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Leo Messi, que no estará en el Clásico, entre el estrés y un nuevo Balón de Oro
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Leo Messi, que no estará en el Clásico, entre el estrés y un nuevo Balón de Oro

El delantero argentino se recupera de su lesión de rodilla mientras recibe a diario visitas en su casa de Castelldefels, como la de su compatriota Ricardo Darín, que almorzó con él

Foto: Leo Messi en el palco del Camp Nou (Efe)
Leo Messi en el palco del Camp Nou (Efe)

Messi ya camina sin muletas, pero no estará ni en el Clásico ni con Argentina en los choques contra Colombia y Brasil. Leo Messi verá el Real Madrid-Barcelona desde el salón de su casa. El Principito se muerde las uñas de pura impaciencia, pero los médicos le bajan del caballo. Su lesión es grave (rotura del ligamento lateral de la rodilla izquierda) y una recaída le condenaría al quirófano. El plan del Barça y de su familia es evitar que el '10' entre en depresión. Mientras, una noticia positiva: es el máximo favorito para lograr el Balón de Oro.

Messi, que a duras penas evita que la ansiedad le gane la partida, trabaja en sesiones de mañana y tarde. Además de los médicos del Barça, se sumaron al equipo de recuperadores Luis García y Marcelo D’Andrea, fisioterapeuta y masajista de la selección argentina, desplazados in situ, gente que lleva una década trabajando con la Pulga y que, además de servir de complemento de los servicios médicos del club, se encargan de una parte primordial: mantener alta la moral del jugador, que no quede en la cuneta por el estrés que le causa su ausencia en los terrenos de juego y el contacto con la pelota.

Sus compañeros son muy importantes en la tarea, por supuesto su familia y también los amigos. Todos hacen causa común para que Leo Messi no se hunda y sobrelleve su calvario. Hasta Ricardo Darín, el afamado actor argentino, que le conoció la temporada en la que el futbolista debutó con el primer equipo, lo visitó a su chalet de Castelldefels y almorzó con su familia. Darín le recordó cómo hace unos años, cuando salía del teatro, buscaba en vano un taxi y Leo, que salía de un acto del club, lo reconoció y lo llevó en su auto al hotel. También ha recibido la visita de Adrián Suar, otro célebre actor argentino.

En realidad, la casa de Messi, que el pasado lunes celebraba diez años de su primer gol en Champions (el que le hizo al Panathinaikos: 5-0 el 2 de noviembre de 2005), es un hervidero de gente que va y viene hasta casi la medianoche. La soledad se rompe con el ajetreo del pequeño Thiago, al que enseña los primeros toques con la pelota; el segundo vástago, Mateo, con solo unos meses, todavía es cuestión de la madre. Por la tarde, la casa de los Messi se llena de niños, con la familia de Luis Suárez o la de Mascherano, que entre mate y mate le hablan de asados, de mil cosas comunes que le arrancan una sonrisa a la Pulga. El fútbol pasa a un segundo término.

Este recibió una buena noticia el pasado lunes. Desde Suiza recibió una llamada comentándole que, pese a su prolongada ausencia por lesión, en los sondeos internos que los burócratas de FIFA realizan periódicamente sigue siendo el máximo favorito para ganar el Balón de Oro. Sería el quinto. Nadie tendría más que él. Los números avalan al crack argentino: con el Barça ha conquistado cuatro títulos (Liga, Champions, Copa y Supercopa de Europa) y un tiene un porcentaje abrumador de goles: 41 en 45 partidos.

Entre medio, llamadas desde todos los lugares del mundo. Leo se alegra de la buena conexión entre Luis Enrique y el Tata Martino. Ambos han consensuado que el futbolista reaparezca en las canchas cuando se encuentre al 100%, nunca antes. También dedicó una sonrisa complaciente cuando le comentaron las declaraciones de Cristiano Ronaldo, en las que dijo sentirse el número uno del mundo. Messi sonrió, los que estaban a su lado también sonrieron.

Messi ya camina sin muletas, pero no estará ni en el Clásico ni con Argentina en los choques contra Colombia y Brasil. Leo Messi verá el Real Madrid-Barcelona desde el salón de su casa. El Principito se muerde las uñas de pura impaciencia, pero los médicos le bajan del caballo. Su lesión es grave (rotura del ligamento lateral de la rodilla izquierda) y una recaída le condenaría al quirófano. El plan del Barça y de su familia es evitar que el '10' entre en depresión. Mientras, una noticia positiva: es el máximo favorito para lograr el Balón de Oro.

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