Un Jumilla-Lorca para rivalizar con el Real Madrid en la televisión de China

El próximo 6 de noviembre, los chinos que estén por la tarde (a eso de las seis) en casa haciendo 'zapping' podrán encontrarse fútbol español en la televisión. Vale, hasta aquí todo normal. Desde que Javier Tebas, presidente de LaLiga, y Jaume Roures, gestor de los derechos del fútbol español, creyeron encontrar la fiebre del oro en el gigante asiático, ver fútbol español en la tele china es relativamente normal, si bien todavía es considerado como una programación muy residual. Lo curioso viene ahora: los chinos tendrán para elegir. Por un lado, probablemente podrán ver al Real Madrid medirse al Leganés en el Santiago Bernabéu. Por otro lado, podrán disfrutar de un Jumilla-Lorca disputado en la Nueva Condomina de Murcia.

Tal cual. Los dos equipos de la Región de Murcia jugarán su partido del grupo IV de Segunda B en el mayor estadio de la comunidad gracias a la intermediación de los máximos dirigentes de ambos clubes, que comparten nacionalidad. Los dos son chinos. Los dueños del Jumilla son Li Xiang y Tang Hui, dos personas relacionadas con los medios de comunicación de su país, mientras que el ahora propietario del Lorca FC (hasta este verano llamado La Hoya Lorca, conocido por su 'camiseta brócoli') es el exfutbolista y exseleccionador Xu Genbao.

Los primeros, tal y como cuenta el diario 'La Verdad', entraron en el club jumillano y comenzaron a sanear las cuentas hasta ponerlas en estos momentos al día. El segundo dejó su carrera como entrenador, la cual se extendió hasta hace pocos años, para comprar un club en auge como la Hoya Lorca y tratar de modernizarlo. Que el fútbol chino ha entrado en España es una realidad inequívoca. Además de clubes pequeños como pueden ser Jumilla y Lorca, otros como el Espanyol, el Granada, el Atlético de Madrid y próximamente el Celta de Vigo tienen propietarios chinos, mientras que otros como el Rayo y la Real Sociedad fueron ayudados económicamente a través de patrocinios de empresas de aquel país. Además, el Valencia pertenece a Peter Lim, otro multimillonario del sudeste asiático.

Según explica el periódico murciano, este partido disputado en la Nueva Condomina, la casa del Real Murcia, podría servir como pago de favor del club pimentonero al Jumilla, ya que se habla que el club vinícola realizó un pago de 20.000 euros al Murcia en un momento en que el presidente del club, Guillermo Martínez Abarca (sucesor del fallecido Jesús Samper) hizo un llamamiento a empresarios de la Región para ayudar económicamente al club, que se encuentra en una situación financiera terrible, además de en pleno concurso de acreedores, del cual se reaprobó el convenio hace apenas unos días. Desde las dos entidades murcianas evitan hablar de aquel suceso y se limitan a remarcar las buenas relaciones que existen entre ambos clásicos equipos murcianos como motivo de la cesión.

Un partido que ayuda también al Murcia

El estadio, de titularidad municipal, fue uno de los escenarios más conocidos de la burbuja inmobiliaria en Murcia. Fue el principal objetivo que se marcó Jesús Samper cuando se hizo con el control del Real Murcia a finales de los 90. Prometió la construcción de un estadio y de una ciudad deportiva (que nunca llegó a hacerse) acorde a los optimistas deseos de asentar al Murcia en Primera División. Ascendió en dos ocasiones a la máxima categoría, pero en ambas fracasó y descendió inmediatamente, por lo que las altísimas inversiones del presidente grana no se vieron acompañadas de los resultados y tanto él como el club entraron en barrena económica, de la cual no han salido todavía ni se vislumbra el final.

Ahora, cualquier euro recibido es un triunfo, más cuando el primer equipo de la Región ha pasado a ser el UCAM Murcia, que subió a la Liga 123 (Segunda División) la pasada temporada y construyó un proyecto serio para quedarse en el fútbol profesional. Se le dio una importancia nunca otorgada a la campaña de abonados, bajando los precios a récords históricos del club intentando que la afición más apegada al equipo no lo abandone. Se procedió a una ampliación de capital que parece ir mejor de lo esperado. Además, alquiló su estadio durante el verano para que cualquiera pueda jugar por el módico precio de 600 euros entre semana y 1.000 en fin de semana.

El partido Jumilla-Lorca busca ser una manera de llamar a más inversores de China para que inviertan en el fútbol de la Región de Murcia, además de intentar traer a futbolistas chinos a la vega del Segura. Esto interesa no solo al fútbol de la comunidad, sino también a los propios presidentes jumillanos y lorquinos. De hecho, Li Xiang (que ocupa el puesto de vicepresidente del Jumilla, además de ser el máximo inversor), tiene la intención de fletar un avión para que empresarios chinos puedan acudir a las gradas de la Nueva Condomina para ver el encuentro en directo. La Nueva Condomina, un recinto excelente de 4 estrellas de la UEFA, pretende ejercer de efecto llamada. Un gran campo, perfectamente preparado, con una ciudad de más de 400.000 habitantes detrás que puede resultar atractivo a los bolsillos chinos. Es decir, puede ser incluso positivo para el propio Real Murcia, que busca desesperadamente alguien dispuesto a comprar el paquete accionarial que pertenecía a Samper.

Competirá con el Madrid

La casualidad hace que LaLiga haya establecido que el Real Madrid juegue ese mismo día y a la misma hora su partido de LaLiga Santander contra el Leganés. Ha sido ubicado en ese horario poco habitual para un gran club para que pueda ser visto en China a una buena hora, en el deseo de Tebas y Roures de que el fútbol español gane adeptos allí. Sin embargo, ya explicamos en este periódico que en numerosas ocasiones, esos partidos de nuestros clubes no se pueden ver por las principales cadenas ya que China está apostando por su propio fútbol, que es el que gana el espacio televisivo. Por otra parte, LaLiga Santander sigue estando muy por detrás en importancia en China que la Premier League y la Bundesliga.

La coincidencia del horario pone de manifiesto una vez más cómo el fútbol de bajas categorías, así como el fútbol base, se ven muy perjudicados por las nuevas horas a las que se disputan algunos partidos de la Primera División, lo que hacen que para los seguidores de las divisiones inferiores ver a su equipo suponga renunciar a ver a los mejores equipos de España, y viceversa.