El gran negocio con Jackson deja contentos a todos, menos a Simeone y a Falcao

"Hemos hablado mucho estos últimos días y estamos de acuerdo en que es lo mejor para todos". Jackson Martínez se despedía así del Atlético de Madrid después de haber aguantado sólo un poco más que Alessio Cerci vistiendo la rojiblanca. Es complicado hablar de Jackson sin mencionar unas cuantas veces la palabra decepción, porque quizá es la que mejor define su estancia a orillas del Manzanares. Se va el delantero que causó la misma sensación de chacota que su paisano el 'Tren' Valencia. Quizá tenga razón el de Quibdó: esto era lo mejor para todos. Para el Atlético, para él mismo, para la Superliga china y para su representante.

¡Qué mundo ha descubierto Jorge Mendes! Como cuando éramos niños y jugábamos al 'pilla-pilla' (o sus diversas variedades nominales), Mendes ha sido el primero en localizar la 'casa' donde poder salvarse y ha llegado antes que nadie y ya que estaba, lo ha hecho por él y por todos sus compañeros. Jackson es su golpe maestro. El agente que ha movido más dinero que muchos grandes empresarios ha conseguido que un jugador que ha disminuido descomunalmente su nivel no sólo no deje un agujero en las arcas del club que apostó por él y se equivocó, sino que le ha provocado un superávit por el que se están relamiendo en las oficinas del Calderón. Piensen en un ejemplo: la segunda venta más cara de la historia del Atlético, hasta este martes, era la del Kun Agüero, cifrada en unos 39 millones de euros. Jackson ha salido de Madrid a Cantón por 42 millones. Es para echarse a reír, cuanto menos.

Falcao no pudo volver

Pero es que este embrollo, uno más que ha gestionado el representante portugués, no acaba con colocar a Jackson con precio de estrella mundial en una liga menor, sino que había otro eslabón que no se pudo producir finalmente: Mendes pretendía cubrir el hueco de Jackson con Radamel Falcao. Habría sido ya rizar un rizo muy rizado. Mendes lo estuvo intentando durante todo el pasado lunes, pero la operación de Jackson no se cerró hasta que el plazo para fichar en España había pasado. Falcao, de hecho, estuvo en Madrid este lunes a la espera de poder firmar, según confirman a este periódico fuentes cercanas al jugador. Para Falcao, habría sido una escapatoria ideal a la insufrible época que está viviendo en Inglaterra (entre United y Chelsea ha rozado el ridículo). Pero al final no se llegó a un acuerdo y el Atleti se queda sin '9' y sin reemplazo.

En realidad, al que quería el Cholo Simeone no era a Falcao, que lleva sin jugar un partido desde octubre y aún le quedan varias semanas para poder saltar a un campo. El elegido era otro conocido del Chelsea, Diego Costa. Pero ahí Mendes no pudo hacer mucho. El Chelsea no es tonto y no aceptó soltar a su delantero titular para 'comerse' a Jackson. Desde el Atlético, se ha soltado el globo sonda que dice que esta venta del colombiano se hace para reinvertir ese dinero en recuperar a Costa en verano. Resulta complicado que eso se produzca, pero si Simeone decide que es él o nadie, a Berta no le quedará más remedio que volver a intentarlo en julio y agosto. Dependerá también muchísimo de quién se siente en el banquillo de Stamford Bridge.

China, nueva potencia mundial

A China también le va de lujo este fichaje. Ya hace unos días, muchos nos echamos las manos a la cabeza incrédulos cuando vimos que el Jiangsu Suning había pagado 33 millones de euros al Chelsea por Ramires. Pero es que al Atleti le han pagado nueve más, como el que no quiere la cosa. Una liga, la china, que apenas sí había tenido algo de trascendencia en el mercado de fichajes históricamente, sin pasar de alguna contratación tipo 'retiro dorado' como las de Gilardino, Anelka y Drogba, de repente gasta como las primeras potencias planetarias en esto del fútbol. De hecho, la segunda división china ha gastado más que la Liga, la Ligue 1 y la Bundesliga (como recuerda Sphera Sports), para que se hagan una idea de que estos no van en broma. No quieren conformarse con llevarse a 'abuelitos' a vender camisetas y divertir a los pocos que les guste el fútbol, sino que quieren hacer del deporte rey el nuevo gran negocio del país.

El Cholo no lo quería, pero le necesitaba

En realidad, no todos acaban contentos. Porque Simeone no tenía ni la más mínima intención de dejar salir a nadie. Evidentemente, si Jackson ha salido, es porque el Cholo ha dado su beneplácito, pero no le ha hecho ni la más mínima gracia quedarse sin una alternativa en ataque. Que la iba a utilizar poco de aquí a junio, claro, pero no deja de ser un elemento más o menos útil que permitiría repartir los minutos. El Atleti va a ir a por todo este año. Quiere la Liga y quiere sobre todo la Champions. Por tanto, cuantos más jugadores tenga, mejor.

Sin embargo, y pese a lo que se ha publicado en varios medios de comunicación, el Cholo sólo ha bancado a Jackson en público. El entrenador estaba cansado de que el ex del Porto no se hubiera adaptado, que no hiciera nada por remediarlo y que, para más inri, no metiera un gol ni al arcoíris. El resto de puntas de la plantilla, salvo la excepción de Griezmann, tampoco contentan a Simeone, pero al menos entienden lo que quiere, lo que pueden aportar si no consiguen el gol. Es por eso que tanto Vietto como Torres estaban por delante de Jackson en las rotaciones, pero también es por la falta de confianza de Simeone por lo que jugó Griezmann solo arriba en el Camp Nou. En cierta manera, el colombiano también había agotado la paciencia incluso de sus compañeros, que tampoco le aprecian demasiado futbolísticamente hablando.

El Atleti pierde su don de nueves

El fallo de la contratación de Jackson resulta ya bastante evidente. El Atlético -ya fuera Berta, Mendes o Simeone quien colocase al atacante en el Calderón- no acertó con él. Y este error viene a confirmar que el Atlético ha perdido su don de fichar a los mejores delanteros del mundo. En su momento, se marchó Fernando Torres y llegó el Kun Agüero, al que luego se le unió Diego Forlán. Se marcharon los dos y vino Falcao, al que después reemplazó Diego Costa. Pero no ha habido suerte fichando a los sustitutos del hispano-brasileño. Mandzukic nunca gustó a Simeone, aunque dejó 20 goles para el recuerdo. Jackson se va a China habiendo hecho tres, dos menos que Saúl Ñíguez.

¿Era Jackson un fallo previsible? En realidad, no lo era. Podía salir bien perfectamente. Su situación era muy similar a la de Falcao cuando aterrizó en el Atlético: venía de hacer muchos goles en el Oporto (92 goles en 133 partidos, una media fantástica), y lo que suele salir de Do Dragao habitualmente da resultado. No sucedió así esta vez. Quizá debió alertar al Atlético el hecho de que Jackson fuera el cuarto delantero de Colombia. Por delante siempre tenía a la pareja titular, Falcao y Teo Gutiérrez, y si tenía que entrar otro '9' por alguno de ellos, el elegido siempre era Carlos Bacca. Jackson tenía un papel residual con los cafeteros. De hecho, ni siquiera el mal momento perenne de Falcao le ha hecho tener más protagonismo con Pékerman.