Indignación a la espera del fallo de la jueza: "Florentino tiene prisionero al Real Madrid"

"Los demandantes tendrán que aclarar qué intereses defienden y a quién quieren perjudicar". Esta fue la valoración que el vicepresidente del Real Madrid, Eduardo Fernández de Blas, se atrevió a hacer tras la vista por la demanda presentada por un grupo de socios -del Real Madrid, sí- contra el club por el cambio de estatutos en relación a los requisitos para poder aspirar a ser presidente. Como dice el refrán, cree el ladrón que todos son de su condición. Una vez más, Fernández de Blas no pudo interpretar peor -o mejor, según se mire- su papel de palmero, pues si algo tienen claro muchos madridistas, cada día más y con menos miedo, es precisamente el interés que parece tener Florentino Pérez en aferrarse a la presidencia del Real Madrid, un club de fútbol, no una multinacional, al que su gestión está perjudicando, tal y como se encargó de recordarle la grada del Bernabéu tras el humillante 0-4 del Barça.

"Tenemos una tranquilidad absoluta", añadió el mencionado vicepresidente tras el juicio al que fue llamado como testigo, aunque su declaración finalmente no fue requerida. Quien sí intervino fue el expresidente Vicente Boluda, cuyo testimonio para demostrar con un caso práctico la democratización que necesita el Real Madrid debería ser decisivo de cara a que la magistrada Almudena Maricalva dé la razón a los socios del Real Madrid, por más que la fiscala pidiera que la demanda fuera desestimada, lo cual fue celebrado por Florentino y su junta, más conocida con el cariñoso sobrenombre de 'Los Sabandeños'. Por todo ello, es la "fama de independiente" de la citada jueza la que mantiene vivas las esperanzas de los demandantes, que en los últimos días han recibido el apoyo de otras fuerzas vivas del madridismo.

"Es muy triste y a la vez indignante", señala a El Confidencial Eugenio Martínez Bravo, presidente de Plataforma Blanca, sobre el hecho de que la fiscala pidiera desestimar la demanda de 15 socios, encabezados por Rafael Martínez Campillo. "Después de ver lo que pasó el sábado, con el Bernabéu pidiendo su dimisión, decir como dijo el pasado lunes que recurrirá ante el Tribunal Supremo y, como la Justicia española es lenta, le dará tiempo a presentarse a las elecciones, es algo propio de un sistema dictatorial, que va en contra de la voluntad de los socios y está en las antípodas de la historia y los valores del Real Madrid. No sé cómo a Florentino no se le cae la cara de vergüenza".

"A Florentino Pérez no le ha votado nadie"

"Con el blindaje de estos estatutos es imposible que pueda presentarme", se lamenta Martínez Bravo. "A él no le ha votado nadie, tiene el respaldo jurídico, pero no el social. Por eso vamos a trabajar en este asunto más allá de la vía jurídica. La voz del socio es más fuerte", asegura el 'managing partner' de Kreab Iberia, para quien Florentino ha impuesto "una tiranía en la que tiene prisionero al Real Madrid, su identidad, el Madrid que hemos mamado y en el que no nos vemos reflejados. Con toda la ilusión se me ocurrió pensar en una alternativa para la regeneración, pero Florentino es el único que se resiste en España a no hacer una transición integral, aceptar puntos de vista distintos al suyo y escapar de la demagogia".

Pero si hay algo que indiga aún más a Eugenio Martínez Bravo es que "Florentino discute nuestro madridismo, dice que somos violentos, aunque cada vez somos más los que opinamos de forma distinta a la suya. Ahí están todos esos madridistas como Raúl, Hierro, Del Bosque, Pirri o Casillas a los que ha echado del club. He estudiado los estatutos del Real Madrid y del Barcelona y son como la noche y el día. Si le pasa algo a Florentino, seríamos un club ingobernable, pues nadie podría sucederle y se convertiría en un corralito de su junta".

Por cierto, ¿para qué informar de un juicio en el que socios del Real Madrid, sí, SOCIOS DEL REAL MADRID, solicitan "la democratización" de su club, si puedes recrearte en el error de Casillas en su partido de Champions con el Oporto? A falta del fallo de la jueza, siempre es mejor distraer al personal hablando del fallo de Iker, cuya sombra es tan alargada que le sigue sirviendo a Florentino y sus medios afines para confirmar lo que todo el mundo sabe: que le echó de mala manera y que solo alguna misteriora cláusula de confidencialidad impide al excapitán del Real Madrid contar la verdad.

Esto, además de la democratización a la que apeló Vicente Boluda, es lo que piden los socios del Real Madrid, un club en el que la trasparencia ponga fin al oscurantismo y la voz del Bernabéu sea tenida en cuenta por un presidente que, como dijo José María Stampa Casas en una entrevista con El Confidencial, no quiere ser el dueño del club, "porque ya lo es".