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Sergio Ramos, la constante que une los debuts de Del Bosque y Lopetegui
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silva aguanta en el equipo, pero no será titular

Sergio Ramos, la constante que une los debuts de Del Bosque y Lopetegui

Hace ocho años, Del Bosque dirigía en Copenhague su primer partido y de aquel once sólo repetirá de inicio contra Bélgica el actual capitán de la Selección, Sergio Ramos

Foto: Ramos, Lopetegui y Busquets, en rueda de prensa (Sergio Barrenechea/EFE).
Ramos, Lopetegui y Busquets, en rueda de prensa (Sergio Barrenechea/EFE).

Hace tanto tiempo que no cambiaba España de seleccionador que ya nos parecía que Del Bosque llevaba en el banquillo nacional toda la vida. No es así, lógicamente. Incluso Del Bosque tuvo su puesta de largo, con todo el peso que conllevaba la obligación de continuar por el sendero de la victoria trazado con maestría por Luis Aragonés. Esa misma sensación siente ahora mismo Julen Lopetegui, que esta noche empezará a asumir la responsabilidad de guiar a la selección absoluta. Su responsabilidad es bien diferente. Debe reencontrar al que fuera el mejor combinado del mundo para volver a la senda del triunfo perdido hace ya cuatro años.

Foto: Julen Lopetegui da instrucciones durante el entrenamiento en el estadio Rey Balduino de Bruselas. (EFE)

Evidentemente, las cosas han cambiado ostensiblemente desde que Del Bosque se estrenara en el Parken de Copenhague contra Dinamarca, a pocos kilómetros del lugar donde se considera de forma unánime que nació la España campeona, en Arhus, con Aragonés. Aquel día, Del Bosque escogió un once bastante continuista con lo que había heredado. Cómo no hacerlo, si era una plantilla que venía de ganar una Eurocopa desplegando un fútbol soberbio. Esta fue la alineación con la que debutó el salmantino: Casillas; Ramos, Albiol, Puyol, Capdevila; Senna, Xavi, Iniesta, Silva; Villa y Torres. Apenas Albiol entró en el once en sustitución de Marchena, que no fue convocado al estar lesionado. El resto, lo mismo que deslumbró en Austria y Suiza, con la notable inclusión de Fàbregas, ausente también en esa lista por problemas físicos.

Del Bosque fue dando forma a su idea de juego partido tras partido. Evolucionó el equipo hasta completar el ciclo victorioso con un Mundial y otra Eurocopa con los dos pivotes en el centro del campo para dar mayor consistencia al equipo y, sobre todo, fortalecerlo a través de la llamada ‘posesión defensiva’, lo cual consiste en tener el balón como método infalible para impedir que el rival te ataque. Supo gestionar de la mejor manera posible un estilo que le era ajeno –como le era a Luis– para hacerlo victorioso. Esto funcionó gracias, principalmente, a que el técnico se postró ante el poder absoluto del Barça de la época y plagó la Selección de jugadores azulgranas, con los que trató de jugar a lo mismo que el Barça de Pep, pero con otra camiseta. El resultado fue muy similar en cuanto al juego y a los resultados obtenidos en forma de títulos.

De aquellos que empezaron con Del Bosque pocos quedan aún en la Absoluta. El cambio en el equipo nacional se aprecia más conforme echamos la vista atrás. Viendo aquel once de agosto de 2008, nos damos cuenta de que solo Ramos, Silva e Iniesta son y serán habituales en las convocatorias de Lopetegui. El resto del equipo forma ya parte del pasado, de una generación histórica que nunca se volverá a repetir. Ni siquiera sigue Casillas, la primera gran víctima de la disimulada criba del técnico guipuzcoano. El resto, en realidad, fueron cayendo poco a poco con Del Bosque. Senna fue el primero en desaparecer, luego le tocó a Capdevila, y el resto se despidieron después del Mundial de Brasil.

Foto: "A gusto con la gente de mi gusto", dijo Reina sobre Ramos. (@PReina25)

Si hablamos de los jugadores que entraron en el segundo tiempo, vemos más de lo mismo. Aquel día debutaron con la Absoluta Andoni Iraola y Diego Capel, ninguno de los cuales cuajó en el equipo. Xabi Alonso, bigoleador aquel día, forma parte de la terna que lo dejó en Brasil. Güiza se fue perdiendo poco a poco tras marcharse a Turquía, mientras que Cazorla parece haberse quedado recientemente sin sitio. La única excepción es Pepe Reina, la gran sorpresa de la lista de Lopetegui. Se quedaron sin participar Juanito, Amorebieta, Navarro, De la Red y Bojan.

Resulta, por tanto, complicado establecer una comparación con el once de estreno de Del Bosque y el que pretende utilizar Lopetegui. La idea del novato es clara: el 4-3-3 es indiscutible. Estos días siempre ha ensayado con el siguiente equipo, el mismo que saltará al estadio Rey Balduino de Bruselas para medirse a Bélgica: De Gea; Carvajal, Piqué, Ramos, Alba; Busquets, Koke, Thiago; Vitolo, Nolito y Morata. Todo esto, a falta de incorporar, en situaciones normales, a Iniesta, que se encuentra de baja. Silva, otro miembro indispensable de la era Del Bosque, empezará en el banquillo.

Sólo un jugador permanece invariable. Sergio Ramos es la constante que une los debuts de Del Bosque y Lopetegui, el hilo conductor por el que han pasado los grandes éxitos y fracasos de la época más gloriosa de la selección española. Por entonces era un lateral de larga melena, proyección ofensiva y groseros errores defensivos. Ahora es el primer capitán del Real Madrid y del combinado nacional, el líder del vestuario y el primer hombre que Lopetegui tiene que llevar a su terreno para ganarse al resto de la plantilla.

Hace tanto tiempo que no cambiaba España de seleccionador que ya nos parecía que Del Bosque llevaba en el banquillo nacional toda la vida. No es así, lógicamente. Incluso Del Bosque tuvo su puesta de largo, con todo el peso que conllevaba la obligación de continuar por el sendero de la victoria trazado con maestría por Luis Aragonés. Esa misma sensación siente ahora mismo Julen Lopetegui, que esta noche empezará a asumir la responsabilidad de guiar a la selección absoluta. Su responsabilidad es bien diferente. Debe reencontrar al que fuera el mejor combinado del mundo para volver a la senda del triunfo perdido hace ya cuatro años.

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