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Mendieta ha marcado un gol realmente increíble, pero nadie sabe cuál es
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TOCó en el fib con los planetas

Mendieta ha marcado un gol realmente increíble, pero nadie sabe cuál es

El exfutbolista, que disputó dos finales de Champions y fue traspasado por 8.000 millones, repasa con El Confidencial su carrera y una de sus grandes pasiones, la música

Foto: Mendieta, en el FIB, como FJ. (EFE)
Mendieta, en el FIB, como FJ. (EFE)

Gaizka Mendieta es el hombre que marcó "un gol realmente increíble". No es que en la historia del fútbol sea el único que puede presumir de golazos, ni siquiera se puede destacar un tanto del mediocampista por encima de todos los demás aunque, es cierto, tiene unos cuantos de bellísima factura. No importa, la frase "un gol realmente increíble" le pertenece a él porque Los Planetas tenían que componer un tema y decidieron que Mendieta había marcado "un gol realmente increíble". La canción, 'Un buen día' se hizo celebre con su amargor, su droga y su insomnio final. Arrasó en los ambientes independientes, se coló en todos los festivales y dejó a un brillante mediocampista a merced de que las entrevistas empiecen, precisamente, por esa dichosa frase.

Tras tirarle la estrofa, ríe. "¿Me persigue? No sé si tanto, pero mucha gente me lo recuerda", responde Mendieta. No había relación previa con el grupo cuando escribieron la canción, pero con el protagonista acertaron, porque el exfutbolista es amante de la música y seguidor del grupo. "Obviamente me gusta, es un privilegio ser mencionado en una canción de Los Planetas".

La canción le siguió tanto que, un día, en el FIB, le pidieron que les acompañase en la ejecución con guitarra incluida. "Haberla tocado con ellos en un escenario así es algo que no pueden decir muchos yo, como fan que soy, lo recuerdo con cariño", narra el jugador que pasó por el Valencia, el Lazio, el Barcelona y el Middlesbrough.

Y hoy cualquier aficionado a Los Planetas sabe, por descontado, que Mendieta marcó un gol así, pero es mejor que no pregunten que especifiquen más, porque el gol increíble no se puede ver en vídeo, ya que nadie sabe realmente cuál es. "Se lo he preguntado a Jota y a Floren y no hay manera, nunca me han sabido decir qué gol es", explica Mendieta que hoy tiene negocios de hostelería, es comentarista televisivo y también embajador de La Liga.

También es DJ. "Pincho, no toco, ya me gustaría", explica cuando el redactor se confunde y le pregunta por su música. Ese contacto con un mundo ajeno al fútbol, muy lejano de hecho, le da un halo un poco diferente a Mendieta, no es como los demás, él ha estado en un escenario delante de miles de personas tocando una guitarra, no solo marcando goles. Ahora, él mismo es el primero en reconocer que es futbolista y que lo otro está más cerca del 'hobbie' que otra cosa.

placeholder Mendieta, en un partido de veteranos.
Mendieta, en un partido de veteranos.

La final de Champions no es el FIB

"Para mí no se parece salir en el FIB a un escenario lleno a una final de Champions. Cuando salí a tocar la guitarra en el festival no veía el final de toda la gente que había, pero no lo puedo comparar con las finales principalmente porque no era mi ambiente, aunque sea un ambiente que he vivido, pero no estaba haciendo algo que fuese natural en mí. Las sensaciones son totalmente diferentes", comenta el exfutbolista.

No haber jugado en el Real Madrid y haberlo solo hecho un año en una muy olvidable temporada en el Barcelona quizá ha perjudicado el recuerdo mayoritario que hay sobre Mendieta. Igual no está de más señalar que fue elegido un par de veces mejor centrocampista de Europa y que Sergio Cragnotti, dueño del Lazio en la época, creyó conveniente pagar 8.000 millones de pesetas por sus servicios. Y eso, que hoy serían unos nada desdeñables 48 millones de euros, en aquel tiempo era una estratosférica cantidad de dinero.

"Yo nunca le di vueltas al precio, al final ni te preocupa ni te influye, porque es algo ajeno a ti, una transacción económica entre dos clubes que na tiene que ver contigo. Nunca jugué pensando en que ganaba más o menos, independientemente de dónde estuviera yo salí a hacerlo lo mejor posible", explica Gaizka, un vasco de nacimiento que nunca pisó Lezama, ya que su padre jugó en el Castellón y él hizo carrera por el levante español.

