Aduriz, el depredador 'viejoven'
Hace diez días, Aritz cumplió 35 años, una edad a la que, por ejemplo, Zidane estaba retirado. Sin embargo, el donostiarra ha alcanzado ahora su plenitud futbolística
"Me gusta controlar bien un balón, y dar muy bien un pase y meter muy bien el gol y ser el que más goles mete en el entrenamiento. Mientras eso siga siendo así y disfrute tanto de todo esto y me vea bien, seguiré adelante. Porque al final la edad es un número y todos somos totalmente diferentes. Somos personas con distintas características físicas, mentales, y cada uno va evolucionando de una manera y no se puede meter a todos los de 30 en el mismo saco y a todos los de 20 y a todos los 34". Son palabras de Aritz Aduriz antes de jugar la final de la Copa del Rey contra el Barcelona en una entrevista en 'El País'. Cada partido que disputa, demuestra que no, que todavía no se le han pasado las intensas ganas de seguir haciendo lo que le gusta, de seguir buscando la perfección, la autoexigencia constante. Aduriz, como el buen vino, como 'Crimen y castigo', como 'El Padrino II', mejora con el tiempo.
En esa charla con Eduardo Rodrigálvarez, este señor donostiarra tenía 34 años. Ahora, pasados ya nueve meses desde entonces, ha soplado las velas una vez más, pero conforme pasa el tiempo, paradójicamente, más lejos parece estar su último gol. Porque Aduriz no es capaz de dejar de marcar y, aparentemente, de mejorar. ¿Qué hay del Aduriz que jugaba en el Mallorca? Poco más que el recuerdo. Ha pasado mucho tiempo de entonces, de cuando la Catedral original no entendía cómo el delantero titular del equipo se marchaba a un club menor. Por entonces era un atacante más, que luchaba y marcaba con regularidad. Hoy en día, ¿existe alguna característica de delantero que no haya perfeccionado Aduriz?
Lo conocí cuando era un crío de 17 años y tenía muchas condiciones para jugar al fútbol. Lo que no imaginaba es que sería tan bestial
"A Aduriz lo conozco de cuando jugaba en el Aurrerá de Vitoria con mi hermano Óscar, y él era un crío de 17 años que tenía muchas condiciones para jugar al fútbol. Lo que no imaginaba es que sería tan bestial, sobre todo lo que está consiguiendo en los últimos años, cuando está dando lecciones de cómo tiene que jugar un delantero centro", decía Rafa Alkorta a El Confidencial hace apenas unos días sobre el atacante donostiarra, que este domingo vuelve a enfrentarse al equipo de su ciudad, la Real Sociedad, con el club enemigo, el Athletic, el cual siente como propio, como parte de sí mismo.
Antes de dar lecciones, hay que aprender. Todo maestro fue una vez aprendiz. Como le pasara al maestro Yoda (que un día fue 'padawan'), Aduriz ha ido poco a poco adquiriendo mayores conocimientos acerca del fútbol, de las funciones que debe realizar un ariete de máximo nivel en su afán por mejorar constantemente, a lo que se une, cómo no, el cuidado físico. Eso le ha permitido no sólo prolongar su vida deportiva, sino alcanzar su mejor momento a una edad a la que, por ejemplo, Zidane ya hacía tiempo que le había dado el cabezazo a Materazzi.
"A veces se dice que el gol se lleva dentro, que es algo innato -comenta Aduriz-. Yo creo que eso se puede discutir. En el fútbol, como en la vida, vas aprendiendo continuamente y yo he ido aprendiendo mucho. Es verdad que a mí siempre me ha gustado jugar al fútbol muchísimo, lo que más, pero también he hecho otros muchos deportes y quizás mi aprendizaje en el inicio ha sido mucho más variado. Igual en los últimos años ha sido mucho más específico. El gol es algo que se va aprendiendo. Hay algunos privilegiados que lo tienen innato, pero yo creo que he ido aprendiendo".
Por supuesto que esa formación personal y profesional no la podría haber realizado en cualquier sitio. Lo ha hecho donde él quería hacerlo. "Ha encontrado un buen equipo alrededor y lo ha encontrado en su casa, el Athletic. Tiene un ambiente muy bueno para evolucionar. A partir de los 30 se ha hecho mucho mejor jugador en todos los aspectos. No sólo es un rematador, sino que hace jugar a todo el equipo", añadía Alkorta. Porque el Athletic es especial, es indudable. Pero Aduriz ha conocido mundo. Se marchó una vez por la puerta de atrás y entonces se encontró con muchos delanteros que le han ayudado a mejorar, porque "cuando más se aprende es por imitación. Y vas intentando imitar todas las cosas que te van gustando", como dice el propio Aritz.
A partir de los 30 se ha hecho mucho mejor jugador en todos los aspectos. No sólo es un rematador, sino que hace jugar a todo el equipo
El gol que le marcó al Olympique de Marsella en el Vélodrome es una prueba de ello. ¿O a caso no se imaginan al Guaje Villa marcando un tanto similar? Cualquier atacante necesita también esa dosis de autoconfianza que le permita convencerse previamente de que un lanzamiento así puede acabar dentro de la portería. Aduriz la tiene. Por eso ha marcado 25 goles en lo que llevamos de temporada, más que ningún otro delantero español. Y luego hay quien dice que está viejo para ir con la Selección a la Eurocopa...
"Me gusta controlar bien un balón, y dar muy bien un pase y meter muy bien el gol y ser el que más goles mete en el entrenamiento. Mientras eso siga siendo así y disfrute tanto de todo esto y me vea bien, seguiré adelante. Porque al final la edad es un número y todos somos totalmente diferentes. Somos personas con distintas características físicas, mentales, y cada uno va evolucionando de una manera y no se puede meter a todos los de 30 en el mismo saco y a todos los de 20 y a todos los 34". Son palabras de Aritz Aduriz antes de jugar la final de la Copa del Rey contra el Barcelona en una entrevista en 'El País'. Cada partido que disputa, demuestra que no, que todavía no se le han pasado las intensas ganas de seguir haciendo lo que le gusta, de seguir buscando la perfección, la autoexigencia constante. Aduriz, como el buen vino, como 'Crimen y castigo', como 'El Padrino II', mejora con el tiempo.