Caparrós 'se vende' para la Selección antes de la junta directiva de la Federación

Dos semanas después de que Italia se cargara a España y nueve días tras el anuncio de la marcha de Vicente del Bosque, la Selección sigue sin entrenador, pero la espera está muy cerca de acabar. Este jueves, se celebra la junta directiva de la Federación Española, en la que se acordará qué seleccionador será el encargado de guiar a España hasta el Mundial de Rusia. Y ante la inmediatez de semejante decisión, Joaquín Caparrós aprovechó el escenario que le ofreció la agencia EFE en su fórum de deporte para aspirar al cargo.

Claro que entrenar a la Selección española es algo que desearía: "¿Un sueño?, la verdad es que sí, es muy ilusionante, pero no hay nada más que eso, y lo que sea, será". Pese a ello, la idea de ver a Caparrós en el banquillo de la Selección, sin embargo, no parece haber caído de buen grado entre la opinión pública española. El andaluz está considerado un entrenador que trabaja muy bien la cantera, y a la vista está la gran cantidad de jugadores que han despuntado después de haber debutado bajo su mando, pero Caparrós es visto como un técnico muy defensivo, prácticamente contrario a lo que ha venido siendo durante todos estos años el equipo nacional, que ha ganado dos Eurocopas y un Mundial con un fútbol muy técnico basado en un ortodoxo juego de posición.

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En ningún momento se quiso mojar sobre si será él o no, pero sí que, por si acaso, aseguró que el estilo de España ya está definido y no se atrevería a cambiarlo. "El técnico que venga no puede ir en contra de nuestra historia. Somos referencia internacional. Vienen técnicos extranjeros a vernos entrenar", aseguró, recordando en ese instante que él y su equipo de trabajo fueron visitados por "equipos y técnicos de fuera" para ver su "método de trabajo". Ese fue alguno de los muchos detalles que quiso destacar de su trayectoria, de sus éxitos personales y colectivos.

Además, recordó que puede presumir de haber entrenado "en todas las categorías del fútbol". "He estado en escuelas deportivas, en Regional, en Tercera División, en Segunda B, en Segunda y cerca de 500 partidos en Primera División", dijo, además de recordar que ha sido, de alguna manera, partícipe indirecto de los éxitos de la Selección. "De los 23 futbolistas que nos hicieron disfrutar a todos en el Mundial, seis futbolistas los entrené yo, por lo tanto te tocan la fibra cuando son campeones del mundo y te hacen una llamada". Habla de Sergio Ramos, Jesús Navas, Fernando Llorente, Álvaro Arbeloa, Joan Capdevila y Javi Martínez, ganadores del Mundial de 2010.

Cuando se le insistió sobre el juego que desplegaría un equipo español dirigido por él, puso el ejemplo en las categorías inferiores de la Selección, donde se sigue la misma idea de juego que en el primer equipo. "Hay jóvenes futbolistas, como Denis Suárez, Iñaki Williams o Marco Asensio, que siguen esas características, y no se puede ir en contra de esa herencia. Tenemos el ejemplo de Brasil, que rompió con la herencia que tenía. Nosotros no podemos hacer eso, porque vienen chicos con muchísimo talento y los que ya están tienen mucho recorrido", dijo el exentrenador del Granada, el último equipo al que dirigió en Primera División, además de afirmar que cree que "cualquier entrenador de nuestro país está preparado porque recibimos una grandísima educación en las escuelas".

Siguiendo en ese sentido, dijo que las características de los jugadores definen el estilo y su sistema en cada uno sus equipos. "Sea quien sea el entrenador y de la forma que sea, depende de las cualidades que tengan sus futbolistas. Tú no puedes ir contra el sentido natural. El éxito de un entrenador, y la obligación, es sacarle el máximo rendimiento a la plantilla que tienes. Tienes unas cualidades y las tienes que explotar". Puso como ejemplo de esto tanto a Luis Aragonés como a Vicente del Bosque. "Luis antes tenía unos futbolistas y vio rápidamente una serie de jugadores que tenían un talento especial y cambió el juego. Vicente es muy inteligente y mantuvo la herencia", dijo.

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Es el favorito para ocupar el lugar de Del Bosque desde que el salmantino optó por dejar libre su asiento, por su larga trayectoria y por aquello de estar sin equipo (lo mismo que José Antonio Camacho, el otro hombre fuerte que opta al puesto), y, por tanto, no obligar a la Federación a negociar su salida con ningún club. Bueno, y también porque es el que tiene en la cabeza Ángel María Villar desde hace mucho tiempo como relevo del hasta ahora técnico del combinado nacional, y al final el presidente es el que manda, pero todavía no se han puesto en contacto con él, según dice. "En absoluto, no me ha llamado nadie, ni el presidente ni nadie afín a él", asegura. El problema que se va a encontrar ya no tanto Villar, como sí la propia Selección, es que si Villar elige un técnico, ya sea Caparrós u otro, y pierde las elecciones del próximo mes de noviembre, el nuevo presidente se encontrará con un seleccionador que quizá no le parezca el idóneo.