido fue mi madre. No tuve la suerte de verla jugar, pero todos me dicen que era muy buena. Ella se desenvolvía por la banda derecha e incluso la llamaron para la Selección, pero cuando iba a acudir a la citación le dieron la noticia de que estaba embarazada de mí y abandonó el fútbol.

placeholder Sonia con la camiseta del UD Levante Femenino.
Sonia con la camiseta del UD Levante Femenino.

P. Desgraciadamente, esto sigue pasando.

R. Desde luego, pero en aquella época, los ochenta, era diferente. Si le llega a pasar ahora lo hubiera tenido más fácil para seguir jugando porque tenemos más ayudas, aparte de un sueldo. Si lo piensas, un poco sí que le fastidié la carrera (más risas).

P. Pero muchas futbolistas han crecido sin referentes de su mismo sexo, tú la tenías en casa.

R. He tenido la gran fortuna de tener padres que, desde el primer momento que les dije que quería dedicarme a esto, me han apoyado. Jamás me juzgaron, desde que tengo dos añitos me han visto madurar pegada a un balón. Ella me ha inspirado, pero también Laura Salguero, una jugadora con la que coincidí y me encantó porque tocaba la pelota con mucha clase. Me acuerdo que la estudiaba con detalle para copiar sus movimientos. Las chicas de hoy en día nos tienen como referencias a nosotras y nos toca asumir la responsabilidad.

P. ¿Nunca hubo dudas en casa?

R. Nosotros éramos muy realistas, sabíamos que vivir del fútbol era prácticamente impensable en España, pero en otros países como Estados Unidos no era una quimera. En ese sentido, nunca me dijeron “esto no lo puedes hacer”. Al principio tuve que compatibilizarlo con otros trabajos y esos fueron años muy duros porque me lesionaba a menudo por falta de descanso. Al fútbol le tienes que dedicar 24 horas al día.

P. ¿En qué curros estabas?

R. He trabajado en cafeterías e incluso en un matadero, pero en la sección de paletizado (almacenaje y transporte de mercancía en un palé). Me levantaba a las 6:00 am todos los días, llegaba a casa para comer, me iba a entrenar a un equipo de niñas y luego ya entrenaba yo. Cuando llegaba a casa tenía el cuerpo destrozado. Ahora todas las jugadoras tenemos un salario y cotizamos, excepto algunas ya nos podemos dedicar al deporte a tiempo completo. Yo en el Levante soy una afortunada.

P. ¿Objetivo más que cumplido?

R. No, aspiro a que la situación mejore aún más, pero sé que eso no lo voy a ver. Siempre me sentiré parte de haber ayudado a visibilizar el fútbol femenino. En estos años, por ejemplo, se han conseguido cosas impensables como jugar en grandes estadios.

P. ¿Prefieres un Calderón con 14.000 personas o un Metropolitano con 22.000?

R. Tuve el placer de jugar en ambos partidos y me quedo con el Calderón porque, además, metí gol y jugábamos contra el Barça. El Metropolitano es un estadio impresionante, pero cuesta hacerse a él. Estoy segura que poco a poco la gente se va a encontrar más a gusto. El Atlético ha cambiado mucho en los últimos tiempos.

placeholder Sonia Bermúdez (UD Levante Femenino)
Sonia Bermúdez (UD Levante Femenino)

P. Ha cambiado hasta el escudo.

R. Si me dan a elegir entre uno y otro, me da lo mismo. Entiendo que haya aficionados poco receptivos, pero en esta vida hay que evolucionar para mejorar.

P. ¿Te llegaste a creer en algún momento que el fútbol es solo para ellos?

R. No, nunca. Ellos tampoco lo ven así, son más cosas de los que están fuera, de la sociedad. Hay que seguir dando pasos porque lo que sí es cierto es que el fútbol masculino es un monopolio que abarca todo. Yo estoy segura que dentro de unos años estaremos a la par. No he tenido la sensación de que los chicos me miraran por encima del hombro, los clubes están haciendo mucho para que esto no sea así.

P. ¿Necesitáis al Real Madrid?

R. Sería importantísimo, de los grandes solo quedan ellos. En Inglaterra ya estamos viendo como el Manchester United ha sacado equipo, desconozco por qué el Madrid aún no. Me extraña, pero al final creo que acabarán apostando por nosotras.

P.Marimacho”, ¿es lo más suave que has llegado a escuchar?