En aquellos días pretéritos en los que cualquier equipo italiano podía enterrar en billetes a un jugador, como ahora mismo solo podría soñarlo la Premier League, Mendieta terminó en un buen Lazio. El rumor más insistente, sin embargo, era el del Real Madrid, al que los diarios deportivos vinculaban día sí y día también. Pero era un espejismo, la cláusula del vasco era de 10.000 millones, un precio muy fuera de mercado y el único con el que los blancos hubiesen tenido alguna opción.

Yo tenía claro que ir al Madrid era imposible, el Valencia no iba a aceptarles nunca menos de la cláusula y 10.000 millones eran muchos

"Yo tenía claro que el Madrid era imposible, el Valencia no iba a perdonar nada", rememora Mendieta. "Unos años antes había sido lo de Mijatovic [a quien el Madrid fichó a golpe de cláusula] y yo sabía que ellos o pagaban la cláusula o no tenían opciones, y aquello era muchísimo dinero", dice el embajador de La Liga.

La carrera de Mendieta como futbolista es bastante brillante, pero también tiene puntos de mucho amargor, como si fuese una canción de Los Planetas. Perdió una final de Champions contra el Madrid; otra contra el Bayern; una de Liga Europa contra el Sevilla y formó parte de, quizá, el mayor 'atraco' que ha sufrido nunca la selección, aquella noche infausta contra Corea del Sur en el Mundial de 2002. Para perder todo eso había que estar, es cierto, pero...

"En el momento que ocurren son amargas, difíciles de digerir, pero desde la distancia te digo que todas me han servido para algo, que de todas he aprendido, que vuelves más fuerte y creo que sobre todo cuando has dejado el fútbol y lo ves desde la distancia valoras más lo difícil que son esas cosas", comenta a El Confidencial el mediocampista.

placeholder Mendieta, con otros embajadores de La Liga.
Mendieta, con otros embajadores de La Liga.

Restaurantes, música... y comentar

Mendieta un día dejó el fútbol, con sus altos y sus bajos, y se encontró con una nueva vida por delante. Él, a diferencia, de otros muchos compañeros, al menos tenía aficiones que explorar. "Lo de DJ, es una de mis pasiones y he tenido la oportunidad de compartir en festivales mi música. Al final uno sigue todas esas pasiones que tiene en la vida. También tengo restaurantes, siempre enfocado a esas cosas que te motivan en la vida", relata Mendieta sobre algunas de sus aventuras como exjugador.

La principal, quizá, es haberse quedado como analista de la liga española en Sky Sports, la plataforma de pago más importante del Reino Unido. Ser comentarista lejos y en un idioma que no es el propio: "Me surgió la oportunidad de la tele en Reino Unido, me encontré a gusto, creo que la forma de trabajar y de entender al exprofesional es diferente en el Reino Unido a la que tenemos en España. Algo que jamás pensé que iba a hacer le he terminado dedicando los últimos años de mi vida".

Foto: Los embajadores de La Liga apuestan en el Clásico. (La Liga)

Hacerlo en un idioma que no es el propio es complicado, pero en su caso tiene truco. "Mi mujer es inglesa, no me quedan más narices, tengo la profesora en casa. Cuando llegué a Inglaterra tenía un inglés muy básico, pero con cinco años jugando allí… a los dos años noté un cambio a la hora de hablar, de expresarme y de entender. Y ya sabes, en casa con mi mujer, continuamente", dice entre risas. Fichar por el Middlesbrough, en un tiempo en el que su carrera parecía algo perdida después de pasos poco exitosos por el Lazio y el Barça, resultó ser una buena opción. "Tenía que dar una vuelta, un cambio de dirección... si me preguntas hoy te digo que acerté".

Mendieta quedará como aquel jugador del que un día dijeron que era el murciélago del escudo del Valencia, del mejor Valencia de todos; como uno de los primeros que se marchó de España; como un tirador de penaltis fantástico que se supo reinventar en sus últimos años en Inglaterra. Quedará también, por supuesto, como aquel hombre que marcó "un gol realmente increíble".

Gaizka Mendieta es el hombre que marcó "un gol realmente increíble". No es que en la historia del fútbol sea el único que puede presumir de golazos, ni siquiera se puede destacar un tanto del mediocampista por encima de todos los demás aunque, es cierto, tiene unos cuantos de bellísima factura. No importa, la frase "un gol realmente increíble" le pertenece a él porque Los Planetas tenían que componer un tema y decidieron que Mendieta había marcado "un gol realmente increíble". La canción, 'Un buen día' se hizo celebre con su amargor, su droga y su insomnio final. Arrasó en los ambientes independientes, se coló en todos los festivales y dejó a un brillante mediocampista a merced de que las entrevistas empiecen, precisamente, por esa dichosa frase.

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