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El Santiago Bernabéu no olvida, los silbidos a Piqué fueron inevitables
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también escuchó gritos de aliento

El Santiago Bernabéu no olvida, los silbidos a Piqué fueron inevitables

Como era de esperar, Gerard Piqué escuchó música de viento, por mucho que varios jugadores del Real Madrid, casos de Ramos y Carvajal, pidieran respeto hacia el jugador del Barcelona

Foto: Piqué y Ciro Immobile, durante el España-Italia. (Reuters)
Piqué y Ciro Immobile, durante el España-Italia. (Reuters)

La campaña para silenciar las gradas del Santiago Bernabéu no surtió el efecto deseado, como era de prever. Sergio Ramos, como capitán de la Selección, dejó claro que “todos aquellos que defienden los colores del equipo, merecen un respeto”. Le secundó su compañero Dani Carvajal, que subrayó que “si le pitan a él, nos pitan a todos los demás”. “Necesitamos que nos apoyen”, sentenció Julen Lopetegui. Pero los pitos a Gerard Piqué, eternos, aparecieron durante el España-Italia. Todo lo contrario que con Iniesta: unanimidad absoluta cuando se retiró del terreno de juego, recibiendo una tremenda ovación el manchego.

Cuando el nombre del jugador del Barcelona sonó por la megafonía del estadio, antes de que arrancara el partido, algunos pitos, no muchos, se dejaron sentir. Mucho más cuando el balón se puso a rodar. En cuanto el zaguero tocó el balón, la música de viento se hizo notar. ¿Qué paso? Que como sucedió en la época de Mourinho, la grada se fraccionó. Gritos de '¡Piqué, Piqué!' entraron en juego, lo que provocó que los detractores aumentaran los decibelios cuando Gerard entraba en juego. Eso sí, a medida que el partido fue avanzando, el ambiente hostil fue disminuyendo de intensidad, aunque los dos bandos definidos no callaban del todo.

El tempranero gol de Isco tiñó muy pronto de fiesta las gradas del estadio, pero eso no acalló a los críticos con el jugador barcelonista. Aunque los aplausos y el cariño parecían imponerse por momentos, los que no olvidan siguieron con su guerra particular. Hasta se dejaron oír gritos de '¡Ultras Sur!', el polémico grupo de aficionados del Real Madrid que Florentino Pérez expulsó del Santiago Bernabéu, pero que de vez en cuando aparece en algún recinto deportivo. Con el paso del tiempo, el ambiente pareció suavizarse por momentos, pero no, también en el segundo acto una pequeña parte de la afición se acordó de Gerard.

placeholder El Santiago Bernabéu se llenó por completo. (Reuters)
El Santiago Bernabéu se llenó por completo. (Reuters)

El viernes todo marchaba por el buen camino. Se presentó la Roja en el estadio del Real Madrid para completar el último y protocolario entrenamiento previo al partido. Unas 5.000 personas aguardaban en las gradas y nada sucedió. Hasta se vio a Piqué jugar con los hijos de Sergio Ramos sobre el verde, mientras desde las gradas el respeto era total y absoluto.

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Acabó desquiciado Del Bosque con este asunto que ahora padece Lopetegui. El que fuera seleccionador durante años, se quejó más de una vez de esos pitos que se extendían por todos aquellos estadios que pisaba el combinado nacional. "Es un buen chico y en la Selección se sentía muy español; aguantaba los silbidos con mucha entereza", llegó a declarar el veterano entrenador salmantino. Su sustituto en el banquillo, como Vicente, tampoco se siente muy cómodo cuando el asunto sale a colación y le toca valorarlo.

La campaña para silenciar las gradas del Santiago Bernabéu no surtió el efecto deseado, como era de prever. Sergio Ramos, como capitán de la Selección, dejó claro que “todos aquellos que defienden los colores del equipo, merecen un respeto”. Le secundó su compañero Dani Carvajal, que subrayó que “si le pitan a él, nos pitan a todos los demás”. “Necesitamos que nos apoyen”, sentenció Julen Lopetegui. Pero los pitos a Gerard Piqué, eternos, aparecieron durante el España-Italia. Todo lo contrario que con Iniesta: unanimidad absoluta cuando se retiró del terreno de juego, recibiendo una tremenda ovación el manchego.

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