El deslumbrante Dybala está en el punto de mira del Barcelona con el aval de Messi

Si 2015 ha sido un año espléndido para el Barcelona, 2016 se pone en perfecta situación para los tiradores de azulgrana. Contará ya con Arda Turan y Aleix Vidal, en paro forzoso por culpa de la sanción que FIFA le impuso. El líder ha subido el Tourmalet del primer tercio liguero, pese a la baja de Messi. Luis Enrique no le cierra la mano al mercado invernal. Pero existe un jugador que ilusiona sobremanera a Lucho: es Dybala, argentino de la Juventus, pieza codiciada para el próximo verano.

La historia de Paulo Dybala (22 años) y el Barça viene de lejos, de cuando deslumbraba en las inferiores de Instituto (Córdoba, Argentina). Al poco de debutar en el primer equipo, la estrella de Dybala se disparó. Comenzaron a llamarle 'La Joya'. Tenía 17 años y sus partidos lo seguían emisarios de equipos de medio mundo. El Barça, entre ellos.

Dybala es zurdito, gambetea en un palmo de terreno, atisba por la mirilla del ojo y se lanza como un rayo. A los arqueros apenas les daba tiempo sentir el picor de una avispa. En Córdoba andaban locos con el pibe. En Instituto, su club, hicieron números y salían todas las cuentas. Pero Dybala sólo quería divertirse y pisar la cancha de Boca, porque él, aunque cordobés (nacido en Laguna Larga), siempre tuvo un trozo grande de corazón xeneize...

Frenazo de la FIFA

Pero como sucede con los diamantes en bruto, un montón de manos se movieron debajo de la mesa olisqueando negocio. Hubo guerra de intermediarios, el Palermo fue más paciente y valiente: abonó diez millones de euros por el joven que aterrizó en Sicilia recién cumplidos los 18 años. Los líos federativos (el futbolista se marchó con Gustavo Mascardi como agente) y el precio espantaron de primeras al Barça, que durante las tres temporadas de estancia ha venido siguiendo con expectación las evoluciones y la explosión futbolística de Paulo Dybala en el club palermitano.

El Barça estuvo durante la pasada primavera moviendo los hilos para fichar a la joven estrella argentina (aunque de manera testimonial, ya ha debutado hace unas semanas con la primera selección de su país). Pero la confirmación de la sanción de FIFA puso freno a las intenciones del Barça, y a los deseos confesados de Dybala de compartir colores de camiseta con Leo Messi, su ídolo y principal valedor. En los asados con los amigos, Leo ha comentado más de una vez las excelencias del joven delfín argentino. Al final, a 'La Joya' le tocó otro premio gordo: la Juventus, que abonó 40 millones de euros al Palermo por romper la baraja y realizar el fichaje del año en el Calcio.

Una inversión de 10 millones

El presidente del Palermo, Maurizio Zamparini, se regodea de poseer un buen ojo clínico. Con razón: antes que Dybala ya hizo otra magra operación con un paisano, Javier Pastore. Zamparini lo compró a Huracán por diez millones y, tres años más tarde, lo vendió al París Saint Germain por 35.

Dybala, con contrato con la Juventus hasta junio de 2020, ha comenzado a hacerse un hueco en el corazón de los juventinos, que tienen olvidado por completo a Carlos Tévez y miman orgullosos a su 'Joya'. En la planta noble de la 'Vecchia Signora' no quieren ni oír hablar de desprenderse de su nuevo diamante. Pero la Juve es una sociedad acostumbrada a los negocios de altos vuelos. En su día saltó la banca con Roberto Baggio, la estrella de la Fiorentina, pero también supo hacer de tripas corazón y engordar la caja con los traspasos de Zidane o este año con el chileno Vidal.

La Juventus maneja ahora tres joyas para operaciones más allá del mercado: el español Morata, el francés Pogba (que también está en el punto de mira del Barça) y Paulo Dybala. En la Juve piensan que el valor de mercado de Dybala se disparará antes del verano. No quiere venderlo, pero abrirá la despensa por 80 millones. A buen seguro que a la joven “Joya” le recibirán en el Barça sus paisanos Mascherano y Messi con asado y sonrisas.