La UEFA y el veto a todas las preguntas relacionadas con Cataluña
Ya ha dado varios toques de atención a las televisiones con derechos cuando un periodista, en un partido de Champions League, pregunta sobre esta cuestión a entrenadores o futbolistas
Cualquier encuentro, ya sea de Champions League o Europa League, es manejado por la UEFA con mano de hierro. Lo controla absolutamente todo. Los estadios pasan a ser 'propiedad' del organismo futbolístico, que lo supervisa todo. Antes y durante los partidos no se mueve nada sin su beneplácito. La convulsa situación que se vive en Cataluña no es un asunto menor para la UEFA, que tuerce el gesto cuando aparece en escena el asunto.
Los rígidos ejecutivos de la UEFA, los que se mueven en el territorio de los periodistas, ya han enviado por escrito serios avisos a los medios que tienen los derechos televisivos en cuanto algún profesional de la información, micrófono en mano, se ha salido del guion deseado y ha preguntado a algún jugador o técnico por la situación que atraviesa Cataluña en los últimos tiempos.
Las zonas que habitan los periodistas pertenecientes a las televisiones con derechos, tienen la opción de acceder a los protagonistas del balón con facilidad. Hacen la solicitud pertinente, entrenador y/o jugadores, para preguntar durante unos escasos minutos en las zonas asignadas. Paradójico que en ese marco la política sea cuestión tabú, cuando UEFA, en otro muy cercano, negoció con el Barcelona el mensaje que apareció en una pancarta en el Camp Nou hace unos días.
Pep Guardiola
Los toques de atención de la UEFA han aumentado en los últimos tiempos cuando, por cuestiones obvias, el periodista ha solicitado la opinión de un personaje catalán, fundamentalmente, por lo que está sucediendo en su comunidad. Y los profesionales del organismo toman muy buena nota del cuestionario, torciendo el gesto más de una vez, con la posterior misiva de aviso y queja.
Esas zonas a las que sólo tienen acceso los que pagan son controladas por completo por UEFA, a veces hasta con tres de sus hombres rodeando a periodista y entrenador o jugador. Presión asfixiante muchas veces, cortando la entrevista cuando lo considera conveniente.
Las zonas mixtas y las salas prensa, a las que tienen acceso todos los medios de comunicación, son escenarios que la UEFA, entiende, ya no puede manejar con sencillez. Como ejemplo, lo que sucedió con Pep Guardiola esta misma semana. El entrenador del Manchester City, tras imponerse su equipo (2-1) al Nápoles, dedicó el triunfo a los 'Jordis', encarcelados desde hace días. Según desveló 'Antena 3', el hecho no gustó en el interior del club inglés. A los que manejan la Champions League, tampoco, pero en ese tipo de espacios, siempre abarrotados, no tienen el control, cosa que sí sucede en la intimidad, donde las televisiones que pagan están a solas con futbolistas y técnicos.
Javier Tebas, en la misma línea
El palco de autoridades también está controlado por los duros y ásperos hombres de la UEFA. Son lugares que también manejan y donde no quieren que los periodistas apostados en ellos se salgan del carril. Pero como se pudo comprobar, precisamente este pasado miércoles, coincidiendo con el partido Barcelona-Olympiacos de Champions League, Josep María Bartomeu fue preguntado por cuestiones políticas más que deportivas. Tras cada partido, se transmite al medio los 'errores' cometidos, si ha lugar, empezando por esas preguntas en clave política que tanto incomodan a la confederación europea.
Algo similar sucede en la Liga española que maneja Javier Tebas, con comisarios en todos los estadios para denunciar cuestiones de todo tipo, empezando por los cánticos de poco gusto que muchas veces surgen. A pie de campo, cuando un jugador por equipo atiende a la televisión que ha retransmitido el encuentro, se 'recomienda' a los profesionales que se ciñan a lo sucedido en el terreno de juego, al fútbol puro y duro, y se olviden de otro tipo de asuntos. Sobre todo, por ejemplo, si es la cuestión catalana...
Cualquier encuentro, ya sea de Champions League o Europa League, es manejado por la UEFA con mano de hierro. Lo controla absolutamente todo. Los estadios pasan a ser 'propiedad' del organismo futbolístico, que lo supervisa todo. Antes y durante los partidos no se mueve nada sin su beneplácito. La convulsa situación que se vive en Cataluña no es un asunto menor para la UEFA, que tuerce el gesto cuando aparece en escena el asunto.