El drama de Bale se convierte en una pesadilla para Florentino y el Real Madrid

El golpe fue inesperado. Tras varias semanas recuperándose de la enésima lesión muscular, en el sóleo de su pierna izquierda que tanto le ha martirizado, Gareth Bale sufría un revés que nadie esperaba con una nueva rotura, esta vez en otra zona. “Sufre una rotura fibrilar en el tercio medio del músculo aductor largo de la pierna izquierda”, rezaba el escueto parte médico del club. El drama del futbolista galés ha pasado a convertirse en un tormento para el Real Madrid, mucho más para Florentino Pérez, que siempre pensó que era el elegido para coger el testigo de Cristiano Ronaldo, un jugador diferenciador que tarde o temprano agarraría un Balón de Oro. La realidad es otra y el británico ha pasado a ser un problema si su físico sigue fallando de esta manera.

Se le han realizado pruebas de todo tipo, se han buscado soluciones determinantes sin parar, pero la fragilidad del cuerpo de Bale cada día que pasa es mayor. En una temporada que ha comenzado de manera muy irregular el Real Madrid, con una falta de gol más que notable, la permanente ausencia de Bale está golpeando con crudeza al equipo. Cristiano Ronaldo sólo lleva un gol en la Liga y con el de Cardiff viviendo más cerca de la enfermería que del césped, Zidane cada día echa más en falta a ese goleador que pidió al presidente durante el pasado verano. El que manda tuerce el gesto sin parar porque la inversión de 102 millones de euros no ofrece los beneficios que se esperaban.

La sombra de Mourinho

El escenario cada día que pasa es más complejo. Florentino Pérez siempre se ha negado a negociar por ser una apuesta personal suya. No hablamos de un futbolista más, sí de uno de los más protegidos por el que preside el club. En determinados momentos han aparecido clubes dispuestos a realizar un fuerte desembolso para reclutar al zurdo, pero el dirigente siempre cerró la puerta. En la actualidad el escenario va mutando sin freno, viendo todos en el club cómo pasa el tiempo y las lesiones caen en cascada en la hoja de servicios del futbolista.

Este pasado verano apretó Mourinho. Tanto en privado como en público, el entrenador portugués expresó el firme deseo de fichar a Bale para reforzar la plantilla del Manchester United. No hubo nada que hacer. El Real Madrid no quiso oír hablar del asunto. Con el paso del tiempo, sin embargo, el club comienza a meditar sobre el asunto porque uno de sus jugadores más caros no devuelve en el campo, porque no puede, la inversión. Y lo que es peor, cada lesión reduce su precio de mercado al mismo tiempo que las dudas de posibles compradores se acrecientan. ¿Merece la pena fichar a un jugador tan costoso y que se lesiona tanto?

Protrusión discal crónica

“Todavía puedo jugar muy bien, daré de nuevo lo mejor cuando esté al máximo. Firmé un contrato de larga duración y soy feliz en el Real Madrid”, sentenció en una entrevista concedida a 'Marca' este pasado verano. Esa es la realidad, la que le ha movido a permanecer vestido de blanco pese a las llamadas de unos y otros. Tiene claro Gareth que tiene tiempo de sobra por delante para regresar a casa, a la Premier Legue que le alumbró. Siente que no le ha devuelto al Real Madrid lo que debía y su permanente objetivo es triunfar sin paliativos en Chamartín. Sin embargo, la realidad dicta otra cosa. Sus musculatura se rompe sin parar y no aparece nadie que dé con la tecla adecuada para evitar tantos males.

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Una dolencia en la espalda le tortura desde hace años. Una protrusión que exige de unos permanentes cuidados, con un exigente plan de prevención para evitar lo que ya parece inevitable. Ese problema afecta a una raíz nerviosa, que es la que luego tiene incidencia en diferentes músculos. El Real Madrid, tras una información publicada en 'Marca' en la que se apuntaba a una hernia discal, emitió un comunicado en octubre de 2013 en el que reconocía que el galés sufría —y sufre— una dolencia en su espalda. 'El jugador Gareth Bale tiene una pequeña protrusión discal crónica, que es sumamente frecuente entre los jugadores de fútbol y que no impide en ningún caso el normal desarrollo de su actividad profesional', subrayaba el escrito del club. Pero pasa el tiempo y las lesiones no desaparecen.

Opinión

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