Del divorcio con Simeone al abismo: el hundimiento de Arda Turan

Llora Turquía de rabia. Su selección fue humillada este pasado viernes por Islandia (0-3) en Estambul y no estará en el Mundial de Rusia. El descalabro provocó la indignación de la decepcionada y siempre caliente afición, con los medios de comunicación sacando la guadaña sin piedad. Un jugador quedó más señalado que nadie. Una vez más. Se trata de Arda Turan, que desde que abandonó el Atlético de Madrid no levanta cabeza. Su hundimiento ha sido imparable desde que dejó de vivir bajo las alas de Simeone, con el que alcanzó su mejor nivel. Desde que emigró a Barcelona, la trayectoria del centrocampista marcha en picado.

Fue sustituido en el minuto 60, cuando el drama ya era absoluto, y lo hizo con una media sonrisa en la boca, en actitud algo chulesca, lo que desencadenó una lluvia de censuras en todo el país sobre el aún barcelonista. Turquía contaba con opciones de clasificación para estar en Rusia en 2018, así que el descalabro y la decepción fueron todo uno. Estrella absoluta del combinado nacional durante años, la incidencia del jugador azulgrana en la trayectoria del equipo otomano en los últimos tiempos ha sido nula. Exactamente en la misma medida que su carrera deportiva se derrumbaba en la Ciudad Condal.

El faro

Un año antes de que se concretara su traspaso al Barcelona a precio de oro (34 millones más 7 en variables), el jugador ya deslizó en el vestuario rojiblanco que afrontaba su última temporada vestido de rojiblanco. El exigente método de Simeone terminó por convencerlo para jugar en otro sitio, uno en el que no tuviera que sumar tantos kilómetros y derramar tantas gotas de sudor. Se cansó de completar esas tareas defensivas que en el Atlético de Madrid deben cumplir todos sus efectivos. En cuanto apareció el interés del club blaugrana, no se lo pensó.

Si el mediocampista lo tenía claro, mucho más todavía Simeone, que entendió bastante antes de la transacción que ya no podría exprimir más a un jugador que le había dado mucho en la exitosa etapa en la que un puñado de trofeos fueron atrapados por el Atlético de Madrid. Por contra, algún que otro jugador sintió que el equipo se resentiría sin el faro que había alumbrado el juego ofensivo del equipo rojiblanco durante tanto tiempo.

La vía china

La pasada temporada el Barcelona y Arda Turan, cada uno por su lado, estimaron que era un buen momento para poner punto y final a la relación. El club esperaba sacar una buena tajada, mientras el jugador pensaba que en otra parte podría ingresar en su cuenta más dinero. Apareció China en el horizonte, donde entonces los millonarios propietarios gastaban millones sin pudor. Pero entró en acción el gobierno del país, cambió determinadas normas y el desenfrenó se acabó. El turco estaba dispuesto a emigrar a oriente, pero el cambio de escenario lo impidió. Por lo mismo es hoy Diego Costa jugador del Atlético de Madrid…

Estaba claro, para las dos partes, que lo mejor era poner fin a la relación este pasado verano, aunque fuera de manera temporal en forma de préstamo. Sin embargo, las ofertas que llegaron, tanto a jugador como club, no fueron nada satisfactorias. Durante una época convulsa para Bartomeu, con un mercado de fichajes que marcó al presidente azulgrana, la ansiada propuesta nunca apareció. Tiene un buen sueldo Arda Turan y quiere mantenerlo, mientras la institución quiere recuperar buena parte de lo que pagó al Atlético de Madrid, que en su día no daba crédito cuando desde la Ciudad Condal aparecieron tantos millones de euros para pagar el traspaso.