Los 30.000 fantasmas del Girona-Barça de Miami y la campaña de publicidad de Obama
Relevent y La Liga han creado una campaña carísima y potente para conseguir presionar y que se juegue el Barcelona-Girona en Miami. Las cifras, sin embargo, no están saliendo y hay fricciones
Abrir nuevos mercados es un reto complejo y caro. La Liga, en su ceremonia de expansión por el mundo, está redoblando esfuerzos en Estados Unidos. Anunció un acuerdo con Relevent, la empresa más importante del fútbol estadounidense, para la explotación comercial en el país. También un partido, que después, y no sin sorpresa, se supo que iba a ser un Girona-Barcelona. Es improbable que se llegue a disputar, pues el rechazo de la FIFA y la Federación Española de Fútbol ha sido taxativo. No ha importado: en lugar de buscar otras vías, el nuevo consorcio ha huido hacia delante como si nada hubiese pasado.
Eso explican los más de 50.000 euros invertidos en el 'Miami Herald', el periódico más importante del sur de Florida, que se levantó una mañana con una muy agresiva campaña de publicidad. La idea es presionar en lo posible a la FIFA y a la federación, que den su brazo a torcer por el poder de la gente. Para ello era muy importante hacer ver que hay un fuerte respaldo de la ciudadanía a la propuesta, y no dudaron en colocar un lema en las publicidades: ya habían firmado 30.000 personas.
Solo que, según ha podido saber este periódico, esas 30.000 nunca fueron tantas. Fuentes internas datan en cerca de 4.000 personas las que realmente habrían rubricado la propuesta, una cifra clarísimamente inferior a la que se estaba contando en la publicidad, no auditada por nadie. Sorprende también que el 'site' en el que se debían dejar las firmas se haya pasado estos días desaparecido en combate para España. En el momento clave, cuando la presión tendría que ser más evidente, el sitio web que tramitaba las peticiones no podía verse en el lugar en el que La Liga tiene su sede. En la versión estadounidense no hay actualización de estos días acerca de cuánto ha crecido la cifra, aunque haya sido promocionada.
Una campaña agresiva
La campaña de publicidad es cara, agresiva y de alto pedigrí. Tanto que en Madrid se recuerda con frecuencia que la ha hecho "la agencia de publicidad que trabajó con Obama". El despliegue y el presupuesto han sido manejados por Relevent, la parte de la empresa que tiene que buscar la comercialización del producto. La decepción con sus esfuerzos es importante, este periódico ha podido saber que se le ha hecho saber el descontento, recordando que con las bases de datos que manejan La Liga en Estados Unidos (500.000 usuarios) y Relevent (1.000.000.000) debería haber existido un ratio de conversión muy superior al que se ha logrado, que no llega al 1%. Es decir, la campaña está siendo un fracaso, porque es incapaz de movilizar incluso a todos aquellos que en algún momento se interesaron por el fútbol y se apuntaron a algunas iniciativas de La Liga o de Relevent, la empresa con más experiencia sobre el terreno en EEUU.
El descontento con Relevent es importante, no se confía ni en la capacidad de la base de datos, que era un punto fuerte, y en ese naufragio se ha visto la colaboración como poco eficaz. Se piensa que la inversión ha sido muy grande para lo que se ha conseguido (que es prácticamente nada) y se desconfía del desarrollo del acuerdo, firmado para los próximos 15 años, porque ven que no hay apoyo ni de las entidades del fútbol —federaciones, otras ligas— y, lo que es más importante, tampoco de los aficionados al fútbol del país, muy fríos con la celebración del encuentro. Los primeros pasos del camino juntos están siendo muy pedregosos.
Los signatarios de la petición no son los únicos espectros que han aparecido alrededor de la enorme campaña de 'marketing' en Estados Unidos. El periodista deportivo Daniel Storey señaló hace unos días que la cuenta de Twitter específica para el partido (@BringUSthegame) contaba con un número anómalo de seguidores, en una visión un poco más en profundidad se percató de que muchos de ellos se correspondían a perfiles falsos y no descartaba —aunque La Liga se lo negó— que se hubiesen comprado, algo que Twitter persigue pero es relativamente frecuente y se puede conseguir en páginas como 'The Social Shop'.
Official La Liga-endorsed campaign to bring matches to America was struggling for Twitter followers, but suddenly gained a few thousand. An audit suggests 79% of their followers are fake profiles. How strange... pic.twitter.com/lPqTSwUt2S
— Daniel Storey (@danielstorey85) 16 de noviembre de 2018
Reuniones a la desesperada
En la camapaña de publicidad, que destacaba a jugadores como Piqué o Stuani, se ha intentado conseguir más seguidores con un sorteo de 10 camisetas de Messi, como informó la Cadena SER. Además, se trató de presionar a Rubiales con cartas de algunas peñas, según contó el diario 'As', pero a la hora de la verdad se vio que eran pocas y estaban dirigidas desde Aficiones Unidas, un grupo que teóricamente representa a los aficionados al fútbol español pero que está fuertemente controlado por La Liga.
El operativo ha sido inmenso y en La Liga no se da por perdida esta guerra. Tebas ha anunciado, aunque con escasos detalles, que su estrategia tiene también un procedimiento legal para que le autoricen disputar el encuentro elegido en Florida, a pesar de que el presidente de La Liga sabe desde el principio que para llevar a cabo su idea necesitaba unos apoyos que no ha conseguido. Algunas de las organizaciones que deberían dar su aprobación, como la Concacaf, siguen sin tener una sola comunicación oficial sobre este encuentro. Y el tiempo pasa.
Javier Tebas, su Liga y el consorcio con Relevent han intentado esta semana presionar con la gente, aunque esa gente ni siquiera existiese en realidad. Esto no ha sido algo sujeto a plebiscito, pero se ha tratado de dibujar una masa de gente para ablandar a los dirigentes que obstaculizan la disputa del Barcelona-Girona en Miami. Ha intentado en varias ocasiones que Luis Rubiales, su principal estorbo en esta idea, cambiase de dirección. Han cenado juntos, han estado en un despacho mirándose cara a cara. En la federación, consultada estos días, aseguran que ellos no darán su brazo a torcer. Previsiblemente, tampoco servirá de mucho la presión ejercida por medio de una campaña de publicidad de altas expectativas y escasos resultados. Y Javier Tebas, al menos de momento, se quedará sin poder llevar a cabo uno de sus muy ambiciosos proyectos.
Abrir nuevos mercados es un reto complejo y caro. La Liga, en su ceremonia de expansión por el mundo, está redoblando esfuerzos en Estados Unidos. Anunció un acuerdo con Relevent, la empresa más importante del fútbol estadounidense, para la explotación comercial en el país. También un partido, que después, y no sin sorpresa, se supo que iba a ser un Girona-Barcelona. Es improbable que se llegue a disputar, pues el rechazo de la FIFA y la Federación Española de Fútbol ha sido taxativo. No ha importado: en lugar de buscar otras vías, el nuevo consorcio ha huido hacia delante como si nada hubiese pasado.