Vero Boquete: "La federación ha cambiado, pero se puede hacer mejor y más rápido"

El fútbol femenino español se marchó de Canadá con un sabor agridulce. Acababan de hacer historia, habían disputado el primer mundial para el equipo, pero en medio de la la convivencia de las jugadoras con el entrenador, Ignacio Quereda, había estallado definitivamente. El problema del técnico, que llevaba 25 años en su puesto, era uno de los muchos que existían en la gestión de la federación con respecto a las futbolistas.

Unos meses después la situación ha cambiado radicalmente. La federación, lenta, destituyó al seleccionador y redujo las amplias distancias que le separaban de las chicas. Además apareció en escena un actor inesperado: La Liga. El organismo que preside Tebas ha puesto medios y dinero para la profesionalización del fútbol femenino. La iniciativa añade a lo económico grandes esfuerzos de imagen, siempre tan importante. El último paso ha sido hacer a Vero Boquete, el emblema de la selección, embajadora del campeonato. De esa manera se convierte en la primera mujer en una lista de ilustres nombres como Kanouté, Morientes, Pantic o Kluivert.

La evolución tiene que ser confirmada. De poco sirven las buenas palabras si el trabajo se detiene y es en eso en lo que Boquete hace hincapié. “Estamos hablando de crear una liga profesional, de impulsar la selección, pero solo hablamos de la élite y está claro que para tener élite antes hay que hacer trabajo de base. Tenemos talento, pero a nivel de clubes se puede trabajar mejor y ahí es donde tenemos que llevar”, explica la estrella de la selección española, que ahora juega en el Bayern de Múnich.

En los últimos meses, con la entrada de La Liga en el mundo del fútbol femenino, las chicas se han visto entre dos aguas. El dinero que llega de la mano de Tebas es importante, pero orgánicamente casi todo depende de la Federación. Y es sabido que entre ambas instituciones no hay armonía posible. “La relación entre ellos está rota, están en partes opuestas. Nosotras nos encontramos en el medio en el sentido de que queremos beneficiarnos de las dos partes, recibir de ellos lo que merecemos. La guerra entre ellos no nos incumbe, pero necesitamos el apoyo de las dos partes”, cuenta la jugadora gallega.

La federación y el fútbol femenino

La postura de la federación en el fútbol femenino no ha sido siempre la adecuada. En su momento se empeñaron en mantener a Quereda cuando las jugadoras ya estaban en pie de guerra y también rechazaron subvenciones específicas para el desarrollo del deporte femenino. Ahora, dice Boquete, hay un cambio pero ¿es real? “La pregunta es para ellos, pero en los últimos años se ha notado una mejora, yo tengo que decir que es insuficiente, que se pueden hacer más cosas y todo mucho más rápido, hay que marcar un camino y que todas las partes tengamos el compromiso de remar en la misma dirección”.

Sobre La Liga tiene menos dudas. “Se están haciendo las cosas bien, tiene un departamento dedicado exclusivamente al fútbol femenino”, explica. El hecho de ser promocionada como embajadora y escoltada en su presentación por Fernando Sanz, César Sánchez, Fernando Morientes y Milinko Pantic habla de un cambio en la manera de ver el fútbol femenino por parte de la institución. “Si me dicen esto hace diez años me hubiese reído”, comenta.

El apoyo del fútbol masculino es una histórica reclamación por parte de las chicas. Boquete, que ahora juega en el Bayern, se vio hace poco con Javi Martínez y Guardiola. “Para los jugadores no supondría ningún trabajo venir a ver nuestros partidos y eso atrae a más gente. El fútbol femenino tiene que darse a conocer, y la gente que viene a ver un partido, repite", asegura la jugadora gallega.