La historia delictiva del América de Cali que Netflix no cuenta en 'Narcos'

Hernán Velasco era un árbitro incondicional, pero tomó la peor decisión de su vida: salir esa noche. A partir de la década de los 70, las cuentas corrientes de los árbitros colombianos tenían un invitado especial, el narcotráfico. Los hombres armados del Cártel de Cali sacaron a Velasco de una discoteca en el año 2000 por no aceptar el dinero de su cocaína. Todavía no le han encontrado.

Al que sí capturaron fue a Miguel Rodríguez Orejuela, líder del cártel y, por aquel entonces, máximo accionista del América de Cali, equipo que reinó el fútbol colombiano en la última década del siglo pasado. Desde 2005 duerme en una cárcel de Estados Unidos y desde septiembre de este mismo año se pasea por Netflix, donde reflejan su historia delictiva, aunque no ahondan en la deportiva (también delictiva), ya conocida.

Pablo Escobar Gaviria encontró la muerte, tiroteado por las fuerzas de seguridad, a 8 kilómetros del Estadio Atansio Girardot (Medellín, Colombia), donde pocas horas antes el equipo del líder del Cártel de Medellín había derrotado al América de los hermanos Rodríguez Orejuela (Miguel y Gilberto). El mayor narcotraficante de la historia murió tras compartir palco con el que sería su sucesor, que ese día no pagó a sus jugadores. "Si no ganan, no les voy a pagar", les decía a sus futbolistas antes de saltar al terreno de juego. Una conversación que desveló la propia estrella del equipo, Fernando Villareal, quien desconocía quiénes eran los Rodríguez Orejuela y sólo buscaba abandonar el banquillo del Independiente, donde disfrutó de pocos minutos sobre el verde.

"Le doy los 90, un carro y un departamento. Y si salimos campeones, le regalo 20.000 más", le dijo el líder del Cártel de Cali para cerrar su fichaje, según una entrevista que concedió a Infobae. Los hermanos Rodríguez Orejuela eran los máximos referentes de la organización criminal de Cali e hicieron del equipo de fútbol de su ciudad una hegemonía futbolística: ocho títulos locales y tres subtítulos de Copa Libertadores, torneo que no terminó de sobornar. Miguel Rodríguez convirtió al América de Cali en un equipo casi invencible gracias al dinero de la cocaína que vendía a Estados Unidos. Contrató a los mejores jugadores... y casi todos los árbitros. "El dinero corría a raudales. Era dinero del narcotráfico el cual, como ustedes saben, era mucho", reveló su propio hijo en un libro que recoge la historia de su padre.

Intentó fichar a Maradona antes que el Barça

El talonario no supuso un problema para Miguel Rodríguez, a quien el actor venezolano Francisco Denis le da vida televisiva en la tercera temporada de 'Narcos'. Fue así, gracias a sus toneladas de dinero, como ayudó a Argentina a ganar el Mundial de 1978. La selección albiceleste necesitaba ganar 0-6 a Perú para que Brasil no pasase de la segunda ronda del campeonato. Los peruanos aceptaron la plata y los argentinos evitar la canarinha. Los planes le solían salir a la perfección, todos menos el de intentar fichar a Maradona. El clan de los Rodríguez Orejuela intentó fichar al astro argentino un año después del mundial, pero el Barça se topó en su camino.

El que forma parte de uno de los mejores futbolista de la historia aún jugaba en el Argentinos Junior y se tuvo que desplazar a Cali para disputar la Copa Libertadores. El Cártel de Cali no desaprovechó la oportunidad e invitó a Maradona a comer a la elegante mansión en el barrio Ciudad Jardín en el sur de la ciudad. Maradona quedó impresionado por el lujo que rodeaba a los Rodríguez Orejuela. Eso, y la cantidad astronómica a la que ascendía su fichaje: tres millones de dólares, quinientos mil en esa misma mesa. Al contado. Pero su representante alargó las negociaciones hasta que cerró su fichaje por el FC Barcelona.

No obstante, la relación del astro argentino con el Cártel de Cali no se apagó, y siguieron avivando el fuego con regalos y palabras de agrado. Miguel Rodríguez mantuvo la esperanza de verle saltar al terreno de juego con la camiseta roja del América de Cali y le envió varios Rolex y mensajes para no perder el contacto. Maradona también hizo lo pertinente, le envió firmadas sus camisetas del Barcelona y del Nápoles, sin pensar que años más tarde vería su vida truncada por la droga con la que comercializaba su amigo de Cali.

En Colombia, siguen buscando 'mecenas'

Durante años, los hermanos Rodríguez Orejuela dominaron el narcotráfico y el deporte de Colombia. "Llegabas al aeropuerto y había taxistas que trabajan para ellos. Ya sabían a qué ibas, a dónde ibas… Era una organización a todo nivel. Las clínicas eran de ellos, las farmacias eran de ellos, las concesionarias eran de ellos. Todo era de ellos. Tenían el manejo absoluto de todo", contaba Fernando Villareal, al que Miguel le hacía despertar a las tres de la mañana para las reuniones de equipo. Horario de un narco al que siempre estará agradecido: "Conmigo se comportó bien", sentenció.

La historia del América de Cali es aún un ejemplo para algunos equipos de segunda división que buscan la gloria invirtiendo el dinero procedente de la venta de droga. "Buscan un mecenas, como les dicen aquí en Colombia, y son personas narcotraficantes que no quieren aparecer, pero que son los que ponen el dinero, inyectan el dinero para que un equipo pueda subir a la primera división", denunció el propio sobrino de Miguel Rodríguez.