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Mendes se divorcia de sus futbolistas ante la juez: cada uno se defiende por su cuenta
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EN LA DECLARACIÓN EN EL JUZGADO

Mendes se divorcia de sus futbolistas ante la juez: cada uno se defiende por su cuenta

Mendes usa un despacho distinto al de sus representados para salvarse y se desmarca de la estructura fiscal offshore: "Los futbolistas designan sus asesores sin vinculación conmigo"

Foto: Jorge Mendes a su llegada a los juzgados de Pozuelo. REUTERS
Jorge Mendes a su llegada a los juzgados de Pozuelo. REUTERS

El comunicado de Gestifute tras la declaración de Jorge Mendes como investigado ante la juez Mónica Gómez Ferrer por el fraude de Radamel Falcao, conluía con una revelación de calado: "Mendes ha manifestado que nunca ha asesorado en materia fiscal a los jugadores, quienes en todos los casos designan sus propios asesores sin vinculación alguna con aquél". Jorge Mendes, el hombre que presume de defender a sus representados como a sus hijos, de no necesitar un contrato por escrito, ha partido con sus representados. Al menos ante la justicia. Ya no llevan abogados del mismo bufete y cada uno se defiende por su camino. Según su versión, si ellos acabaron con el abogado de confianza de Mendes, Carlos Osório de Castro, como asesor fiscal fue por su cuenta y riesgo. Habrá qué ver cómo incide esta declaración en el caso de Cristiano Ronaldo, que declara el 31 de julio ante la misma juez.

Cuentan que Sandro Rosell está arrepentido de haber publicado su libro de memorias 'Bienvenido al mundo real'. Allí, el expresidente del FC Barcelona contaba con detalles sus negocios en Brasil con Ricardo Teixeira, los que años después le han mandado a la cárcel de manera provisional. Los periodistas no tienen que bucear entre fuentes anónimas para reconstruir contactos y fechas entre Rosell, Nike, la Confederación Brasileña de Fútbol y su expresidente Teixeira. Está todo ahí.

Al libro 'La clave Méndes. Todos los secretos del mejor agente del mundo', publicado por La esfera de los libros en 2015, le puede acabar pasando algo parecido. Escrito por los periodistas Miguel Cuesta y Jonathan Sánchez es una especie de biografía autorizada de Mendes con prólogo de Cristiano Ronaldo y multitud de fotos de él con su entorno. En el texto ocupa un lugar destacado Carlos Osório de Castro, un abogado mercantilista portugués señalado como el autor del entramado fiscal por el que futbolistas representados por Mendes han acabado denunciados: sociedades offhore -generalmente en Islas Vírgenes Británicas- que acababan cediendo sus derechos de imagen a las irlandesas MIM y Polaris, esta última propiedad de Mendes (un 70%) y su sobrino y mano derecha, Luis Correia (un 30% de las acciones).

Ese libro tiene un apartado titulado "Carlos Osório. El defensor de Mendes". "En la comitiva de los viajes siempre aparece un hombre discreto, unos pasos por detrás del agente. Va sin hacer ruido, y sin embargo es una pieza fundamental en las negociaciones con los futbolistas y clubes. Su nombre es Carlos Osório de Castro y es el abogado de confianza de Jorge Mendes a nivel personal y profesional. Su trabajo consiste en dar asesoría jurídica al agente y a sus jugadores para que los representados de Mendes no necesiten disponer de abogado propio". El libro incluye reveladoras imágenes de Osório en momentos clave: con Falcao y Mendes brindando con vino tinto tras cerrar su traspaso al Manchester United y junto a Joan Laporta y Deco al fichar por el Barcelona.

Sobre Carlos Osório: "Da asesoría jurídica al agente y a sus jugadores para que los representados de Mendes no necesiten abogado propio"

Sin embargo, la versión ante la juez de Pozuelo de Alarcón ayer fue radicalmente distinta a la del libro. Según Mendes, él no gestionaba los derechos de imagen ni sabía nada del tema. "Como agente, se limita exclusivamente a representar a deportistas en sus negociaciones con los clubes para la determinación de las condiciones salariales de sus contratos, sin que ni él ni sus colaboradores hayan intervenido nunca en la constitución de las estructuras societarias de los jugadores a los que representa, ni tampoco en el asesoramiento fiscal de los mismos", señaló Gestifute posteriormente. Hasta ahí entraba en el guión previsto: es la defensa lógica que anticipaban penalistas del sector. El agente hace traspasos y no estructuras fiscales. Punto.

