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España-Israel: Gijón se blinda ante la llegada la selección más polémica
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España-Israel: Gijón se blinda ante la llegada la selección más polémica

La ciudad asturiana vivirá un histórico dispositivo para recibir el partido internacional. El equipo hebreo viajará con efectivos de seguridad y miembros del Mosad y extremará las precauciones

Foto: El Molinón se blindará para la visita israelí (EFE)
El Molinón se blindará para la visita israelí (EFE)

Tuvo que ser Gijón, y no otra, la ciudad escogida por la Real Federación Español de Fútbol para recibir a Israel. Los motivos que tiene la institución para ubicar los partidos suelen ser clientelares y no valoran demasiado otras cuestiones cuando tienen que tomar una decisión. La prueba más clara está aquí, pues la ciudad costera de Asturias era la más grande de España en haber suscrito un boicot oficial a Israel, una iniciativa tomada por el consistorio y que tiene, por descontado, unas indeseadas variables diplomáticas para este partido.

Foto: El Molinón (EFE)

Es cierto que en cualquier lugar el partido hubiese estado revestido de cierta polémica. Porque no hay encuentro de Israel que no la conlleve. Allá donde va el equipo israelí se suelen concertar manifestaciones en las puertas de los estadios y reivindicaciones a favor del pueblo palestino. En eso Gijón no será excepcional. La plataforma BDS (bloqueo, desinversión y sanciones) que logró que el ayuntamiento asturiano les apoyase institucionalmente, planea una manifestación en favor de los derechos humanos y contra los ataques a los mismos de Israel que llegue a El Molinón. Además, se ha preparado una gran cantidad de tarjetas rojas que se ditribuirán por la grada con vistas a mostrar rechazo al estado hebreo.

"Estamos convencidos de que todo lo que rodea al partido va a ser perfecto, es un partido de fútbol, no lo convirtamos en otra cosa", zanja en la rueda de prensa una portavoz de la Real Federación Española de Fútbol. No hay nada más que hablar, algo que tampoco es inusual cuando de la RFEF se trata. El planteamiento, en todo caso, no deja de ser algo parecido a lo de siempre: no hablar de nada que no tenga un balón rodando.

La seguridad será extrema. Ya de por sí un partido de la Selección siempre lo es, más aún en el estado de alarma 4 en el que se encuentra ahora mismo España. Pero a todo eso se incorpora ahora un factor, y es que el equipo israelí vive en estado de constante amenaza. Desde los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1976, cuando once deportistas del país fueron asesinados por el grupo terrorista Septiembre Negro, se ha vivido una psicosis por la seguridad de los jugadores del país. Pasa con la selección, también con los equipos que la representan en competiciones europeas.

Es habitual que el equipo vaya encapsulado, es decir, con un perímetro constante de seguridad. Con los jugadores suele viajar un buen número de efectivos del Mosad, la agencia de inteligencia israelí, además de servicios de seguridad propio. En Gijón, sin llegar a dar cifras, se espera un dispositivo histórico. La policía local se verá reforzada, llegarán efectivos desde Madrid para auxiliar el blindaje del encuentro. Se ha llegado, incluso, a valorar la posibilidad de prohibir el aparcamiento en las proximidades del estadio.

Como es común en esto caso, habrá destacamentos de patrullas caninas, a caballo y subterráneas, que desde días antes al encuentro hacen rastreos para mirar al detalle cualquier problema que pueda surgir. Los equipos, que no se alojarán en la ciudad, estarán constantemente vigilados por fuerzas de seguridad.

placeholder El equipo de fútbol de Israel (Reuters)
El equipo de fútbol de Israel (Reuters)

Israel, la UEFA y su pertenencia a Europa

El estatus de Israel en el fútbol ha sido siempre una cuestión complicada. Geográficamente es parte de Asia, pero los problemas que supone que el equipo dispute partidos en muchos países del continente, abiertamente hostiles políticamente a su mera existencias, ha hecho que las autoridades deportivas hayan tenido que buscar soluciones que garantizaran la normal disputa de las eliminatorias asiáticas y, también, la posibilidad de Israel de acceder a competiciones internacionales.

Foto: Gianni Infantino y el jeque Salman Khalifa (EFE)

En los años 50 Israel, después de desgajarse oficialmente de la corona británica, formó parte de la Confederación Asiática (AFC), pero pronto llegaron los problemas. En la clasificación para el Mundial 58 los países musulmanes se negaron a jugar contra Israel, lo que hizo que el país hebreo tuviese el pase casi asegurado. La FIFA reaccionó, les hizo jugar una eliminatoria contra Gales que perdieron y ningún país del continente acudió a la gran cita.

Seis años después ganaría Israel su única competición internacional, la Copa de Asia, aunque también tiene truco. Eran los anfitriones y 11 de los 16 equipos participantes se negaron a viajar a Israel. Su título se compone de victorias contra India, Hong Kong y Corea del Sur, y en vídeos recopilatorios oficiales ni siquiera aparece, la AFC hace como si no existiese. Después de aquello, y ante la cada vez mayor hostilidad de la zona, Israel disputó eliminatorias tanto con la confederación oceánica de fútbol como en la Europea, aunque no fue hasta los años 90 en los que se intentó resolver definitivamente la situación.

A principios de la década, se admitió a los equipos israelíes en las competiciones de clubes del continente. En 1994 se llegó a un acuerdo para que pasase a ser miembro de pleno derecho de la UEFA, con el país disputando desde entonces las clasificatorias en el Viejo Continente, una decisión que nunca ha dejado de ser polémica del todo, generando constantes quejas de varias organizaciones internacionales.

La posición de Israel en la FIFA

Foto: Gianni Infantino (EFE)

No corren los días más sencillos para la Federación de Fútbol Israelí. En los últimos meses, especialmente desde que dejase la presidencia Sepp Blatter, se han redoblado los esfuerzos para clarificar su estatus y el de Palestina en el fútbol mundial y por remarcar problemas contra los Derechos Humanos que emanan de la tensa relación entre ambos países. El mayor conflicto, o por lo menos en el que más énfasis se está poniendo, está en el problema de los asentamientos.

La Federación Palestina ha llevado a los órganos de la FIFA una petición de sanción a Israel por tener equipos fuera de su territorio, en Gaza y Cisjordania. Las normas del fútbol internacional prohiben específicamente que haya equipos situados fuera de las fronteras del país, salvo unos cuantos casos específicos entre los que no se contempla esta opción. En el último Congreso de la FIFA una comisión dirigida por Tokyo Sexwale -sudafricano, luchador contra el Apartheid, excandidato a la presidencia de FIFA- en la que se deben tratar temas de derechos humanos y, específicamente, sobre Palestina, aunque en la última ocasión se encontraron con el desprecio, precisamente, de los dirigentes futbolísticos de los países del Golfo Pérsico.

Tuvo que ser Gijón, y no otra, la ciudad escogida por la Real Federación Español de Fútbol para recibir a Israel. Los motivos que tiene la institución para ubicar los partidos suelen ser clientelares y no valoran demasiado otras cuestiones cuando tienen que tomar una decisión. La prueba más clara está aquí, pues la ciudad costera de Asturias era la más grande de España en haber suscrito un boicot oficial a Israel, una iniciativa tomada por el consistorio y que tiene, por descontado, unas indeseadas variables diplomáticas para este partido.

Israel Conflicto árabe-israelí
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