R. (Duda) El problema que existe desde que tengo uso de razón no son tanto los niños, sino sus padres. Mira, en el Barça tienen una filosofía que a mí me encanta: los padres solo pueden entrar una vez al mes a ver el entrenamiento. De esa manera impides que hagan sus cábalas sobre si sus hijos van a ser o no titulares, así que cuando llega el partido como no tienen ni idea de cómo entrena o cómo juega el chaval, disfrutan animándole. Cuando yo era pequeña y regateaba a otros niños me tocaba aguantar innumerables barbaridades, cambiar eso es cuestión de tiempo y educación, aunque cada vez se ve menos.

p. ¿Normalizar a futbolistas transgénero, como el caso de Alba Palacios, es el siguiente paso?

R. Leí ese caso y me emocioné mucho, una persona que ha nacido con un sexo y no se siente a gusto con él tiene todo el derecho del mundo a poder cambiarlo. Estoy encantadísima de que haya luchado contra toda clase de prejuicios por hacerse un hueco con nosotras. Espero que sirva de lección para muchos padres cerrados de mente que todavía se frustran con historias así, del tipo “mi hijo no es lo que a mí me gustaría que fuera”. Las personas trans que quieran dedicarse al fútbol tienen nuestro apoyo, eso es un sentimiento, una forma de sentir y pensar.

P. Para una vallecana como tú, ¿cómo es jugar en el Rayo?

R. Sinceramente, no me hubiera ido en la vida, esa es la realidad, pero el último año fue muy difícil porque se nos dejó a deber la temporada entera. Llevaba siete años en ‘la franja’ y los últimos tres rechazando ofertas muy buenas del Barça. Al final no me quedó otra que salir. En su momento fue una pena, si la situación el club hubiera sido otra…

placeholder Sonia frente a 'su' Rayo Vallecano. (UD Levante Femenino)
Sonia frente a 'su' Rayo Vallecano. (UD Levante Femenino)

P. Hace casi diez años que ganaste tu primera Liga, ¿encuentras muchas diferencias entre el fútbol de antaño y el de ahora?

R. Antes la liga estaba dividida en dos grupos y las campeonas de cada uno se enfrentaban por el título, ahora solo hay uno, lo que permite más orden e igualdad. El físico también lo hemos mejorado muchísimo en comparación y la llegada de jugadoras extranjeras ha aportado más calidad. También se ha disparado el número de médicos, nutricionistas, infraestructuras… bajo el paraguas de los clubes históricos se han conseguido cosas increíbles. España tiene muchísimo potencial.

P. ¿Fichar por Barça y Atlético es un salto tan importante como lo sería en el fútbol masculino?

R. Sí, sobre todo en el momento actual, que son los que más invierten en sus plantillas para tener opciones en Europa. Son clubes donde el profesionalismo alcanza otro nivel y, si quieres luchar por títulos, debes estar. En el Levante también se están haciendo muy bien las cosas. Este es un club súper familiar, con multitud de secciones deportivas. Están creciendo muchísimo como marca en todos los aspectos.

P. Dicen que Estados Unidos es tal y como uno se lo imagina.

R. (Risas). Cuando termina la liga aquí, empieza allí, así que el Barça me dejo probar a ver qué tal se me daba. Aluciné con muchas cosas, sobre todo con los estadios y con la afición. Allí una jugadora después de cada entrenamiento tiene que estar veinte minutos firmando autógrafos y, además, son consideradas estrellas, no pueden ir por la calle como una persona normal. Las jugadoras tienen sus derechos de imagen reconocidos, ganan muchísimo dinero con los anuncios y también disfrutan de coche oficial. En cuanto al fútbol es más ataque-defensa, con muchas transiciones, en España prima el toque, cosa que prefiero. Fue una experiencia muy positiva con los New York Flash y sí, más o menos ya me la esperaba por lo que me habían contado.

P. ¿Canadá 2015 es un recuerdo dulce o amargo?

R. (Duda) Dulce, ir a un mundial es un sueño. Fuimos las primeras mujeres en representar a España en un evento así. Aquel mundial se jugó en césped artificial, que muchas jugadoras lo denunciamos porque no nos imaginamos a los chicos compitiendo en esas condiciones, donde lesionarse es más fácil. La FIFA tomó una mala decisión, a mí me pareció lamentable. En lo que respecta al seleccionador, Ignacio Quereda, es pasado.

P. Si el trato de Quereda con vosotras no era el correcto desde hacía años, ¿por qué Villar tardó tanto tiempo en destituirle?

R. No quiero cargar con la culpa a nadie, pero no me cabe en la cabeza que una persona pueda estar 27 años en un cargo. Para mí la faceta del entrenador son etapas, como la de un futbolista, y si llega un momento que no transmites debes dar un paso atrás y permitir que otro con ideas frescas se encargue. El cambio ha sido muy positivo para la Selección.

