Es noticia
Álvaro Domínguez, inválido para el fútbol, una vida abierta para todo
  1. Deportes
  2. Fútbol
molesto con el borussia mönchengladbach

Álvaro Domínguez, inválido para el fútbol, una vida abierta para todo

Álvaro Domínguez anunció, con 27 años, su retirada del mundo del fútbol. Una lesión en la espalda le ha obligado a colgar las botas a tan temprana edad

Foto: Álvaro Domínguez, durante un entrenamiento con eel Borussia Mönchengladbach (EFE)
Álvaro Domínguez, durante un entrenamiento con eel Borussia Mönchengladbach (EFE)

Desde hace meses se conocía cuál iba a ser el desenlace de la historia. Triste final. La dolencia cada día aumentaba de tamaño, el físico no respondía y la sombra de la retirada del fútbol apareció como una amenaza muy seria. Finalmente, la lesión dictó sentencia y Álvaro Domínguez anunciaba este pasado martes que se veía obligado a colgar las botas. Con 27 años, el sueño terminaba. Los dos últimos han sido un calvario. El balón siempre fue su compañero, pero su cuerpo ha dicho basta. No da más de sí. "A nadie le gustaría ser un inválido con 27 años de edad”, sentenció al anunciar su decisión. Le toca elegir camino a seguir al hombre que no dejó los libros para estudiar INEF, aunque seguro que el fútbol continuará siendo su compañero en el tránsito que tiene por delante.

Foto: Álvaro Domínguez (Rurets)

Cuando estaba en el Atlético de Madrid ya empezó a sufrir problemas en la espalda. Muchos días se encerraba en el gimnasio para trabajar en solitario. Algo que en aquella época no tenía excesivamente importancia, aunque ahora que ha llegado al final del camino se puede entender como un aviso. Cuando abandonó el equipo rojiblanco para iniciar una nueva aventura en Alemania, lo hizo para ser protagonista estelar siempre, también porque en aquella época las arcas del Atlético de Madrid estaban vacías.

Su vida en el Borussia Mönchengladbach discurría sin sobresaltos y con buena nota. Era y se sentía importante. Tanto como para pensar en dar el salto a un equipo de superior categoría. Pero todo se torció la pasada temporada, cuando esas molestias en la espalda ya fueron insoportables. No podía rendir sobre el terreno de juego. Disputó su último partido el 7 de noviembre de 2015 (ante el Ingolstadt). Aquel día jugó de principio a fin, pero poco después se entendió que pasar por el quirófano era imprescindible.

Una hernia discal, el paso previo a la hernia, ha sido definitiva para que Álvaro Domínguez abandone lo que tanto le apasiona, lo que ha impulsado su vida desde que era un niño. El jefe de los servicios médicos del Gladbach, Stefan Hertl, apostó por el bisturí y el madrileño se puso en manos de un buen especialista de espalda radicado en Múnich. "Tomé la decisión de acuerdo con los médicos para poder jugar pronto sin dolor", dijo entonces Domínguez. Pero el dolor ya nunca desapareció. Hasta hoy.

El año pasado, cuando se disponía a iniciar su cuarta temporada, y a la postre última, manifestó sus diferencias con los servicios médicos del club alemán. En una entrevista concedida a la 'Cadena SER' reconoció sentirse "desamparado y descontento con el club". Explicó que mientras él apostaba por el reposo a la vista de que las molestias no desaparecían, el Borussia Mönchengladbach lo hacía por exigentes sesiones de trabajo. "Es su mentalidad, no entienden que con cuatro horas de entrenamiento al día no puedo recuperarme", manifestó el futbolista.

Regresó a España, a casa, para tratar de encontrar una solución que en Alemania no le daban. Todo resultó en vano. También el paso por el quirófano. Desde entonces, todo fue un suplicio. El físico no respondió como esperaba, los dolores eran constantes y tuvo que arrojar la toalla. Funesto final para la carrera deportiva de un futbolista muy joven, que de no haber surgido este desagradable incidente, aún tendría muchos años por delante para desarrollar su profesión.

Las relaciones entre Álvaro Domínguez y la institución no son las mejores desde hace mucho tiempo. Prueba de ello es que el Borussia Mönchengladbach se enteró de la noticia a través del vídeo que colgó el futbolista en su cuenta de Twitter. Tal vez tenga que ver ese seguro médico particular que los jugadores que aterrizan en la Bundelisga deben tener. Son las aseguradoras las que se encargan de abonar los emolumentos del futbolista cuando éste está lesionado y alejado de los terrenos de juego.

La contestación del Gladbach a Domínguez.

El club alemán, que dedicó en su página web un extenso y cariñoso artículo a Álvaro Domínguez, resaltó que le ayudará de manera incondicional. Así, el director deportivo, Max Eberl, afirmó que "es una situación triste, cuando un joven de 27 años de edad tiene que poner punto final a su carrera deportiva como futbolista profesional". El ejecutivo añadió que "para el club tampoco es una situación agradable, pero lo vamos a apoyar todos con todas nuestras fuerzas y darle la oportunidad de emprender el camino que él vea oportuno. Ya sea en el fútbol o fuera de la cancha, aún está por verse”. "El futuro de Domínguez está abierto", resalta el club.

Dominguez, recuerda el Gladbach, "se convirtió muy pronto en un jugador decisivo para el equipo. Participó en 106 ocasiones y anotó 3 goles. Ha resultado ser un jugador indispensable para el equipo durante los últimos años por sus grandes cualidades, como su uno contra uno, su juego de cabeza, su buen juego posicional y sus salidas con el balón desde campo propio". Resalta, por otra parte, que "Dominguez aprendió muy rápidamente alemán y demostró sus ambiciones para poder dirigir al equipo tanto en el campo como en el vestuario". “Álvaro ha sufrido durante mucho tiempo", sentenció por su parte André Hahn, compañero del zaguero español. Empieza una nueva vida...

Desde hace meses se conocía cuál iba a ser el desenlace de la historia. Triste final. La dolencia cada día aumentaba de tamaño, el físico no respondía y la sombra de la retirada del fútbol apareció como una amenaza muy seria. Finalmente, la lesión dictó sentencia y Álvaro Domínguez anunciaba este pasado martes que se veía obligado a colgar las botas. Con 27 años, el sueño terminaba. Los dos últimos han sido un calvario. El balón siempre fue su compañero, pero su cuerpo ha dicho basta. No da más de sí. "A nadie le gustaría ser un inválido con 27 años de edad”, sentenció al anunciar su decisión. Le toca elegir camino a seguir al hombre que no dejó los libros para estudiar INEF, aunque seguro que el fútbol continuará siendo su compañero en el tránsito que tiene por delante.

El redactor recomienda