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El peor año para descender: la televisión hará más ricos a los que se mantengan
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rayo, getafe y sporting se repartirán dos plazas

El peor año para descender: la televisión hará más ricos a los que se mantengan

Con el nuevo reparto por derechos de retransmisión los equipos de la zona baja de la tabla ingresarán más de 40 millones de euros. En Segunda no llegarían ni a diez

Foto: Los jugadores del Levante se lamentan en el día de su descenso (EFE)
Los jugadores del Levante se lamentan en el día de su descenso (EFE)

Los aficionados no se darán cuenta, pero este año el descenso es más grave que en temporadas anteriores. Los planos televisivos de la grada volverán a verse llenos de hinchas hundidos, entre llantos, enfadados, con las pinturas de la cara desdibujadas por el efecto de las lágrimas. Eso no cambiará, pero probablemente los directivos, en el palco, estén más compungidos que en ocasiones anteriores. La supervivencia en Primera nunca fue tan importante. Es, como tantas otras cosas, una cuestión de dinero. El Levante ya no se salva. El Sporting, el Rayo y el Getafe luchan por no ser los dos que le acompañen.

El Real Decreto de venta centralizada de derechos se cerró hace un año, estos días lo celebraba Tebas en varios actos, pero solo entrará en vigor en pleno la próxima temporada. La pasada Liga se repartieron entre los clubes 854 millones de euros, y de una manera muy disfuncional, primando en grado máximo al Real Madrid y al Barcelona. En esta son 1.200 millones, un incremento que ya se ha notado en los presupuestos de los equipos. Pero aún se espera más, el próximo año las cifras estarán alrededor de 1.400 millones, pues se calculan en el nuevo contrato 1.500 millones anuales, pero implantados con progresividad. El reparto, sin ser justicialista, tiene unas diferencias mucho menos acusadas.

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Todo esto tiene una traducción directa en dinero. El Rayo Vallecano, en su presupuesto de la 2014/2015, reflejaba unos ingresos por televisión de 18 millones de euros. Es, desde hace años, uno de los equipos que menos ha conseguido por este concepto y, a pesar de eso, suponía más del 50% de su presupuesto total, algo superior a 29 millones. La memoria anual de esta temporada no está aún disponible, pues un error en los papeles impidió que se tramitase en la última Junta de accionistas, pero sí se pueden ver los datos de un club similar, el Sporting de Gijón, un recién llegado a la categoría que ahora puede perderla. Los asturianos, con problemas económicos graves en el último lustro, preveían para esta temporada 28 millones de euros solo en concepto de televisión, más del 60% de lo presupuestado. Solo un año antes, cuando aún estaban en Segunda División, el dinero a ingresar por derechos de retransmisión fue de tan solo tres millones de euros.

Los datos del Rayo deben ser similares en esta temporada a los del ya descendido Levante, que está por encima de los 34 millones. En un año el crecimiento fue alto, pues en la temporada previa estuvo en 22,5 millones, pero es menor del que se espera para el próximo ejercicio, cuando todo esté fraguado y entren en vigor los nuevos contratos televisivos, bastante superiores a los actuales. Las cifras concretas no están cerradas, entre otras cosas porque aún es imposible saber el monto exacto de los derechos, ya que falta por otorgarse el partido en abierto. La Liga, además, no publica los datos concretos por este concepto, aunque muchos de ellos se pueden descubrir acudiendo a los presupuestos de cada club, que están obligados a publicar en virtud a la Ley de Transparencia. En todo caso, se apuntan a más de 40 millones lo que percibirá el equipo que menos gane.

El CSD y la Liga hicieron el pasado año un cálculo estimativo de lo que supondría para los equipos con un contrato como el que tendrá la Liga el próximo año. Los datos que repartieron señalan que el equipo que menos ingrese de toda la categoría, previsiblemente un recién ascendido, estará cerca de los 42 millones de euros. Subiendo un poco la escalera, descartando los tres últimos puestos, la cifra sube hasta 45 millones de euros. Es decir, el Rayo, que facturó 18 millones la pasada temporada y cerca de 30 esta, se arriesga en el partido decisivo a dejar de ganar 15 millones de euros del tirón.

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El fondo de descenso

Bajar a Segunda es perder la oportunidad de sanear un club. El Rayo y el Sporting, dos de los candidatos al descenso, han pasado penurias en los últimos años, y aumentar sus ingresos en un porcentaje significativo supondría un salto cualitativo para el futuro. Hay que recordar que el dinero de las retransmisiones, según comentó el CSD cuando anunció los repartos, se dividen en un 90% para la Primera División y solo un 10% para Segunda.

Es cierto que, en un intento de paliar esto, La Liga ha hecho algunas modificaciones al fondo de descenso, pensado para que la caída sea menos pronunciada. A partir de esta temporada los clubes que desciendan cobrarán nueve millones de euros y, a diferencia con lo que ocurría anteriormente, no tendrán que devolverlos si vuelven a Primera.

Esos nueve millones son menos de lo que se espera de incremento en el año en concepto de televisión para los equipos más modestos de Primera, pero es que además en Segunda ningún equipo cobrará más de 10 millones de euros por temporada por derechos de retransmisión. Es decir, que sumando el fondo de descenso y la cantidad máxima televisiva el Rayo rondaría los 18 millones de euros que tenía la pasada temporada en televisiones, pero si se queda en Primera estará alrededor de 45 millones. Algo similar a lo que le ocurrirá ya seguro al Levante. Ese salto no es solo poder hacer un equipo más competitivo, es sanear definitivamente las cuentas y convertirte en pleno derecho en un equipo de élite.

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Este caldo de cultivo es el que hace que en estas últimas jornadas haya tanto alboroto con el descenso. No es nuevo, siempre fue un descalabro bajar una categoría. En las empresas deportivas no se funciona con la lógica del resto de los negocios, dar un paso atrás, tener un mal año y descender, es sinónimo de ver como los ingresos del equipo se desploman y hay que hacer encaje de bolillos para sobrevivir.

No son pocos los equipos a los que verse relegados de categoría les ha dirigido a la quiebra. La Liga ha trabajado durante años para hacer que este desplome se aminore, y de algún modo ha conseguido que con el fondo los equipos que descienden tengan una posición mejor de la que había antes, pero a pesar de eso, las cuentas del próximo año de los equipos más desafortunados verán como pasan de tener la opción de ingresar entre 50 o 60 millones de euros por todos los conceptos a tener ingresos tres veces menores.

Los aficionados no se darán cuenta, pero este año el descenso es más grave que en temporadas anteriores. Los planos televisivos de la grada volverán a verse llenos de hinchas hundidos, entre llantos, enfadados, con las pinturas de la cara desdibujadas por el efecto de las lágrimas. Eso no cambiará, pero probablemente los directivos, en el palco, estén más compungidos que en ocasiones anteriores. La supervivencia en Primera nunca fue tan importante. Es, como tantas otras cosas, una cuestión de dinero. El Levante ya no se salva. El Sporting, el Rayo y el Getafe luchan por no ser los dos que le acompañen.

Javier Tebas
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