Las lecciones de Luis Enrique: capítulo 1

Luis Enrique ha dado un máster, el primero, en su presentación como nuevo seleccionador. No se pueden tener las ideas más claras, en lo futbolístico y en la gestión de lo que tiene que ser una plantilla, para entender que estamos ante un líder. Luego podrá salir bien o mal. Entrar o no la pelota. Triunfar o fracasar. Pero de lo que no cabe duda es que sabe lo que quiere y tiene un plan para ejecutarlo. España tiene un seleccionador de perfil alto, exigente, con mucha personalidad y con una riqueza táctica que le da crédito para reinventar el estilo de la selección.

Lo que más le preocupa a Luis Enrique y a todos los españoles es cómo darle una vuelta, mejorar y perfeccionar el estilo de posesión en el que se ha enrocado la selección en los tres últimos grandes campeonatos. Lo tiene clarísimo y no lo esconde cuando dice que hay que mejorar la definición y ser prácticos para romper los cerrojos de los rivales. Luis Enrique llega para revolucionar el ‘tiqui-taca’ y lo quiere conseguir sin ataduras porque ha dejado claro que va a ver sorpresa en su primera lista de convocados, que no va a emplear la mano dura, pero que si algún jugador no está comprometido o se deja la piel con su filosofía tendrá que sacar esa mano a pasear para dar collejas. Luis Enrique demuestra, desde el primer día, que es un lobo con piel de cordero.

Opinión

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