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Vinicius está verde y es suplente en un equipo depresivo, ¿por qué le fichó el Madrid?
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TERMINÓ SU PRIMER AÑO COMO PROFESIONAL

Vinicius está verde y es suplente en un equipo depresivo, ¿por qué le fichó el Madrid?

El fichaje adolescente del Real Madrid acaba su primer año como profesional sin ser titular en el Flamengo, sin ni siquiera ser revulsivo y con una dura derrota en Maracaná ante Independiente

Foto: Vinicius Junior en un entrenamiento. (Foto: Gilvan de Souza (Flamengo))
Vinicius Junior en un entrenamiento. (Foto: Gilvan de Souza (Flamengo))

Sigue vacante la plaza de ídolo y mito del Flamengo. Sigue vacante desde 1981, cuando Zico y Júnior levantaron la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. Vinícius no es ese ídolo de momento, y seguramente nunca lo será. Porque ahora el fútbol es otro y ese fútbol le ha colocado demasiado pronto en la cadena de montaje. Ha tenido la oportunidad de acercarse ligeramente a los dos emblemas intocables en esta final de Copa Sudamericana que acaban de perder ante Independiente de Avellaneda, pero se quedará con las ganas.

Los fuegos artificiales dormirán guardados en sus cajas. Este año, Flamengo soñaba con el Brasileirao y ha terminado sexto; más cerca de perder opciones de competiciones internacionales que de luchar por la cabeza de la clasificación. Era uno de los favoritos para la Copa Libertadores y cayó de sopetón en la primera fase. Y ha terminado entrando en depresión profunda en Maracaná en la gran final (de consolación; pasó rebotado a la Copa Sudamericana) que podía salvar su año, frente a Independiente. Por si fuera poco, su delantero centro, Paolo Guerrero, está sancionado por dopaje.

Sus jugadas caben en minuto y medio

Nada de esto ha podido evitar el nuevo fichaje del Real Madrid (llegará en julio de 2018 por 45 millones de euros). En la capital de España están locos para verle con la camiseta blanca, más que nada por bloquear que algún otro equipo se hubiera podido adelantar, pero lo cierto es que con la camiseta roja y negra, y en los campeonatos profesionales, Vinícius, de 17 años, es uno más. Uno más cuyas jugadas puntuales se pueden recopilar en emocionantes vídeos de minuto y medio.

Foto: El árbitro comprueba una jugada en el VAR. (Reuters)

En un reciente cara a cara precisamente con Zico, Vinícius Jr repasaba sus primeros meses: “He tenido oportunidades y las he aprovechado bastante bien. Zé Ricardo me decía que iba evolucionando, incluso en el aspecto físico. Siempre me pedía mejorar, aunque el gol se ha hecho esperar. Me recordaba que subiendo de sub14 a sub15 metía dos goles, de sub15 a sub16 metía tres, y ahora estaba tardando un poco más”.

Zico, al que todos estos movimientos del mercado del fútbol le deben parecer de otro planeta, le preguntaba en su animada charla si ya conocía Madrid. “Voy para allá a final de año”, respondía Vinícius Jr, “y entonces lo conoceré”. Ahora conocerá la ciudad y en julio podrá incorporarse al equipo.

Foto: Vinicius Júnior, durante su debut con el Flamengo esta temporada. (EFE)

A pesar de tener la maleta preparada desde el minuto cero, entre la afición del Flamengo se instaló instantáneamente la tradición de pedir al unísono la salida al césped de Vinícius Jr bien entrados los segundos tiempos. Pero esta moda responde más bien a una necesidad fisiológica e histórica, a un vacío, a una especie de síndrome de abstinencia. El público lo ha pedido con insistencia durante todos estos meses. Les inyectan la ilusión a cubos. Buena parte de esa hinchada suele coincidir en que la nueva perla madridista reúne mucho potencial, pero aún sin madurar. Coinciden también en que su salida es prematura. Es la ley de la oferta y la demanda.

Foto: Froome, en el Tour. (EFE)

Las toneladas de presión de Vinícius

Para el partido de vuelta de la final de la Copa Sudamericana, donde tenían que remontar un 2-1 adverso que se llevaron de Avellaneda, un ambiente prebélico estuvo a punto de obligar a instalar una UPP (Unidad de Policía Pacificadora) en el mismo estadio, como en las favelas más complicadas. Recordándole a Vinícius dónde se encuentra ahora mismo y las toneladas de presión que carga sobre su dorsal.

placeholder Soccer Football - Copa Sudamericana Final -  Brazil's Flamengo v Argentina's Independiente - Maracana stadium, Rio de Janeiro, Brazil - December 13, 2017. Flamengo's Vinicius Junior (L) is tackled by Independiente's Maximiliano Meza. REUTERS Ricardo Moraes
Soccer Football - Copa Sudamericana Final - Brazil's Flamengo v Argentina's Independiente - Maracana stadium, Rio de Janeiro, Brazil - December 13, 2017. Flamengo's Vinicius Junior (L) is tackled by Independiente's Maximiliano Meza. REUTERS Ricardo Moraes

La gran esperanza blanca es casi más espectacular en la banda, calentando. Vinícius deja un rastro incandescente, se arranca la ropa, le tienen que sujetar entre tres. Sus primeros estiramientos en la banda, el día de su debut como profesional, fueron junto a Juan –ex del Bayer Leverkusen y de la Roma, con dos Copas América y dos Copas Confederaciones en sus vitrinas con la selección brasileña–. Juan va para 39 años. Era un niño en el recordado 1981 y cuando Vinícius nació él ya estaba asentado y bien asentado en el primer equipo del Flamengo. Juan es adorado en la grada flamenguista.

Vinícius Jr tuvo 36 minutos este miércoles para solucionar todos los problemas del mundo en la final. Tardó veinte segundos en intentar su primer disparo a puerta. A los 17 minutos del segundo tiempo se le fue arriba un cabezazo, diez minutos más tarde metió un pase al hueco para nadie y a continuación forzó una cartulina amarilla (le sacan a él otra por protestar). Y se acabó.

Foto: Fernando Alonso y su McLaren en el GP de Brasil. (EFE)

Una estrella que todavía no es

Más allá de sus intervenciones en las selecciones inferiores; en la élite acumula una treintena de partidos, cuatro goles y un momento álgido frente a Fluminense en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Demasiado poco para hacerse destacar. Rendimiento escaso como para saber si alguna vez vestirá la camiseta del Real Madrid como titular en algún gran partido de Copa de Europa o si se verá inmerso en un entramado de cesiones que acabe devolviéndole a Brasil por la puerta de atrás.

Es una estrella que se va sin ser estrella todavía. Los flamenguistas sueñan con 1981, pero ahora los ídolos saltan el charco sin ser ni la mitad de un ídolo, sin llegarles a los talones a los que de verdad lo son. Quizá con treintaitantos, ya de vuelta, tenga que labrarse en el Flamengo, o donde le coloquen, ese papel que no ha tenido tiempo de lograr a los 17.

Sigue vacante la plaza de ídolo y mito del Flamengo. Sigue vacante desde 1981, cuando Zico y Júnior levantaron la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. Vinícius no es ese ídolo de momento, y seguramente nunca lo será. Porque ahora el fútbol es otro y ese fútbol le ha colocado demasiado pronto en la cadena de montaje. Ha tenido la oportunidad de acercarse ligeramente a los dos emblemas intocables en esta final de Copa Sudamericana que acaban de perder ante Independiente de Avellaneda, pero se quedará con las ganas.

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