El candidato renovador para la RFEF se presenta atizando a Villar: "No le reconozco"

Jorge Pérez quiere volver a la Federación de Fútbol, esta vez como presidente. Su carrera profesional está íntimamente ligada a la institución de la que fue primero director de comunicación -es periodista de formación- y, posteriormente, secretario general. Su salida de la casa fue abrupta, despedido por Ángel Villar al darse cuenta el presidente de que le tendría como rival en las siguientes elecciones para la institución. Antes, una serie de disensiones dentro del organismo le habían llevado a apartarle de sus funciones. Pérez había perdido la guerra interna, ahora trata de retomar su trabajo y, ya de paso, darle un vuelco a la RFEF.

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Porque Jorge Perez tiene en su mayor fortaleza también su debilidad. Pocos como él, si es que hay alguno, conoce la casa. Muchos años de trabajo allí. Eso también pone en duda su capacidad de renovar la federación. Al fin y al cabo el proyecto más fuerte contra Villar no deja de estar encabezado por alguien que, durante décadas, fue su mano derecha. Pequeñas paradojas del deporte español, porque es probable para cualquier otra persona no vinculada en este tiempo a la RFEF las cosas fuesen aún más difíciles.

El candidato presentó su proyecto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La sala, no muy grande, estaba hasta arriba de gente. Se podía ver gente de su candidatura, como Eduardo Iturralde González, que irá como jefe de los árbitros. También algún presidente de federación autonómica, aunque ese, claramente, no es su mayor respaldo. Le acompañaban en el escenario Luis Gil y Santiago Nebot, que antes de entrar en su candidatura estaban en el sindicato de futbolistas. También, por supuesto, Javier Tebas. El presidente de la Liga, con su apoyo explícito, es uno de los puntos fuertes de la candidatura de Pérez. No importa que el oscense no sea la persona más popular en el mundo: tiene 20 votos en la Asamblea que elegirá al presidente y su organismo mueve ahora dinero suficiente para darle un vuelco al fútbol español si es necesario.

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"Quiero romper una lanza por Javier Tebas, no solo en lo profesional, donde está haciendo una tarea titánica para sanear la Liga y ha ayudado a la Segunda B, la tercera y el fútbol femenino, sino también un reconocimiento a su figura", decía Jorge Pérez casi al empezar su alocución. "Si lo que estoy diciendo me resta votos me da igual, hay cosas más importantes que las elecciones, que son los principios, y yo quiero ser justo con él", abundó el candidato. Tebas, que llegó algo tarde, no disimula su apoyo, de algún modo es el patrocinador de la candidatura de Pérez. Entre otras cosas porque considera que con Villar no hay avance posible en el fútbol español.

Tebas, además, tiene a mano el dinero. Se nota en la presentación de la candidatura, donde se suceden los proyectos. Todos necesitan una fuerte aportación económica y todo parece salir del 1% por derechos de retransmisión que corresponde a la RFEF en virtud al Real Decreto que organiza estas historias. Por ejemplo, los 26 millones de euros de más que se quieren aportar al fútbol aficionado para el año 2020. O el intento de doblar el dinero que perciben los clubes de 2ªB. Incluso el aumento de dos millones de euros al fútbol femenino.

Más dinero en todas partes

Al final el dinero cuenta. Casi todas las propuestas tienen de fondo una mayor aportación, más subvención, más dinero. También hay otras más estrictamente futbolísticas, como el intento de modificar la Copa del Rey para que puedan jugar todos los equipos de 2ªB y Tercera. O las diferentes ideas para hacerla más atractiva, que van desde el partido único a la realización de una final a cuatro parecida a la Copa de baloncesto, todo un éxito deportivo. La idea es, además, que la final femenina se juegue en las mismas fechas.

El problema para Jorge Pérez es parecido al de todos los que aspiran desde fuera a llegar a una presidencia de federación: la oscuridad del proceso. En la presentación se hizo especial énfasis en el modo de elección del presidente, recordar a todos las personas presentes en el mundo del fútbol que de ellos depende quién será el regidor de este deporte durante los próximos cuatro años. La tarea es ardua, complicada, pues una gran mayoría piensa que la federación es algo que ajeno al fútbol que ellos aman. Villar, por su experiencia, ha demostrado sobradamente que tiene controlada la Asamblea de la RFEF. Jorge Pérez -y Miguel Galán, el otro precandidato- no es el primero que desafía su poder. Todos los que lo intentaron antes terminaron decepcionados, superados por una maquinaria invisible en la que es complejo actuar.

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Porque se llaman elecciones sí, pero porque no se ha encontrado una palabra mejor para definir el proceso. El voto por estamentos es complicado de explicar, aún más difícil de dirigir si no se tienen las herramientas necesarias. La candidatura de Jorge Pérez exige -y tiene derecho a ello- el voto electrónico. Teme el que llega por correo, que tradicionalmente beneficia a los candidatos que más arraigada tienen la estructura.

Como telón de fondo de estos comicios hay tres procesos judiciales abiertos contra Villar. En uno de ellos también está investigado Jorge Pérez, como contó este periódico. La posibilidad de que el vizcaíno sea inhabilitado es aún lejana, aunque muchos la ven como la opción más probable para sacarle del puesto que ocupa desde 1988. Pérez se dice limpio en todo esto: "No tengo nada que temer, si lo tuviera no me habría embarcado en esta aventura".

Le sorprende, eso sí, que en la última declaración judicial de Villar el presidente intentase culparle a él de todo lo ocurrido en la federación durante estos años. "En los últimos días no reconozco al señor Villar, al que ha sido mi presidente y mi líder. Él siempre ha dicho los empleados están para trabajar y los dirigentes para decidir. Le he visto en UEFA decir que si había habido algún error, al exponer datos de su gestión, el responsable era él. Pero el otro día en un juzgado me sorprendió que dijera que el responsable es el secretario, el administrador, el tesorero y Marcelino Maté, presidente de Castilla-León que le apoya", explicaba Jorge Pérez.

Jorge Pérez tiene un reto por delante. Ha formado parte del equipo de Villar durante años, pero no es Villar. La primera diferencia, obvia, es la transparencia, uno de los cuatro reclamos de la candidatura junto con la renovación, el trabajo y la participación. Es inimaginable que el vizcaíno haga una presentación de proyecto, ni siquiera es claro que vaya a existir uno como tal. No juntará a la gente de su candidatura ni llamará a los medios de comunicación porque él, por principio, no habla. Y eso, aunque solo sea empezar, ya es un cambio drástico entre quien es y quien quiere ser.