Carrasco contra los elementos: el regateador que se hizo un hueco en la corte del Cholo

Yannick Carrasco no es el tipo de jugador que enamora a Simeone. El belga es un extremo rápido, de esos que juega en el alambre y abraza el riesgo, un perfil que no le suele entrar por el ojo a un conservador perfeccionista que se desmorona cuando ve a su equipo fallar. Y en el riesgo está intrínsico el fallo. La gloria de los regateadores se parece mucho a la de los toreros, pasar a milímetros del contrario, dejar en vilo a la grada.

Simeone, a pesar de todo, aceptó lo que llegaba desde la dirección deportiva del club, que ha demostrado en los últimos años que sabe formar equipos competitivos para que el argentino los entrene. Este año han fallado en la elección del nueve, pero hoy nadie duda que Carrasco era el hombre correcto para dinamitar defensas. Simeone empezó la temporada dejándole en el banquillo, en ocasiones, incluso, dejándole fuera de la convocatoria, pero al final la fruta cayó de madura. El riesgo en su fichaje, además, era limitado.

Los quince millones que desembolsó el Atlético por hacerse con el 75% de los derechos es un precio que, como está el mercado, suena a poco. Tampoco el Mónaco podía exigir mucho más, ya que su cláusula era de 20. El pase al Atlético es algo de dinero para el club de la Costa Azul pero, especialmente, tener un 25% de lo que pueda generar una futura venta. Con 22 años, su evidente talento y la tendencia del club del Manzanares de pasaportar jugadores no sería extraño que en unos años cambiase de casa. Pero eso, en todo caso, es un futurible. Hoy el Calderón disfruta del extremo.

La importancia de una madre

La adaptación fue magnífica, porque el chico llegó y se enamoró de la grada. Venía a Madrid con una ventaja importante, conocía el idioma, herencia de su madre, que le crió sola y es omnipresente en su vida. Una sevillana emigrada a Bélgica que enseñó a Carrasco todo lo que sabe. Ferreira, apellido paterno, se cayó de la camiseta para homenajear a la madre. Solo había espacio para ella.

Carrasco despejó las dudas del Calderón en un partido contra el Valencia, el mismo rival contra el que se enfrentarán hoy. Durante la semana ya había lucido contra el Astaná pero, siendo serios, a nadie le vale con pasar la prueba de un equipo kazajo. Llegaba a la tarde del Valencia como un día grande, pues el equipo ché lo es, y se volvió a salir. Joao Cancelo aún le persigue en sueños. El estadio enloqueció, acababan de encontrar a un perla y no estaban dispuestos a no reverenciarla. La grada hizo retumbar el apellido que le dio su madre: ¡Carrasco, Carrasco!

Carrasco se ha pasado cuatro semanas de baja y el equipo ha notado que le faltaba fantasía. Un equipo cartesiano necesita alguien que ofrezca algo diferente, que se pueda echar el equipo a la espalda y dar miedo genuino a los rivales. El Atlético ha seguido teniendo buenos resultados, pero el tono gris domina el ataque cuando no está el belga en el campo. Se notó especialmente su ausencia en Eindhoven, una de esas tarde europeas en las que al rival hay que atacarle porque eres favorito y que el Atlético no supo solventar. Carrasco no será titular contra el Valencia, aún necesita tiempo para entonarse, pero se le espera como un puñal para la vuelta contra el PSV.

El belga vuelve, además, es la zona roja del campeonato. En el Atlético es religión Luis Aragonés y fue él quien enfatizó la importancia de llegar fresco y con el colmillo afilado a las diez últimas jornadas de Liga. Es cierto que el liderato queda aún lejos, el Barcelona está siendo regular en la excelencia y todos los demás aspiran a las migajas que va dejando el equipo de Luis Enrique. También es cierto que a los rojiblancos, con su espíritu guerrero, les ha faltado este año ese delantero que convierte en victorias los empates a cero.

"Está bien, ha vuelto de la lesión y es normal siempre que cuando empiezas volviendo al inicio te cuesta reintegrarte rápidamente. Está bien de la lesión, no tiene ningún problema, así que seguramente mañana estará con nosotros. Calculo que no arrancará de entrada, pero obviamente pronto para empezar a sumar minutos", explicaba ayer Simeone sobre su pupilo. Darle minutos a Carrasco para que tome vuelo, pues los jugadores de su estilo necesitan como pocos tener la chispa para engañar al rival. Todo el tiempo de competición que gane el belga será gloria para un Atlético que necesita que él y Griezmann, su socio más habitual en el último tercio del campo, estén a tono.

Las defensas rivales tienen motivos para preocuparse, vuelve Carrasco y las escaramuzas se suceden en el Calderón. La opción con la que sueñan todos los rojiblancos es estar en Milan para ganar la Champions, pero es muy difícil reinar en Europa, y más aún sin delantero centro. Queda por saber si los bajitos del Atlético, los que juegan desde el empuje más que con el remate, serán capaces de hacer olvidar la ausencia del nueve.