El contrato ejecutivo de Solari incluye mano dura para los que no tiren del carro
Solari no es ni Zidane ni Lopetegui. Florentino le convierte en ejecutivo con un contrato más bajo, pero con la complicidad de apretar a una plantilla que tiene una segunda oportunidad
El contrato de Solari es el de un ejecutivo del club con una cantidad fija y una sucesión de variables que le permitirán subir su sueldo en función del rendimiento de la plantilla y los resultados de su Real Madrid. Un contrato que empieza en unas cifras en torno a la mitad de lo que cobraba Julen Lopetegui —seis millones de euros netos—, pero progresivo y revisable para alcanzar esta cantidad si se producen los éxitos y cuya continuidad, como en todos los casos, depende de la consecución de los títulos. A Solari se le considera ya como un empleado que asciende en el organigrama, con un importante aumento en su remuneración —ganaba 300.000 euros netos como técnico del Castilla— y pese a empezar teniendo un sueldo muy inferior al de los futbolistas que más cobran —Bale, Sergio Ramos, Kroos, Courtois, Modric, Benzema y Marcelo— se le sitúa en un escalón medio con sus tres 'kilos' anuales, pero con el amparo de Florentino Pérez.
Según explican fuentes del club, Solari se ha convertido en la mano dura ejecutora del presidente ante un proyecto que se presenta como una segunda oportunidad para los jugadores que no hayan estado involucrados hasta ahora. El corto ciclo de Lopetegui, con el polémico comunicado del club para despedirle, hizo daño a la institución en un momento en el que la junta directiva eligió proteger la imagen y la calidad de los jugadores con ese párrafo en el que aludía a los ocho nominados al Balón de Oro. En este nuevo ciclo, con la unanimidad de todos los directivos para firmar el contrato con Solari hasta el 30 de junio de 2021, se depositan en el reciente técnico plenos poderes en las decisiones deportivas si detecta hastío, pereza o indisciplinas. Se le pide ser duro, aunque sin dar gritos ni hacer declaraciones explosivas.
Conseguir un contrato de casi tres temporadas por cuatro partidos ganados puede parecer una improvisación o una decisión exagerada, pero detrás de este movimiento está el enviar un mensaje de estabilidad institucional, confianza a Solari y un toque de atención a una plantilla de futbolistas que, como ha sorprendido Marco Asensio con las palabras de "no tener la responsabilidad de tirar del carro", son un aviso de que se necesita la máxima autoridad en el banquillo. Pese a que Sergio Ramos decía que no encajaba un entrenador de mano dura, Florentino confía en Solari para que así sea en caso de necesidad ante una plantilla que ya se ha ‘comido' a Lopetegui y ha empezado la temporada "despistada", como lo califican en la llamada zona noble del Bernabéu.
Florentino se la juega con Solari
En cuanto a la elección de Solari, el Real Madrid es consciente de que no tiene un entrenador mediático. No es un ’top’ de los banquillos e incluso han preferido evitar una presentación oficial. Hay quien echa de menos una fotografía o acto protocolario en el palco del Bernabéu, pero Florentino considera que no hace falta ni conviene poner el foco en Solari. El presidente considera que el respaldo se lo ha dado con un contrato de larga duración.
Lo que se le ha pedido a Solari es dar continuidad a los planes del presidente y tener el máximo porcentaje de acierto en la gestión global de la plantilla. Con esta apuesta, Florentino Pérez se juega mucho y envía un aviso a los Isco, Marco Asensio, Bale… Solari no es mano dura ni blanda, es lo que quiere el que manda.
El contrato de Solari es el de un ejecutivo del club con una cantidad fija y una sucesión de variables que le permitirán subir su sueldo en función del rendimiento de la plantilla y los resultados de su Real Madrid. Un contrato que empieza en unas cifras en torno a la mitad de lo que cobraba Julen Lopetegui —seis millones de euros netos—, pero progresivo y revisable para alcanzar esta cantidad si se producen los éxitos y cuya continuidad, como en todos los casos, depende de la consecución de los títulos. A Solari se le considera ya como un empleado que asciende en el organigrama, con un importante aumento en su remuneración —ganaba 300.000 euros netos como técnico del Castilla— y pese a empezar teniendo un sueldo muy inferior al de los futbolistas que más cobran —Bale, Sergio Ramos, Kroos, Courtois, Modric, Benzema y Marcelo— se le sitúa en un escalón medio con sus tres 'kilos' anuales, pero con el amparo de Florentino Pérez.