A Bale se le han acabado las excusas en un Madrid sin Ronaldo ni Zidane (ni Neymar)
El galés Gareth Bale está ante su gran oportunidad de demostrar que puede ser el líder y la estrella del Real Madrid de Julen Lopetegui porque se le ha despejado el camino
Gareth Bale es el gran beneficiado de la salida de Zidane y Cristiano Ronaldo. El galés está ante su gran oportunidad de demostrar que puede ser el líder y la estrella del Real Madrid de Julen Lopetegui porque se le ha despejado el camino. Con Lopetegui tiene garantizado un sitio en el once y jugar los partidos más importantes que le negaba Zidane. Sin el portugués tendrá más protagonismo y responsabilidades. Podrá lanzar más faltas, penaltis y jugará más cerca del área, una posición que ya reivindicó cuando estaba Rafa Benítez en el banquillo. Bale ya no estará solapado por el omnipresente Cristiano Ronaldo y tendrá más galones y jerarquía dentro y fuera del campo.
No todo es malo en el Real Madrid con la salida de Zidane y Cristiano Ronaldo porque Lopetegui podrá construir un equipo diferente, quizás más equlibrado y coral sin la dependencia del portugués, y con la referencia arriba de un jugador explosivo que pasa por ser uno de los mejores cuando hay espacios. Bale está ante su gran oportunidad de ser la estrella en el Real Madrid por todo lo mencionado y porque Florentino no encuentra el resquicio para el fichaje de Neymar. Es la hora de Bale. Un ahora o nunca. Y el galés llega fresco después de no jugar el Mundial y con el respaldo del presidente porque para eso se gastó 100 millones de euros y maravilló con el golazo de chilena al Liverpool en la final de la Champions de Kiev.
Gareth Bale es el gran beneficiado de la salida de Zidane y Cristiano Ronaldo. El galés está ante su gran oportunidad de demostrar que puede ser el líder y la estrella del Real Madrid de Julen Lopetegui porque se le ha despejado el camino. Con Lopetegui tiene garantizado un sitio en el once y jugar los partidos más importantes que le negaba Zidane. Sin el portugués tendrá más protagonismo y responsabilidades. Podrá lanzar más faltas, penaltis y jugará más cerca del área, una posición que ya reivindicó cuando estaba Rafa Benítez en el banquillo. Bale ya no estará solapado por el omnipresente Cristiano Ronaldo y tendrá más galones y jerarquía dentro y fuera del campo.
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