La inédita renovación de Guardiola: qué tiene el City que no tengan Barça y Bayern

Pep Guardiola ha renovado su contrato con el Manchester City hasta 2021. Ha sumado dos temporadas más al acuerdo firmado en 2016, que le unió al club inglés por tres cursos. En principio, nada extraño para un técnico que ha mejorado al equipo según cualquier variable y que acaba de ganar la Premier League con récord de puntos y goles. Pero el Guardiola entrenador no es amigo de los compromisos largos. Si cumple su nuevo contrato con el City, y hasta el momento ha respetado todos sus contratos desde que debutó en un banquillo, para 2021 habrá permanecido más tiempo allí que en el Barça y en el Bayern.

Cuando Joan Laporta, aconsejado por Johan Cruyff, apostó por él en 2008, Guardiola firmó un contrato de dos años. Fue el más largo en su etapa como entrenador culé. En enero de 2010 acordó renovar por una temporada más, algo que repitió un año después. La 2011-2012 fue su última temporada en el Barça. Unos meses después de su salida del Barça fichó por el Bayern por tres años. Y al comienzo de su tercera temporada comunicó al club alemán que no seguiría cuando se cumplieran. En el City lleva dos y, si nada se tuerce, llegará a cinco.

En sus dos primeras temporadas en el Barça, Guardiola ganó siete títulos. En las dos primeras en el Bayern, cinco. Bastantes más que en el bienio que lleva en Inglaterra, así que el motivo de que haya ampliado su compromiso no tiene que ver con los trofeos. Hay que buscarlos fuera. ¿Qué tiene el City que no tengan Barça y Bayern? Para responder a esa pregunta quizá haga falta reformularla: ¿qué no tiene el City que sí tenían sus dos anteriores equipos?

Su adiós al Barça y al Bayern

En su libro 'Pep Guardiola. La Metamorfosis', Martí Perarnau explica por qué Guardiola eligió el City tras salir del Bayern. El club inglés le ofrecía un lienzo en blanco sobre el que pintar su obra. "Aunque la historia del City es bastante más rica de lo que se cree en estos tiempos de memoria escasa, no supondrá un condicionante estricto del futuro y podrá trabajar sin sentir que está rompiendo una manera inmutable de hacer las cosas", escribió el periodista en 2016.

Su etapa en el Bayern fue exitosa, aunque le faltó la Champions. Sin embargo, Guardiola siempre encontró cierta resistencia a entregarse a sus ideas, sobre todo por parte de leyendas del club. Y no solo en lo futbolístico, también en otros aspectos que rodean al juego y que le costó controlar, como el apartado médico. En sus tres años en Alemania ganó la Bundesliga con el Bayern, batiendo récords y pasando por encima del resto de rivales. Pero no logró el premio al mejor entrenador en ninguno de los tres cursos, reconocimiento que sí ha recibido tras su segundo año en el Manchester City.

Guardiola se fue del Bayern porque consideró que su trabajo estaba hecho. Su salida del Barça fue por motivos diferentes. Su trabajo también estaba terminado, por supuesto, pero lo estaba antes de su última renovación. "Si hubiese podido firmar por medio año, lo habría hecho. Necesito verme cada día si estoy con fuerza. El tiempo lo desgasta todo. Tenemos que estar atentos. Si la cosa va bien, podremos seguir juntos", dijo en febrero de 2011, adelantando un año y medio antes de su salida qué motivos acabarían con su etapa en el Camp Nou. Guardiola sufrió un desgaste brutal, dentro y fuera del campo, lo que sumado a su mala relación con el presidente, Sandro Rosell, provocó que abandonara uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, si no el mejor.

Un proyecto de presente y de futuro

En el City no hay nada de eso y además están Txiki Begiristain y Ferran Soriano, con los que ya había coincidido en el Barça. "Trabajaron juntos con fluidez y acierto en el Barcelona, y la confianza mutua es estrecha", escribió Perarnau. "Creo que tengo una buena relación con el presidente, con Ferran, Txiki, Omar (Berrada)... Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Txiki es casi parte de nuestra familia", dijo Guardiola tras confirmarse su renovación.

En resumen, el City está libre de lo (poco) malo que se encontró en sus dos anteriores equipos y tiene todo lo necesario para estar a gusto y triunfar: está dirigido por personas que son sus amigos, le permite conocer el fútbol inglés, tiene tanto dinero como el que más, una buena academia y una oportunidad para construir un equipo con su sello.

También tiene un punto fuerte, un motivo de peso para que Guardiola haya decidido alargar su estancia en Manchester. El equipo tiene a la vez un gran presente y un futuro muy prometedor. Ederson, Stones, Laporte, Mendy, Sané, Sterling, Bernardo Silva, Gabriel Jesus... todos tienen menos de 25 años. De Bruyne no ha cumplido los 27. Y por detrás llegan Brahim Díaz (18 años) y Phil Foden (17). "Es una plantilla joven. Y si eres estable mentalmente y no piensas demasiado en lo que somos sino en lo que podemos hacer para mejorar nuestro juego, quizá podamos competir la próxima temporada en Inglaterra y Europa", dijo Guardiola.

El fichaje de Guardiola tenía dos objetivos que iban de la mano: dar al City una identidad e instalarlo entre los grandes del fútbol europeo. Lo primero ya lo ha conseguido, lo segundo está por ver. "Pep pinta su obra, pero no se queda a contemplarla", dijo el arquitecto Miquel del Pozo. La obra de Guardiola en el City aún no está terminada, aunque está cerca de estarlo (la tercera temporada fue la mejor en el Barça y en el Bayern). Y esta vez parece que se va a quedar a disfrutar del resultado.