El arrepentimiento de Florentino Pérez por no haber echado antes a Lopetegui
Florentino Pérez, después del partido que vio en Melilla, meditó si no tenía que haber despedido antes a Lopetegui para poner en marcha el plan de Santiago Solari
El duro comunicado de despedida del Real Madrid a Julen Lopetegui encerraba muchas decepciones. Entre ellas, el arrepentimiento de Florentino Pérez por no haber dado el paso de hacer el cambio a Solari antes del Camp Nou. Es difícil de imaginar qué le podría haber salido peor al técnico provisional contra el Barcelona -sin Messi- que lo que se vio en la goleada de un grupo de jugadores abatidos y un entrenador penitente. El cuerpo le pedía a Florentino despedir a Lopetegui después de la derrota en Vitoria contra el Alavés, pero le mantuvo con un ultimátum hasta el Clásico para no quemar otro entrenador en un partido de alta exigencia. Un error de cálculo innecesario porque Lopetegui estaba sentenciado.
El sufrimiento de Florentino en el palco del Camp Nou -uno de sus peores días y ya lleva muchos años en el sillón presidencial- encontró la terapia de la alegría en Melilla. Un partido que Solari preparó con un par de entrenamientos y no hizo nada especial ni revolucionario. Poner a Vinicius entraba, probablemente, en los planes de Lopetegui si hubiera llegado a la Copa. Solari consiguió el compromiso de un grupo de jugadores en menos tiempo que los 15 días de ultimátum Lopetegui con lo que la conciencia del presidente y sus directivos está limpia por la cantidad de oportunidades que le dieron al ex seleccionador y los resultados obtenidos. Lo que se destaca es que el equipo sabía a lo que jugaba. Un fútbol más directo y vertical volcado por las bandas con las subidas de los laterales y los extremos. Un ritmo mayor en los movimientos y la velocidad. Una continuidad en el juego.
Solari ha debutado con éxito en el primer equipo y le queda un partido menos para dejar de ser entrenador provisional. El siguiente -el sábado contra el Valladolid en el Bernabéu- genera expectación en el club para confirmar lo que propone Sergio Ramos. Eso de que la gestión de un vestuario es más importante que los conocimientos técnicos de un entrenador o que el respeto se gana y no se impone. El capitán dio su consejo al presidente sobre lo que conviene a la plantilla para salir de una crisis con la palabra de liderar el compromiso de una reacción. Su ejemplo de viajar a Melilla tiene que servir para arrastrar a los rezagados -se señala a Bale-.
Arrepentirse de haber aguantado a Lopetegui más tiempo del que merecía y no haber apostado por Solari en el Camp Nou ya no sirve de nada y hay que mirar para delante. Florentino es el primero que ha dado la orden al nuevo técnico y el capitán, en un viaje a Melilla donde el mensaje era tomarse muy en serio la Copa del Rey. Una competición que le hace especial ilusión al presidente. El estreno salió a pedir de boca. Florentino se llevó una triple alegría con Vinicius, Odriozola y Solari. Tres nombres propios que se destacan en el club.
Vinicius es el jugador que tiene que madurar Solari y que no quiso cocinar Lopetegui. El brasileño fue el mejor en Melilla y confirmó lo que el presidente susurraba al anterior entrenador. Es más jugador del primer equipo que del Castilla y en el Bernabéu, la directiva, lo quiere ver porque es un futbolista con un talento especial que provoca expectación. Solari enseguida ha captado el mensaje y acepta el reto de Florentino. No se trata de que el brasileño sea titular contra el Valladolid ni en los siguientes partidos, pero sí de que se le mire como uno más de la primera plantilla y tenga su oportunidad si se la gana en el día a día de los entrenamientos y los minutos que tenga en los partidos. La alegría del presidente también está en ver a Odriozola en el campo, subiendo la banda y haciendo goles. Otro futbolista con el que se quemó Lopetegui.
El duro comunicado de despedida del Real Madrid a Julen Lopetegui encerraba muchas decepciones. Entre ellas, el arrepentimiento de Florentino Pérez por no haber dado el paso de hacer el cambio a Solari antes del Camp Nou. Es difícil de imaginar qué le podría haber salido peor al técnico provisional contra el Barcelona -sin Messi- que lo que se vio en la goleada de un grupo de jugadores abatidos y un entrenador penitente. El cuerpo le pedía a Florentino despedir a Lopetegui después de la derrota en Vitoria contra el Alavés, pero le mantuvo con un ultimátum hasta el Clásico para no quemar otro entrenador en un partido de alta exigencia. Un error de cálculo innecesario porque Lopetegui estaba sentenciado.