Pero fue más allá. Según el superegante, cada futbolista que acabó con Osório y montó esa estructura de derechos de imagen lo hizo por su cuenta. Fueron ellos los que buscaron a Osório. Mientras los futbolistas de Gestifute han estado hasta ahora representados por letrados de Baker McKenzie -salvo Di María que hace tiempo que partió con el superagente-, Mendes llegó a Pozuelo defendido por Carlos Sáiz, abogado de Gómez Acebo y Pombo.

Procesalemente tiene sentido, porque llegados a este punto los intereses penales de los futbolistas y de los asesores son distintos. El futbolista puede decir que no sabía nada y que hizo lo que le dijo el asesor y si este es imputado puede declarar que le ordenaron reducir la factura fiscal. De hecho, fue Falcao quien señaló a Mendes al decir que creó esa estructura de imagen desde al fichar por Gestifute. "El asesor tiende a defenderse y complica la defensa del futbolista", comenta un penalista experto en estos casos. Por eso Di María y Carvalho han eludido hablar de Mendes y compañía en sus acuerdos de conformidad. El caso de Di María se ha cerrado y el de Carvalho está a punto de hacerlo sin implicar a Mendes ni a ningún asesor fiscal. Defender a las dos partes puede incluso generar un conflicto de intereses. Pero en este caso abre una interrogante: el 31 de julio declara ante la misma juez Cristiano Ronaldo investigado por cuatro delitos fiscales. ¿Si este señala a Mendes dirá el agente que no tiene nada que ver con la estructura fiscal de CR7? Cristiano y Mendes son uña y carne, sus carreras están entrelazadas desde casi el principio. ¿Partirá con él llegado el caso?

Mendes defiende que si todos sus futbolistas denunciados hasta el momento usaban la misma estructura y acaban en la misma sociedad irlandesa de su propiedad era porque ellos individualmente lo decidieron sin que él participara. Fuentes jurídicas explican que además tuvo un desliz que contradice eso: declaró que Andy Quinn, el dueño de MIM, la empresa que gestiona los derechos de imagen en Irlanda y que comparte sede con Polaris, es empleado suyo. En ese caso, MIM y Polaris serían propiedad de Mendes, lo que le vincularía más a toda la estrcutura offshore, algo que el agente ha negado.

Por lo pronto, la juez ha citado a Luis Correia, sobrino de Mendes y mano derecha del agente en Gestifute, como imputado. Pero el caso Falcao no es el mayor de sus problemas. Lo malo para él es que Coentrao, Cristiano y Mourinho (de momento) aún tienen que pasar por la instrucción judicial. Antes de la sentencia del Supremo sobre Messi, la fiscalía a menudo dejaba pasar a los asesores porque buscaban cobrar, pero el alto tribunal dejó claro que era incoherente no acusar también a los asesores fiscales. Y ahora ya no los dejan fuera.

El comunicado de Gestifute tras la declaración de Jorge Mendes como investigado ante la juez Mónica Gómez Ferrer por el fraude de Radamel Falcao, conluía con una revelación de calado: "Mendes ha manifestado que nunca ha asesorado en materia fiscal a los jugadores, quienes en todos los casos designan sus propios asesores sin vinculación alguna con aquél". Jorge Mendes, el hombre que presume de defender a sus representados como a sus hijos, de no necesitar un contrato por escrito, ha partido con sus representados. Al menos ante la justicia. Ya no llevan abogados del mismo bufete y cada uno se defiende por su camino. Según su versión, si ellos acabaron con el abogado de confianza de Mendes, Carlos Osório de Castro, como asesor fiscal fue por su cuenta y riesgo. Habrá qué ver cómo incide esta declaración en el caso de Cristiano Ronaldo, que declara el 31 de julio ante la misma juez.

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