El día que la lucha de David Silva por su hijo Mateo mereció tanto sufrimiento
Llegó el día más deseado por David Silva después de más de cinco meses de sufrimiento por el nacimiento prematuro extremo de su hijo. Mateo pudo estar en el campo con su padre
Han pasado ocho meses hasta cumplir el sueño de su vida. David Silva salió al césped del Etihad Stadium con su hijo Mateo en brazos, marcó un golazo de falta en la goleada del Manchester City al Huddersfield Town (6-1) y acabó llevando al niño al vestuario donde Pep Guardiola y todos los compañeros dedicaron una emotiva ovación. En la grada estaba Yessica Suárez González, la madre de Mateo, que asistió al momento más impresionante que premia el infatigable esfuerzo de una familia. La vitalidad para luchar, superar los malos momentos y sacar adelante a un hijo que nació de forma prematura extrema, con sólo 25 semanas de gestación, y que tuvo que quedar ingresado cinco meses en un hospital de Valencia.
Mateo ha sido el motor y la fuerza de David Silva en todo este tiempo de incertidumbre en el que los informes médicos en ocasiones eran alentadores y en otros momentos menos optimistas. La capacidad para salir adelante de un niño que nació de forma prematura extrema fue haciendo más fuerte la lucha de David Silva, que se había prometido que acabaría llevándole a un partido del Manchester City porque su hijo saldría adelante. Ha llegado este momento. Nadie en la familia y su entorno podrá olvidar el 19 de agosto de 2018, cuando Mateo salió al césped vestido con la indumentaria del City, en brazos de su padre y la admiración de unos compañeros y una afición enternecida con la estampa. El momento de mayor felicidad es el beso que David Silva le da a su hijo con las caras de admiración de sus compañeros y un entrenador que se convirtió en su ángel de la guarda.
A finales de 2017 empezó el sufrimiento de David Silva con el nacimiento de Mateo y el papel que jugó Pep Guardiola fue trascendental. "No hay nada más importante que tu familia. Tómate todo el tiempo que necesites para cuidar de tu hijo, a tu familia y a ti también", fue la charla y recomendación que le dio el entrenador. Empezaba el calvario de David Silva, con viajes de Manchester a Valencia, con la cabeza fuera del fútbol y todo lo más importante y decisivo de la competición por delante. Incluido el Mundial de Rusia. David Silva dejó de jugar cuatro partidos con el Manchester City en esos cinco meses de idas y venidas y momentos de desasosiego, intranquilidad y angustias.
— Manchester City (@ManCity) 19 de agosto de 2018
Sintió miedo
"Nunca podré agradecer lo suficiente a mis compañeros y al cuerpo técnico el apoyo que recibí en los meses más duros de mi vida", escribió recientemente Silva en las redes sociales para devolver tanto cariño y apoyo que recibió en días, como él mismo dice, en los que sintió miedo. Uno de esos días entró Guardiola con toda su volcánica energía al vestuario en un partido contra el Tottenham y, a gritos, arengó a la plantilla con un discurso que puso los pelos de punta: "Hoy vamos a ganar por una razón. Hoy vamos a ganar por David Silva".
El Manchester City fue ganando hasta conquistar el título de la Premier League y no tener la plena felicidad dentro del vestuario porque Guardiola y todos lo compañeros veían sufrir e intranquilo a uno de los suyos. Con el final de la temporada llegaba el Mundial de Rusia y Silva se animaba cada día con mejores noticias sobre la fortaleza del pequeño Mateo. "Me encantaría que mi hijo me viera jugando. Me imagino llevándole al campo y mostrarle a la gente que él es mi ejemplo de vida. Yo me puedo dar por vencido a veces, pero él es un guerrero. Mateo lucha todo el tiempo. Fue una fuerte inspiración por la forma que pelea", decía Silva el pasado 29 de julio en una entrevista en The Sun. Ese día ha llegado y Mateo ha sido el centro de todas las miradas en el estadio del City y la alegría de toda una plantilla que, con Guardiola a la cabeza, han dado toda la fuerza y energía a David Silva para cumplir el sueño de llevar a su hijo a ver jugar a su padre.
Han pasado ocho meses hasta cumplir el sueño de su vida. David Silva salió al césped del Etihad Stadium con su hijo Mateo en brazos, marcó un golazo de falta en la goleada del Manchester City al Huddersfield Town (6-1) y acabó llevando al niño al vestuario donde Pep Guardiola y todos los compañeros dedicaron una emotiva ovación. En la grada estaba Yessica Suárez González, la madre de Mateo, que asistió al momento más impresionante que premia el infatigable esfuerzo de una familia. La vitalidad para luchar, superar los malos momentos y sacar adelante a un hijo que nació de forma prematura extrema, con sólo 25 semanas de gestación, y que tuvo que quedar ingresado cinco meses en un hospital de Valencia.