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El heredero empieza a reclamar el trono
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está haciendo su mejor temporada, pese a todo

El heredero empieza a reclamar el trono

La temporada de Bale ha sido complicada, muy dura por tanta lesión que le ha frustrado, desesperado. Pero siempre que ha estado en el campo, ha ofrecido su mejor versión como madridista

Foto: Reuters / Juan Medina
Reuters / Juan Medina

Cuando era un niño y se vestía esporádicamente con la camiseta del Real Madrid, Gareth Bale se subió a un tren, al expreso de Cardiff, y su viaje todavía está muy lejos de finalizar. Pasó primero por los vagones de tercera clase cuando jugaba en su ciudad, para luego ya trasladarse a la segunda clase del Southampton y el Tottenham. Pero el salto a la primera clase no es simple. Hay que adaptarse a ella para sobrevivir entre el lujo, la vanidad, el exceso. El viaje no ha sido sencillo, pero Gareth ya está cómodamente sentado junto a la jet-set, a la que mira de tú a tú.

En el trayecto que ha recorrido durante esta temporada ha tenido numerosos contratiempos, como si el viaje fuera una historia de aventuras en las que superar difíciles misiones hasta encontrar el tesoro. Gareth ha jugado 22 partidos esta temporada con el Real Madrid. 22. Piensen que ya sólo de Liga se llevan disputadas 31 jornadas, para que se hagan una idea de lo mucho que se ha perdido desde que en agosto pareciese el niño mimado de Rafa Benítez.

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El monstruo contra el que ha tenido que luchar para superar cada fase ha sido su propio cuerpo, el sóleo de ambas piernas que ha frenado una frenética progresión ascendente del tren, y éste no tenía cremallera para subir con facilidad. Tuvo que parar y paró mucho más tiempo del que hacía indicar la lesión sufrida y las imágenes de su aparentemente frenética recuperación. De aquel vídeo que enseñó el Madrid sobre su puesta a punto al día que volvió a jugar pasaron semanas. "Tiene que estar al 100%", decían en el club. Era el otro sóleo, el que nunca se había lesionado, por lo que requería de mayores cuidados.

Esa paciencia y mimo del tan dudoso equipo médico madridista esta vez sí parece que ha dado los resultados óptimos esperados. El estado físico de Bale es excepcional, a su mejor nivel desde que está en el Madrid. Y el buen cuidado del cuerpo permite que el despliegue de sus capacidades futbolísticas sea infinitamente mayor. Por sus características, estas son, explosividad, velocidad, cambio de ritmo, agilidad, Bale requiere que cada músculo de su cuerpo, sobre todo de su tren inferior, esté en condiciones óptimas. Sin embargo, la duda le perseguirá durante mucho tiempo hasta confirmar que ha superado su tendencia a las lesiones.

Ha generado 28 goles

Bale no ha estado en 17 partidos por problemas físicos. Es decir, casi los mismos que sí ha podido jugar. Y sin embargo, en el poco tiempo que ha estado disponible, Bale ya está cerca de igualar su mejor temporada como madridista, la primera que estuvo, la de la Décima, en cuanto a números puros y duros se refiere: 15 goles en Liga (como entonces), y once asistencias, dos menos que en la 13-14. En total, en todas las competiciones, Bale hizo 22 goles y dio 19 asistencias. Vista la progresión, si su cuerpo aguanta el tirón final antes de la Eurocopa, esos números están al alcance de su mano.

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Pero como las cifras son mentirosas (por ejemplo, no cuentan su gol legal mal anulado), nos centraremos en las sensaciones futbolísticas que transmite. Bale está pletórico. Es, junto a Benzema y Marcelo, la clave ofensiva del Real Madrid. Ahora mismo, no se entiende el ataque sin él. Y esto es así porque Bale, con Zidane, se ha liberado de un complejo: la banda derecha. Inicialmente sigue jugando ahí, con Benzema por dentro y Cristiano en el lado opuesto. Pero Zidane le ha dado los galones, como a los otros dos, para moverse a su antojo, siempre y cuando no olvide sus funciones defensivas, claves en la victoria ante el Barça.

Esto le permite aparecer por donde más disfruta, por el centro, romper en carrera por mitad de cancha es infinitamente más peligroso si se consigue. Y él encuentra espacios por su potencia, pero también por su adquirido conocimiento del juego. Del individualismo ha pasado a la colectividad, a entender cuándo conviene frenar y buscar una asociación en corto, cuando un balón en profundidad o un centro con la derecha, cualidad sorprendentemente evolucionada. Ahora que juega donde quiere, tiene necesidad explícita de entrar en contacto con el juego mucho más, y a mayor participación, mayor desarrollo como jugador. No es de extrañar que sea, junto a Cristiano, el máximo asistente del equipo con 13 pases de gol en todas las competiciones. Aún no ha marcado en Champions, y el Wolfsburgo es una víctima ideal para estrenarse esta temporada.

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El viaje le está cambiando mucho. Además de las orejas y la amplia melena recogida al estilo Beckham, Bale ya no es sólo un tío que corre rápido y que marca goles como el de la final de Copa. Bale es mucho más. Es un '10', y un '11', y un '8' que también tiene características para ser un '9' esporádico. Se está completando como futbolista, acercándose al futbolista completo que es Cristiano, el rey del Madrid ahora mismo. Bale, su heredero natural, ya está esperando. En breve reclamará su derecho al trono, y no será fácil negárselo.

Ficha técnica:

Wolfsburgo: Benaglio; Vierinha, Naldo, Dante, Ricardo Rodríguez; Guillavogui, Luiz Gustavo; Bruno Henrique, Arnold, Draxler; y Schürrle.

Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos o James, Modric; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA).

Estadio: Volkswagen Arena de Wolfsburgo.

Hora y TV: 20:45, BeIN Sports.

Cuando era un niño y se vestía esporádicamente con la camiseta del Real Madrid, Gareth Bale se subió a un tren, al expreso de Cardiff, y su viaje todavía está muy lejos de finalizar. Pasó primero por los vagones de tercera clase cuando jugaba en su ciudad, para luego ya trasladarse a la segunda clase del Southampton y el Tottenham. Pero el salto a la primera clase no es simple. Hay que adaptarse a ella para sobrevivir entre el lujo, la vanidad, el exceso. El viaje no ha sido sencillo, pero Gareth ya está cómodamente sentado junto a la jet-set, a la que mira de tú a tú.

Gareth Bale Zinédine Zidane
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