Loren o cuando un ex del Sevilla paga la cláusula para que su hijo la rompa en el Betis

La historia de Loren Morón García (24), jugador del Betis, está preñada de anécdotas y pinceladas que marcan su destino como un jugador especial. Su padre, Loren Morón Vizcaino, defendió la camiseta del Sevilla y fue uno de los artífices de aquel equipo que, timoneado por Joaquín Caparrós, ascendió a Primera. El padre era defensa de corazón grande y pierna dura, pero el hijo se fue a por el caviar, el gol. Y si el Betis huele a Europa es en buena parte gracias a los goles del niño Loren, cuyos números la rompen.

A veces, el destino pega guiños que alivian y puñetazos que alteran. A Loren Morón, los hados le tendieron un cable justo cuando, con 24 años, ya comenzaba a desesperar en el Betis Deportivo. Se había lesionado el paraguayo Sanabria y el primer equipo hizo aguas tras intentar fichar a Sandro, que marchó al Sevilla; Lorenzo Serra, el vicepresidente, apostó (y acertó a todas luces) por un defensa, Marc Bartra, y Quique Setién, el entrenador, se la jugó con Loren. Mano de santo: debut en Liga contra el Villarreal y Loren hizo dos goles para la victoria del Betis. El chaval lleva diez partidos jugados con el equipo verdiblanco y su casillero se engorda con seis goles. Esos tantos significaron muchos puntos para el Betis: Villarreal (doblete), Alavés (doblete), Deportivo y Girona. De los diez partidos que ha disputado Loren, ocho se han vestido de triunfos. Es, según las estadísticas, uno de los debutantes con mejor promedio en la historia del fútbol en España.

Pese a todo, la trayectoria de Loren nunca estuvo sembrada de rosas. Nunca ha sido internacional, tampoco fue convocado para la selección andaluza. Pero siempre hacía goles. A los 19 años jugaba en el Marbella y su padre, segundo entrenador del equipo marbellí, habló con el Betis, los técnicos del viejo Heliópolis no estaban muy por la labor y fue el padre, decidido y con fe tan grande como una cordillera, el que pagó de su bolsillo la cláusula de rescisión del chaval (tres mil euros) para que el Marbella le facilitara la libertad y fichara por el Betis. Loren padre, orgulloso, confiesa a El Confidencial que “fue un dinero muy bien gastado, porque el chaval merecía una oportunidad. Se lo ha currado mucho”.

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Loren padre ve en que su hijo ha explotado en el fútbol de primer nivel, no es uno de los progenitores hijos del agobio. Todo lo contrario, da su distancia y le dice que “aprenda y disfrute, que tome buena nota de los excelentes veteranos que hay en el Betis, como Joaquín, Adán, Durmisi... Gente experta que lo harán crecer”.

Coincidió con Sergio Rico

En edad infantil, Loren coincidió con Sergio Rico, pues ambos jugaban en el equipo del barrio, en el Montequinto. Pudo haber fichado por el Sevilla, como Sergio Rico, pero Loren marchó a jugar al Recreativo de Huelva y se llevó al niño a la ciudad choquera. De ahí a Estepona y Marbella. Y luego al Betis. No fueron fáciles sus inicios, porque veía que otros compañeros (Alex Alegría, Hinojosa, Sergio León…) trabajaban con los mayores y él seguía marcando goles en el filial y consumiendo el tiempo. Pero le llegó el momento. Dicen que tiene cuajo, que su pecho es algo frío, como su mirada paciente y avispada del típico goleador. Y ahí esparce sus números.

Quique Setién saca pecho por él y por darle el lugar a Fabián, Junior y Francis, cuatro futbolistas que han aportado mucha esencia de un Betis que gallea en los lugares de Europa y mantiene una racha envidiable de victorias. Clubes de mayor poder adquisitivo que los heliopolitanos ya andan al acecho y olisquean negocio. Loren, con una cláusula de 25 millones y contrato hasta 2020, no tiene prisa. Vive su momento de oro. Y su beticismo.