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El Camp Nou gritó 'independencia', pero las esteladas se quedaron en casa
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no hubo aparición masiva de banderas

El Camp Nou gritó 'independencia', pero las esteladas se quedaron en casa

Pasado el minuto 17, como es habitual, se gritó 'independencia', aunque en esta oportunidad con más fuerza que en otras precedentes. Se vieron esteladas, pero no en número masivo como se esperaba

Foto: Imagen de una zona del Camp Nou plagada de esteladas (Reuters)
Imagen de una zona del Camp Nou plagada de esteladas (Reuters)

Jornada de reflexión, que no quiere decir que la gente no se exprese libremente. Eso sucedió en el Camp Nou. Ante Las Palmas, el visitante de turno, y tres puntos de obligada suma para el Barcelona tras el duro batacazo sufrido en Vigo hace unos días, la política entró en juego. Aunque se esperaba algo más, pues las esteladas no aparecieron de forma masiva. Como sucede en los últimos tiempos, el grito '¡independencia!' no faltó a su cita cuando se cumplió el minuto 17 y 14 segundos del primer y del segundo tiempo. Pero en esta ocasión con mucha más fuerza que en otros partidos. Casi de manera unánime retumbaron las gradas del Camp Nou, al mismo tiempo que decenas de esteladas volvían aparecer. Eso sí, muchas menos de lo previsto. Hay que recordar que ese momento exacto simboliza el año (1714) en el que Catalunya denuncia que fue sometida al régimen de los Borbones de Felipe V. En aquel lejano año, Barcelona cayó ante el ejército borbónico, al mismo tiempo que se abolían sus instituciones.

Se daba por hecho que, un día antes de las elecciones catalanas, el partido iba a servir de perfecta plataforma para que buena parte de la afición del club blaugrana mostrara de nuevo su sentimiento independentista. Pero las simbólicas esteladas no lo cubrieron todo, tal y como pretendían algunos. Particulares y asociaciones esperaban que se generara una atmósfera similar a la de la pasada final de la Copa -eso sucedió aquel día en la zona que ocupaban los barcelonistas-, cuando al Rey Felipe VI le estallaron los tímpanos con una tremenda pitada. Esta vez, sin embargo, y dejando al margen los gritos de los citados minutos, el fútbol se impuso claramente a la política.

En las redes sociales ha habido mucho movimiento esta semana, con los grupos independentistas haciendo un llamamiento a llenar de esteladas el Camp Nou. Con el impulso del hastag #EsteladesCampNou, se animó a la afición barcelonista a manifestar abiertamente su pensamiento ante la histórica cita de este domingo. El estadio culé es un perfecto altavoz a ojos de la opinión pública internacional, pero no fue para tanto en esta oportunidad, al menos desde el punto de vista visual. Mientras, Josep María Bartomeu, presidente del club, ya subrayó que la institución que preside no se mojaría en esta cuestión. “El Barcelona no está en campaña electoral, está fuera de la misma. No es el momento de expresar nuestra opinión y considero que el club ha de mostrar siempre una actitud neutral”, sentenció el mandatario.

El Barcelona se encuentra en un complicado escenario desde hace tiempo. Obligado a ser cercano a su afición y respetar sus ideas, la institución azulgrana ya ha tenido un encontronazo con la UEFA. "Los aficionados del Barcelona tienen toda la libertad del mundo para expresar lo que sienten, algo que siempre defenderá el club”, dijo Josep María Bartomeu ante el micrófono de 'TV3' hace tiempo. Sin embargo, cuando el organismo que preside Michel Platini multó al Barça con 30.000 euros por las esteladas que aparecieron de manera masiva en el Olímpico de Berlín en la pasada final de la Champions, el presidente del Barcelona tuvo que manejarse de otra manera.

Agitación social

Conocida la multa, Bartomeu tardó lo justo en dejar claro que el Barcelona recurriría de inmediato. Lo dijo en una entrevista concedida a 'The Washington Post', subrayando que “es una sanción injusta y la recurriremos, llegaremos hasta el final. Nuestros socios tienen derecho a la libertad de expresión”. ¿Qué sucedió? Que enfrentarse a la UEFA no suele ser muy aconsejable, por muy poderoso que sea el Barcelona, y el dirigente culé dio marcha atrás. Ello provocó que diferentes asociaciones soberanistas, como la Plataforma Proselecciones catalanas, censurara el cambio de estrategia de Bartomeu.

No conviene olvidar que Sergi Blázquez, vicepresidente de la Plataforma Proselecciones catalanas, admitió hace semanas a El Confidencial su profundo malestar por el cambio de rumbo marcado por Bartomeu. “No nos lo esperábamos. Primero, porque la sanción de la UEFA ya es algo inaudito, y lo digo como abogado que soy, ya que no hubo ninguna alteración del orden ni se produjo ningún hecho delictivo”, comenzó diciendo, para destacar que “es lamentable que el Barça no recurra porque eso significa aceptar que has hecho algo ilícito y se crea así un precedente jurídico”.

La agitación social subió tantos grados que el club se vio obligado a emitir un comunicado, al mismo tiempo que daba pasos para encontrar un punto de encuentro con los rectores de la UEFA. Tras la reunión mantenida con dirigentes del organismo futbolístico en Nyon, el club explicaba que solicitó 'la revisión de la aplicación del Código Disciplinario de la UEFA en la exhibición de ‘estelades’ en partidos organizados por este organismo (…). La reunión ha tenido un marcado carácter técnico y es la primera de una serie de encuentros que nuestra entidad mantendrá con la UEFA (…). El Barcelona entiende que las ‘estelades’ responden a un sentimiento popular muy antiguo y arraigado socialmente, que sobrepasa cualquier posible mensaje político'.

Jornada de reflexión, que no quiere decir que la gente no se exprese libremente. Eso sucedió en el Camp Nou. Ante Las Palmas, el visitante de turno, y tres puntos de obligada suma para el Barcelona tras el duro batacazo sufrido en Vigo hace unos días, la política entró en juego. Aunque se esperaba algo más, pues las esteladas no aparecieron de forma masiva. Como sucede en los últimos tiempos, el grito '¡independencia!' no faltó a su cita cuando se cumplió el minuto 17 y 14 segundos del primer y del segundo tiempo. Pero en esta ocasión con mucha más fuerza que en otros partidos. Casi de manera unánime retumbaron las gradas del Camp Nou, al mismo tiempo que decenas de esteladas volvían aparecer. Eso sí, muchas menos de lo previsto. Hay que recordar que ese momento exacto simboliza el año (1714) en el que Catalunya denuncia que fue sometida al régimen de los Borbones de Felipe V. En aquel lejano año, Barcelona cayó ante el ejército borbónico, al mismo tiempo que se abolían sus instituciones.

Josep Maria Bartomeu
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