P. Con Jorge Vilda empieza una nueva etapa, pero no es la que esperabas.

R. He echado de menos una llamada de teléfono. Algunas jugadoras hemos estado muchos años en el equipo, luchando, qué menos que una explicación que justifique el porqué de no estar allí a pesar del buen nivel que aún mantengo. Fui pichichi con el Atlético y no estuve en las listas, otras compañeras que metieron la mitad de goles en comparación sí que fueron. Lógicamente me alegro por ellas, pero al final no te lo tomas bien. Al parecer, si tienes más de treinta años no tienes cabida, da igual lo que hagas.

P. ¿Has abandonado el sueño olímpico?

R. Sí, sé que nunca más voy a jugar en la Selección. Han pasado casi dos años desde que dejaron de contar conmigo, no espero ya nada. Pelear por una plaza para unos Juegos me hacía ilusión, no te voy a engañar.

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P. ¿No has pensado en llamarle tú?

R. Estuvo en mi cabeza, pero pasó. Es él quien me tiene que llamar a mí. Al fin y al cabo, lleva menos tiempo en la Selección. Hablando se entiende la gente, si tú me llamas y me dices que a pesar de meterte un buen puñado de goles no te gusta mi forma de jugar, yo lo respeto y te doy las gracias. Él considera que no me tiene que dar explicaciones, no hay más. Seguiré sin entenderlo porque tampoco considero que haya hecho o dicho algo que le haya podido molestar.

P. Lo que sí esperas es que se anuncie pronto ese convenio colectivo que garantice algunos derechos fundamentales para el fútbol femenino.

R. Se están pidiendo cosas bastante coherentes, todas son posibles de alcanzar. Si te lesionas, es normal que queramos cobrar el 100%. El salario mínimo y los derechos de imagen también son fundamentales. Los clubes están por la labor de ayudarnos, no creo que haya nadie que no esté de acuerdo en nuestra lucha.

P. ¿A qué le das más importancia? ¿Al gesto de Iñigo Errejón de asistir a un partido de fútbol femenino o a su posterior comentario en redes sociales tildándoos de fútbol base?

R. Cuando hay noticias así, en las que un determinado político asiste a un partido de fútbol, me dan igual. Le doy más importancia a lo segundo, creo que no cuesta tanto informarse de lo que uno va a ver, sobre todo si sabes que el mundo te va a estar mirando. Me pareció una metedura de pata.

P. ¿Entiendes el conflicto entre AFE y Futbolistas ON?

R. De 100 jugadoras, 95 son de AFE por lo que el sindicato que tiene que llevar el peso de las negociaciones y tener más poder tiene que ser este. No queremos quitarle voz a nadie, pero cuando unas jugadoras deciden que AFE, con David Aganzo al frente, les represente hay poco que objetar.

P. ¿Habéis recibido presiones en algún momento?

R. No. De hecho, Futbolistas ON no ha venido a nuestro vestuario.

P. Cuando Mbappé se sincera con la prensa y dice que “el dinero que mueve el futbol es indecente”, ¿qué mensaje quiere transmitir?

R. Que se nos ha ido de madre y que en algún momento esto va a reventar por algún sitio. A mí lo que realmente me da pena es que no sepan pagar ni una factura de la luz, tal y como reconoció en su momento Juan Mata (habla de la entrevista en el programa Salvados, de La Sexta). Toda esa falta de experiencia cotidiana la suplen con dinero y no sé hasta qué punto les sale a cuenta. En el fútbol femenino no queremos perder esas cosas, no debemos despegar los pies de la tierra. Evidentemente tenemos que mejorar los salarios, pero dentro de un límite. No quiero que el dinero me ciegue y me haga perder la perspectiva de la realidad.

P. Me han dicho que tienes pensado irte a Inglaterra cuando te retires.

R. (Risas) Me lo estoy planteando, tengo el nivel uno y dos de entrenadora y me gustaría estar todo un año fuera para mejorar el idioma. Sería muy útil, aparte de aprender otras cosas: nuevas técnicas de trabajo, psicología, etc. Es una idea, lo que sí es seguro es que seguiré vinculada al fútbol.

Hablar con Sonia Bermúdez es hacerlo con una mujer valiente e inconformista. A sus 34 años conserva la misma ilusión por su deporte que cuando era una niña de siete y perseguía, junto a un grupo de chicos en el patio del colegio, un sueño imposible: jugar al fútbol. Ellos, con más facilidades, no llegaron, ella sí. “Soy una obsesa del balón”, reconoce poco antes de ponerme al corriente del partido de Champions entre Atlético y Mónaco: “1-0, esto acaba de empezar” y unos días antes de la histórica victoria en el Mundial sub 17 de España femenino.

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