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La paradoja: cuanto más ruido hay, mejor funciona el indestructible Barcelona
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luis enrique desactiva cualquier 'bomba'

La paradoja: cuanto más ruido hay, mejor funciona el indestructible Barcelona

Vivimos tiempos curiosos y extraños, pero al final, después de tantos directivos, ejecutivos, normas, especialistas en redes sociales y cargos con denominaciones tan largas que no

Foto: Luis Enrique desactiva cualquier 'bomba' que pueda molestar la imparable trayectoria del Barcelona (EFE)
Luis Enrique desactiva cualquier 'bomba' que pueda molestar la imparable trayectoria del Barcelona (EFE)

Vivimos tiempos curiosos y extraños, pero al final, después de tantos directivos, ejecutivos, normas, especialistas en redes sociales y cargos con denominaciones tan largas que no caben en una tarjeta de visita, en el fútbol sencillamente mandan los mejores y dicta su ley la pelota. Tan simple como eso. Mientras el FC Barcelona como institución elige la vía de los comunicados a las once de la noche de un martes para comunicar decisiones tan relevantes como quién será el encargado de reformar el Camp Nou, la Audiencia de Barcelona anula e invalida las actuaciones de la Audiencia Nacional por el caso Neymar, el club no sabe qué hacer con el Periscope de Gerard Piqué y espera que le solucione la papeleta la LFP y el presidente del Getafe Ángel Torres anuncia muy digno que no acudirá a la comida de directivas por el ‘caso Haloween’, lo único que volverá a hablar hoy por sí solo es el fútbol.

En medio del ruido, interno y externo, y del silencio dentro de un club que se comunica vía correo electrónico, Luis Enrique se sentó ayer ante los medios para dejar claro que el equipo que él dirige transita por otra vía tan absolutamente independiente del resto que quizás ese es el secreto, la clave, para que funcione de maravilla. Porque si el Barça gana hoy a un Getafe -Busquets tiene descanso, al igual que Luis Suárez- metido en el hoyo después de sumar solo un punto de los últimos 24 disputados, logrará extender su racha hasta 37 partidos consecutivos sin conocer la derrota. El que haya puesto un ‘2’ en la quiniela pretende llevarse el bote él solo, el de la ‘X’ igual la compartiría con alguna peña de 20 amigos y por probar que no quede.

Mientras, un entrenador como Luis Enrique, que va por su cuenta y ha logrado ganarse a un vestuario que ya venía de conseguir todo lo habido y por haber y que le miró por encima del hombro cuando aterrizó, demostró ayer que está en otro universo paralelo. Y por directo resulta más sincero a veces. ¿Que qué le parece el Periscope de Piqué? “Maravilloso. Y no me extraña que haya sido Gerard Piqué, un tío muy adelantado a su tiempo en esas cosas, quien lo haya puesto de moda. Me parece muy ingenioso, gracioso y, sobre todo, muy útil pues es un instrumento, una manera estupenda de contactar con la gente, el público y la afición del Barça, ya que así pueden vivir la normalidad que existe en todo lo que hacemos, desde viajes, desde el avión hasta el hotel o lo que sea”, declaró el técnico. Ale. Bomba desactivada. El club no sabe qué hacer con el Periscope de Piqué y se ha puesto en contacto con su entorno, pero el único que se atreve a decirle algo a la cara, Luis Enrique, le aplaude y anima.

Los compromisos de Neymar

Con Neymar, tres cuartos de lo mismo. Le importa bien poco al asturiano lo que se diga aunque no deje de estar al tanto. Su desprecio a los periodistas viene de lejos y se carga de razones en los nuevos tiempos en los que se debate con profusión y acaloradamente en los medios sobre la conveniencia de dar permiso a la estrella para que se vaya a Brasil al cumpleaños de su hermana en mitad de la temporada y siendo reincidente. Y cuanto más chirría y más se habla, más tranquilo y satisfecho parece estar él: “Me pidió permiso en un partido que llevaba mucha carga de minutos y estaba sancionado. Para eso soy el entrenador, para decidir. Y decidí darle unos días libres. Damos el descanso en función de la carga de partidos”. Y punto. A otra cosa, mariposa. Ayer se encontraron Luis Enrique y Dunga para hablar sobre el verano del brasileño. Y la sorpresa sería que Neymar lo disputara todo, Copa América y Juegos Olímpicos. “Debería ser muy fácil entendernos”, añadió el entrenador culé.

Suele funcionar bien dentro de un grupo usar los ataques externos, aunque estén agarrados por los pelos, para cohesionar y hacerse fuertes. Así, el club está en otro carril y no son pocos, ni poco importantes, los que están a la espera de arreglar lo suyo para renovar con una subida de ficha: Messi, Neymar y Busquets, sin ir más lejos. Con los medios de comunicación también en su mayoría en diferente órbita con las anécdotas, los tertulianos y los argumentos con la bufanda puesta y bien apretadita. Con los juicios y las investigaciones fiscales por otra. Todo suma, en fin, para que en el microuniverso, el ecosistema particular que es un vestuario en el que hay campeones del mundo, de Europa, de Liga, de Copa y de todo, se sientan reforzados cuanto más se alejan del mundo y más se agarran fuerte a los lazos que les unen los unos a los otros. Son ellos contra todos.

Un equipo imparable

En la reivindicación y reafirmación además no les mueve el resentimiento. No funcionan desde oscuros mecanismos, patadón y tentetieso. Está a la vista que Messi, Neymar y Luis Suárez se llevan bien, que la plantilla se comunica, que el entrenador atiende a sus necesidades y está a su vera, que encima se lo pasan bien sobre el terreno de juego, que disfrutan y hacen disfrutar. Se saben tan buenos que solamente es cuestión de demostrarlo. Y por ahora marcha, la nave va; a falta de diez jornadas en la Liga están a 8 puntos del Atlético y 12 del Real Madrid, clasificados para la final de Copa del Rey y con pie y medio en la de cuartos de la Champions siendo el equipo que todos quieren evitar. El Barça es el coco.

Cuanto más ruido hay a su alrededor, más llama la atención la manera en la que, a la antigua usanza, juntitos y 'pa’ lante', un grupo de fantásticos jugadores unido a un entrenador sin complejos y currante, hace historia. Es la paradoja. Y lo que nos queda por ver.

Alineaciones probables:

Barcelona: Bravo; Aleix, Piqué, Mathieu, Alba; Roberto, Arda, Iniesta; Munir, Neymar y Messi.

Getafe: Guaita; Emi, Vergini, Velázquez, Pereira; Medrán, Juan Rodríguez; Pedro León, Víctor Rodríguez, Moi Gómez; y Scepovic.

Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz).

Campo: Camp Nou.

Hora: 16:00.

Vivimos tiempos curiosos y extraños, pero al final, después de tantos directivos, ejecutivos, normas, especialistas en redes sociales y cargos con denominaciones tan largas que no caben en una tarjeta de visita, en el fútbol sencillamente mandan los mejores y dicta su ley la pelota. Tan simple como eso. Mientras el FC Barcelona como institución elige la vía de los comunicados a las once de la noche de un martes para comunicar decisiones tan relevantes como quién será el encargado de reformar el Camp Nou, la Audiencia de Barcelona anula e invalida las actuaciones de la Audiencia Nacional por el caso Neymar, el club no sabe qué hacer con el Periscope de Gerard Piqué y espera que le solucione la papeleta la LFP y el presidente del Getafe Ángel Torres anuncia muy digno que no acudirá a la comida de directivas por el ‘caso Haloween’, lo único que volverá a hablar hoy por sí solo es el fútbol.

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