Los descendidos tienen culpable para su desdicha: el sportinguista Marcelino

La última jornada de Liga siempre lleva consigo una polvareda que tarda días en apaciguarse. Es demasiado lo que se juegan los equipos para no pasar un tiempo entre lamentos, culpables y conspiraciones. Pasa todos los años, y aunque la máxima de los equipos es que no se desciende por un partido sino por una temporada entera, a muchos se les olvida cuando llega el momento crucial. En esta ocasión el Sporting se salvó con su victoria contra el Villarreal. Y de ahí viene la humareda.

El entrenador del Villarreal es Marcelino García Toral, asturiano de Villaviciosa y exjugador y exentrenador del Sporting. Sería suficiente para desatar las especulaciones, pero no conforme con eso, dio un poco más de cuerda a la cuestión diciendo durante la semana que si por él fuese el equipo de Gijón se quedaría un año más en Primera. "Ojalá el Sporting se mantenga, porque es lo que siento", decía el técnico. Y de ahí, el diluvio.

Marcelino ha tenido una temporada excelente con el Villarreal. El club ha quedado cuarto en Primera División, jugará Champions y ha logrado llegar a la semifinal de la Liga Europa de la que fuer apeado por el Liverpool. Llegaba a la última fecha del campeonato sin nada que perder, también sin nada que ganar. Solo como juez de los que lo estaban pasando mal. Su decisión profesional enturbia un poco más el panorama, pues decidió sacar un once que en poco se parecía al que habitualmente juega en los partidos importantes del Villarreal.

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Él defiende su postura. "Nosotros siempre hacemos muchos cambios. Después del duro palo del Liverpool el equipo bajó mucho su rendimiento. Ante el Depor -en la jornada previa- queríamos brindar una victoria a nuestra afición y ya no pudimos. Teníamos muchos jugadores tocados y sobrecargados de minutos y a pesar de todo jugaron varios habituales. Sé que da igual lo que diga, porque habrá gente que piense otra cosa, pero los ds rivales a los que ha podido perjudicar nuestro resultado que miren las alineaciones que sacamos en Vallecas o Getafe. Hemos respetado la competición lo máximo posible", justificaba el técnico.

La alineación daba para suspicacias, también el resultado final. La diferencia en la clasificación entre el Sporting y el Villarreal indica que incluso los suplentes de los amarillos podrían tener opciones en ese partido. No fue así. En el haber del Villarreal hay un tiro al palo de Baptistao, exrayista que se mostró combativo buena parte del encuentro, y alguna llegada más carente de peligro para Cuéllar. El Sporting las tuvo de todos los colores, atacó mucho más y controló la situación del minuto uno al noventa.

Por si todo esto fuese insuficiente un polémico mensaje apareció horas después del partido en las redes sociales. Era de Mar García Tuero, la esposa del técnico del Villarreal, con una frase escueta pero suficiente para caldear más los ánimos de los caídos. "Me voy de Asturias con el trabajo hecho!!!! Os dejamos en primera", decía el mensaje, que iba acompañado con diversos emoticonos de alegría. Un somero repaso por las redes sociales muestra el importante cabreo entre rayistas y azulones.

"El Villarreal no ha competido"

El enfado no se limita a la grada, también está presente en las instituciones. Raúl Martín Presa, presidente del Rayo, cargó con contundencia contra Marcelino. De haber logrado un empate el Villarreal ellos hubiesen seguido en Primera. "No me ha gustado lo que ha pasado en El Molinón. El Villarreal no ha competido ni en la alineación, ni en los cambios ni en el planteamiento. Desde el primer minuto se ha visto que no ha sido un partido de fútbol", decía el presidente rayista. "Hay un entrenador, lo ha decidido así y no hay nada que hablar. Esto no es llorar, es dar mi humilde opinión. En el Villarreal hay una persona que la ha montado desde el domingo pasado", señalaba Presa.

No a gusto con eso siguió metiendo el dedo en la llaga: "Es lógico que Marcelino quiera que se salve el Sporting, como cualquier persona que se hubiera criado allí. Es de bien nacidos ser agradecidos y eso le honra, pero decirlo la semana que se dice no. Es el jefe de los once que juega y ha estado desacertado.No ha estado a la altura de un gran club como el Villarreal y de una directiva admirada en el fútbol".

Paco Jémez, el técnico, no quiso valorar nada sobre el tema. Trashorras, el jugador más emblemático de los franjirrojos, se mostró disconforme con lo acaecido en El Molinón. El Rayo se duele de esta jornada 38, pero sabe a la perfección que su ataúd se construyó en la anterior, cuando no fueron capaces de arrancar un punto en Anoeta contra una errática Real Sociedad que no se jugaba nada. El entorno rayista habla de que la última semana ha sido de zozobra, que Paco estaba muy enfadado con algunos de sus jugadores por ese partido y que en la institución ya se daba por asumido el descenso después de lo acontecido. A eso hay que sumarle una rueda de prensa del técnico el miércoles de la que se esperaba -y especulaba- mucho para al final quedar en nada, la acusación velada de Tebas y el rechazo frontal de la plantilla a la misma. Bajaban las aguas muy revueltas en el barrio madrileño.

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También estaba muy disconforme Esnaider, técnico del Getafe, otro de los damnificados por la victoria del Sporting aunque, en su caso, hubiese bastado con una victoria ante el Betis para escapar de los lamentos y quedarse en Primera. "Estará contento Marcelino", dijo con sorna el argentino tras caer en Sevilla. El Getafe se encontró en el Villamarín un equipo con más hambre que el Villarreal, algo que de todos modos esperaban. "Ya se había armado una situación así, con declaraciones de otras personas, no solo con la gente del Betis. Pero no es excusa para haber ganado el partido, más allá de lo que yo pueda sentir y de haber visto algunas cosas... no es culpa del ambiente", comenta el técnico del Getafe.

El Getafe no puede reprochar nada al Betis, pues no se puede señalar al que ha cumplido su deber de competir. A pesar de eso, no se salvó completamente de la polémica. En este caso el problema fue una vez más Dani Ceballos, prometedor chico de la cantera con una importante tendencia a no saber comportarse con deportividad. "A ver si os pudrís en Segunda y desaparecéis", parece que le espetó a Cala, jugador del Getafe. Podría quedar el tema en la típica discusión de campo en la que nadie sabe bien lo que paso, pero es bastante probable que sea tal y como lo contó el defensa azulón. Y es probable porque el propio entrenador del chaval, Merino, salió después a cantarle las cuarenta. "Soy muy claro. Cuando ganas y ellos están con uno menos hay maneras y maneras. Dani tiene que aprender que hay que respetar al contrario, tiene que mejorar distintas cosas para ser mejor profesional y mejor persona". La Liga da muchas vueltas y Merino, que lleva años en esto, sabe bien que esos comentarios nunca se olvidan. Y año tras años se demuestra que la memoria en el fútbol es amplia y las sospechas diversas.