"La deuda bruta total del Real Madrid es muy superior a la deuda que venden los medios"

Pasan las semanas y el proyecto de remodelación del estadio Santiago Bernabéu sigue cruzado en medio de la vía. El Real Madrid lleva más de un año buscando un socio inversor que acceda a financiar los 400 millones de euros que cuesta hacer la obra a cambio de hacerse con los derechos de 'naming' del estadio y rebautizarlo con el nombre de su empresa. El problema es que desde que se retiró IPIC no ha surgido el interés real de otro inversor.

El madridismo observa con preocupación este problema que invita a pensar que la situación económica del club no es tan holgada como se vende desde la junta directiva. Eugenio Martínez Bravo, uno de los pocos socios que ha sido candidato a la presidencia y uno de los hombres que más se ha significado en contra de la forma de gobernar el club de Florentino Pérez, tiene clara la situación. Para el empresario, "la deuda bruta total del Madrid es muy superior a deuda neta solo bancaria que venden los medios", explica a El Confidencial. "Parece que obtener una financiación de las dimensiones de la que busca Florentino ya no es tan fácil. Y puede haber varias razones. Para empezar, el mercado de capitales empieza a girar con la vuelta de tipos al alza y hay menores facilidades de acceso a dinero fácil", explica.

El hombre fuerte de Compromiso Blanco, la plataforma que aglutina a los grupos opositores a Florentino, también cree que "la hiperinflacción del fútbol da señales de pincharse tras los mensajes de Telefónica y Vodafone respecto a la locura de los precios de los derechos de televisión". Algo que repercutirá en los ingresos de los clubes rebajando los mismos a corto y medio plazo. La Premier League, después de firmar un contrato récord, se ha encontrado con una renegociación para los próximos años muy inferior. La desaparición de los grupos inversores procedentes del Golfo Pérsico, como IPIC, no supone una sorpresa para Martínez Bravo porque "los jeques también se lo piensan tras la crisis del precio del petróleo de estos últimos años".

La remodelación del Bernabéu es mucho más que un capricho del presidente porque el estadio debe convertirse en el principal generador de ingresos ordinarios para el club en los próximos años. Una fuente de fondos que no se puede permitir el lujo de infrautilizar. "Es un tema tan estratégico para el futuro del Real Madrid que se debería haber contado con la opinión, que no con la aprobación 'dirigida' en la Asamblea, de los socios", afirma el empresario.

Más que el Wanda y el doble que San Mamés

Martínez Bravo recalca un dato para el madridismo: "El Wanda ha costado 310 millones, San Mamés ha llegado a 186,5 millones y a nosotros sólo en remodelar el Bernabéu se nos dispara el coste hasta 400... ¿Dónde prefiere el socio invertir esos 400 millones: en remodelar el Bernabéu o en tener un espacio para uso y disfrute del socio en la Ciudad Deportiva Valdebebas? O voy más allá, tal vez el socio prefiera incluso un nuevo Bernabéu en Valdebebas o en la Castellana...".

Lo cierto es que el proyecto inicial fue descartado por el Ayuntamiento, ya que el Real Madrid tomaba como suelo privado algunas zonas de suelo municipal, lo que impidió sacarlo adelante. Una vez corregido y cedido ese suelo a la institución madrileña se recibió luz verde por parte del gobierno local de Manuela Carmena. Martínez Bravo insiste en la escasa participación de los socios en la aprobación del proyecto de remodelación. "¿Acaso nos han preguntado qué queremos a los que nos dicen que somos 'los auténticos dueños del club'?", se pregunta. "Mi opinión es que muchos socios jamás podrán disfrutar del hotel o de las tiendas que puedan hacer en el nuevo Bernabéu. Sin embargo, sí lo podrían hacer de la ciudad deportiva o de un estadio nuevo más amplio donde quepan más abonos y se pueda reagrupar a las familias".

El líder de la oposición madridista tiene claras las razones que empujan a Pérez a insistir en esta remodelación: "Pienso que Florentino quiere terminar su mandato con un proyecto faraónico para ser reconocido en todo el mundo, al menos en el que a él le interesa, y tratar de pasar también a la posteridad. Cuando en realidad lo que debería hacer es terminar su mandato con un legado para el socio ya sea devolviendo un trozo de su ciudad deportiva o un estadio con mayor capacidad, lo que también podría convertir el Bernabéu en un referente internacional".

Dentro del club se habla de un posible inicio de las obras el próximo verano, aunque no hay negociaciones cerradas al respecto con ningún grupo inversor. Martínez Bravo concluye su diagnóstico advirtiendo que "primero habría que afianzar los cimientos del madridismo, que son lo que necesitan una remodelación, antes de tocar la fachada. De poco vale que maquilles a un enfermo como el Real Madrid si no le tratas de la enfermedad que le aqueja: falta de transparencia, de democracia, de valores, de identidad...". Pasan las semanas, el Bernabéu esperando un lavado de cara y las arcas del club un aumento de los ingresos ordinarios que no acaban de producirse.