Semedo incendia el Villarreal, el peor fichaje de toda su historia

Llamado a ser durante años, por sus indiscutibles condiciones, defensa titular de la selección de Portugal, líder en la línea de cuatro del equipo de lidera Cristiano Ronaldo, su carrera deportiva se consume a marchas forzadas con tan solo 23 años de edad. Rúben Semedo (Amadora, Portugal, 4 de abril de 1994) acabó detenido este martes, otro episodio más que unir a su dolorosa hoja de servicios como jugador del Villarreal. Un club que ha incendiado, hablamos del peor fichaje de la historia de un sociedad que siempre se caracterizó por acertar de pleno a la hora de elegir futbolistas. Con el portugués ha errado el tiro y la tensión se abre paso en la zona ejecutiva de la institución.

Todos los episodios que ha protagonizado Semedo, siempre en compañía de sus más cercanos, son de una gravedad extrema. Supuesto botellazo a un individuo a la salida de una discoteca, denuncia por amenazar con pistola en mano en un club de alterne, ahora acusado de delitos de lesiones, detención ilegal y robo… Los cargos a los que se enfrenta reflejan la personalidad del defensa. El Villarreal guarda silencio y espera que la justicia marque el camino, pero la realidad es que en el interior de la institución el nerviosismo es enorme. Según desveló 'Las Provincias', en el registro del domicilio del zaguero se encontró una pistola.

El Villarreal siempre fue metódico y cuidadoso a la hora de seleccionar su personal. Siempre se tuvo muy en cuenta la personalidad del futbolista, el entrenador o el ejecutivo que entrara a formar parte de la familia amarilla. Quiere Fernando Roig, el presidente, que funcione como una familia. Desde que aterrizó en la elite del fútbol su crecimiento ha sido imparable a todos los niveles, siempre aplaudido por su excelente funcionamiento a diario en todas las parcelas. El fichaje de Semedo fue asumido como un error descomunal hace tiempo, más ahora tras su detención con nuevos y gravísimos cargos.

El paso por el Reus

Criado en el Sporting de Portugal, jugó a préstamo en el Reus en la temporada 2014/2015, cuando el equipo catalán militaba en Segunda división B. Allí, en un club pequeño pero también muy recogido como es el Villarreal, todos los técnicos detectaron las enormes cualidades de Semedo, igual que su personalidad y entorno escondían oscuros detalles. En el club azulejero se recibieron inquietantes referencias procedentes de la institución ahora instalada la Segunda división. Pero finalmente optó por hacer un desembolso de gran calado para contratar al poderoso zaguero. Muy pronto se dieron cuenta Fernando Roig y sus ejecutivos más cercanos del grave error cometido.

Totalmente asumido el fallo, el club ya se había puesto en marcha para traspasar a Semedo, operación de una complejidad extrema con sus precedentes. Se asumía que las arcas del Villarreal se verían seriamente dañadas, que sería imposible recuperar la fuerte inversión realizada. La detención del futbolista ha agravado más el asunto, colocar al joven defensa es de una enorme dificultad. El precio fijado para su venta, claramente a la baja, le parecerá excesivo a cualquier club. Dando por hecho que alguno se la juegue con un elemento tan problemático. Hoy en día parece estar la entidad de Castellón en un callejón sin salida.

La dirección deportiva

Algunos en el club recuerdan a Antonio Cordón. Durante años persona fundamental en la dirección deportiva, hace dos temporada fichó por el Mónaco, aunque el pasado verano se embarcó en un gran y ambicioso proyecto impulsado desde China. El hueco que dejó fue cubierto por Fernando Seguí, ahora coordinador de la secretaria técnica, persona que venía del mundo de la representación e intermediación —trabajaba junto a su hermano José— y que ahora ha quedado muy señalado internamente. La incorporación de Semedo, sobre todo su precio, han colocado al ejecutivo en una incómoda situación. Se da por hecho que a partir de ahora ya no tendrá tanta autonomía a la hora de señalar futuras contrataciones.

En una entrevista que concedió Semedo a 'Maisfutebol' hace dos años, ponía de manifiesto lo que hoy ya se ha desvelado como un problema de gran calado. Reconoció entonces que su paso por Reus fue una bendición porque "fue importante apartarme del ambiente en que estaba, apartarme de las malas influencias y no dejarme consumir por eso. Fue muy bueno para mí. Es una ciudad tranquila, me trataron siempre bien, así que fue bueno para apartarme de donde vivía". Igualmente explicó que su carrera se estaba enderezando porque "mis hábitos alimenticios han cambiado, además de mi mentalidad: vi que sólo el fútbol podía darme el confort y la tranquilidad que mi familia quiere". "Me enfoqué en ese objetivo al máximo: estar bien en el campo para no perjudicar a la gente a quien quiero lejos del mismo", remató. Aquellas buenas frases, cargadas de buenos propósitos, hoy han perdido todo su valor...