El videoarbitraje es el futuro, pero la FIFA permite un estropicio en un Mundial

A nadie le gusta el VAR pero todo el mundo quiere tecnología en el fútbol. Por ahora, para tener lo segundo, solo está disponible lo primero. Y seamos serios, esto no es serio. Es el primer sistema de videoarbitraje que se instala en el fútbol y como benjamín de la tecnología en un deporte arcaico por voluntad propia, el Video Assistant Referee (VAR) está un poco dejando que desear. Puede que dentro de unos años todos estemos acostumbrados a detener el partido durante unos minutos para que el árbitro principal decida si una jugada debe ser anulada o no, si hay penalti o si hay expulsión, pero por ahora, la FIFA queda en ridículo con su tecnología en su propio Mundial.

Semifinal de la Copa del Mundo de Clubes, Al Jazira-Real Madrid. Media hora aproximadamente de partido. Después de cumplir unos 30 minutos avasallando la portería del equipo emiratí, el Madrid anota un gol. Casemiro remata a la red un centro desde la izquierda de Isco, pero al instante el colegiado señala falta del centrocampista brasileño por, supuestamente, apoyarse sobre el zaguero vestido de blanco. A los pocos segundos, sin embargo, recibe la instrucción vía pinganillo de dar validez al gol, no había infracción.

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J. Garrido

Casemiro se dirige a celebrarlo con sus compañeros, pero se produce una nueva interrupción por parte del árbitro, que esta vez se tiene que dirigir a la pantalla de televisión con la señal del partido para analizar con sus propios ojos lo ocurrido. Lo que ve es que hay un futbolista del Real Madrid, Karim Benzema, en posición adelantada en el momento del pase de Isco, y el francés aparentemente no influye en la acción. Pese a ello, Sandro Ricci decide, de manera definitiva, que el tanto no sube al marcador, al considerar que hay fuera de juego de Benzema. Han transcurrido aproximadamente dos minutos desde que produjo el gol hasta el fallo definitivo del hombre que tiene la responsabilidad última de decidir, el árbitro. El resultado: el VAR anula un gol legal al Real Madrid.

"En el gol de Casemiro lo que pita el árbitro es fuera de juego. No hablé con él, pero dijeron que había fuera de juego. Sin entrar en detalle, el problema es que están cuatro minutos para tomar una decisión y no es agradable. Al final hay que sacar lo bueno de estas cosas e intentar mejorar lo que es negativo del VAR", lamentó Zidane en su comparecencia ante los medios posterior a la semifinal. Más allá de la exageración con el tiempo (debemos entender la relatividad de las sensaciones de alguien que vive de primera mano una experiencia y los que la vivimos desde fuera), Zidane no expresó malestar por el error en la apreciación, sino por la tardanza en tomarla.

"El VAR no me gusta para ser sincero. Yo creo que el fútbol es mejor sin ello, pero esa es mi opinión", decía también Bale. El VAR no es perfecto, eso es evidente. En Alemania destituyeron a su director ante las sospechas de estar favoreciendo al Schalke 04, el equipo del que es aficionado. Pero en Italia sirvió para que expulsaran a Bonucci en una acción que hubiera resultado impune de no ser por la presencia del videoarbitraje. Es decir, a veces funciona y mejora la visión de un árbitro, que puede decidir 'a posteriori' de que ocurra una acción. ¿Qué pasa entonces? Varias cosas.

Primero, que no está establecido en qué se puede meter el VAR y en qué no. ¿Únicamente se utilizará en jugadas decisivas, tipo un gol, un penalti o una expulsión o también podrá juzgar saques de esquina? Puede ser que un gol se produzca después de que se saque un córner que debió ser saque de portería, ¿en ese caso habrá VAR? ¿Por qué lo hay si es gol y no lo hay si no es gol? Quizás un delantero se quede solo ante el portero y no dispare porque se señala un fuera de juego que no es. ¿Entonces qué pasa? Nadie lo sabe a ciencia cierta, ni siquiera la propia FIFA, la impulsora de la utilización de este sistema. "Es un tema que aún hay que definir. En el campo te vuelves loco con tanto parón, no sabes cuándo tienes que pedir las cosas, pero todo lo que sea para ayudar es bueno", opinaba Nacho Fernández precisamente sobre esto.

Segundo, y lo más importante: sigue dependiendo de la valoración personal de un árbitro, ya sea el que está mirando la pantalla en la sala de televisión o el que está en el campo con las pulsaciones a más de cien. Habrá innumerables ocasiones en las que habrá que decidir si una mano es voluntaria o no y cientos de personas sigan pensando que era penalti y otros cientos crean firmemente que no lo era. El árbitro brasileño del Al Jazira-Real Madrid pudo ver la repetición y una vez observada, pitó algo que no debió pitar, sirva de paradigma para lo que estamos hablando. Si esto es el futuro, incluso en nuestro país, el perfeccionamiento del sistema debe producirse cuando antes, so pena de seguir creando estropicios en todo un Mundial.