La lesión de Marcelo, "que ya estaba jugando mucho", señala las rotaciones de Benítez

Desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que el Madrid lo fichó, se venía anunciando que Fábio Coentrao se iba a marchar del club blanco. Nunca se entendió muy bien su fichaje y menos por 30 millones de euros para ser el suplente de Marcelo. El pasado verano, después de muchas salidas de tono, tabaco incluido, el portugués cumplió su destino y dejó el Real Madrid para irse cedido al Monaco. Pero como este estío de compraventa de jugadores fue realmente pobre y extraño en la Casa Blanca, ¿para qué buscarle un reemplazo? Marcelo se convirtió en el único lateral izquierdo natural de la plantilla... y si se lesiona, no hay otro.

Se cumplía la media hora de partido contra el Paris y Marcelo se fue al suelo pidiendo la entrada de las asistencias. No sólo se alarmó Benítez para encontrar un reemplazo inmediato para ese momento, sino que internamente entró en pánico: ¿qué narices hacer cuando uno de los jugadores más importantes de su equipo cae lesionado? No es lo mismo encontrar un parche como Nacho Fernández para el momento que una alternativa real para varios partidos. Es una complicación mucho mayor y más preocupante.

Y aunque el entrenador del Real Madrid fuera consciente de no contar con un reemplazo real para Marcelo, lo ha sobreexplotado durante este inicio de campaña. Marcelo ha dejado de jugar únicamente un partido esta temporada, contra el Malmö. El resto lo ha jugado todo, sin descanso, sin ser sustituido ni una vez. "Marcelo ya estaba jugando mucho. Podía ocurrir cualquier cosa con él", dijo Benítez. Pero vamos a ver una cosa, ¿no es cosa del entrenador darle ese descanso que necesitaba el jugador? "Queríamos llegar al parón para ver su situación y que tuviera descanso, pero no hemos podido". ¿Cómo iba a darle descanso si Marcelo estaría con la Canarinha?

Marcelo no es sólo un simple lateral que cumpla la función de proteger su banda y de aparecer por sorpresa en el campo contrario. No, es muchísimo más que eso: es el pilar maestro que sostiene innumerables partidos del Real Madrid con su calidad individual, su visión de juego y su capacidad asociativa con los jugadores más creativos. Sin Marcelo, la fluidez en el movimiento del balón se reduce exponencialmente. Era así con Xabi Alonso en el equipo, lo es ahora también con Kroos y Modric. Aunque haya otros jugadores cuya función principal sea esa, la de crear juego, es Marcelo su punto de enlace principal.

Sin ir más lejos, cojamos unos datos que ofrece 'Whoscored.com': Marcelo da una media de 67'9 pases por partido; Modric, 65'6. Por supuesto, es indispensable en el ataque posicional. Es un genio para dar ese penúltimo pase que rompe a la defensa, habilita al extremo y deja en ventaja al rematador. Y si no, lo que hace es incorporarse él mismo y asistir o marcar. Dos goles y dos asistencias lleva en este inicio de curso. Y aunque Nacho rinda siempre de maravilla juegue donde juegue, no tiene la capacidad de aportar con el balón en los pies como hace el brasileño.

Vuelven unos, ¿caerán otros?