Godín, el capitán de los ejércitos del Cholo que se queda por puro amor

La defensa del Atlético de Madrid desde que volviera a Primera División en 2002 dejó mucho que desear durante demasiado tiempo. Era un equipo muy vulnerable al que se le podía hacer gol de cualquier manera. La época del Doblete con Santi y Solozábal había pasado ya a mejor vida. Denia dejó de jugar progresivamente y empezaron a parecer los Coloccini, Hibic, Lequi, Pablo Ibáñez, Perea y compañía. Y ahí donde lo ven, Perea en realidad tuvo sus años buenos. Pero es que luego se juntó con Diego Godín y las carencias del colombiano conjuntas con las virtudes del uruguayo. Godín está camino precisamente de superar a Perea como el extranjero con más partidos en el Atlético, tiene otros cuatro años para hacerlo realidad.

Diego Godín se presentó ante la prensa con una sonrisa incompleta. Era una sonrisa de alguien que siente más alivio que felicidad, realmente. Porque aunque no se haya hablado prácticamente de él durante el verano, hubo momentos en los que estuvo más fuera que dentro del Atlético. "Estoy muy contento y feliz de renovar mi contrato", dijo el charrúa, antes de reconocer que durante el verano se habían producido varias ofertas de otros clubes. "Este verano ha sido un poco movido, es verdad que ha habido alguna oferta. Uno siempre intenta pensar y tomar las decisiones con el corazón, y eso ha hecho que hoy esté aquí por encima de todo", dijo el central.

Si este miércoles Godín estuvo sentado ante los periodistas en la sala de prensa del Cerro del Espino (lugar extraño para este acto, puesto que las grandes renovaciones y actos importantes siempre se trasladan al Palco de Honor del Calderón, más tratándose de un jugador al que se le quiere dar un papel tan destacado en la plantilla) ha sido indiscutiblemente porque Simeone ha querido que así sea. Y a Godín no le costó reconocerlo al decir que "sin duda que el Cholo ha tenido muchísima responsabilidad. Él es el primero que quiere que yo me quede y que sea feliz. Ha intercedido para que pueda quedarme aquí, pero también mis compañeros".

No lo dice por decir. En absoluto. Lo dice porque es muy cierto que los capitanes del equipo le telefonearon durante la gira del Atlético por China para convencerlo de que no se dejara seducir fácilmente por los 5 millones de euros netos que le ofrecía el Manchester City de sueldo anual. En aquel momento, Godín no tenía nada claro seguir en el Atleti y no sólo por el dinero, sino porque Gil Marín no tenía intención no de acercarse a lo que ofrecía el City, sino de sentarse a hablar siquiera. “Que se vaya” vino a decir. Mientras Godín se entrenaba solo en el Cerro, recién incorporado de la triste Copa América de Uruguay, sus compañeros le pedían que se quedase. Al final, ante tanta presión por parte de Simeone, de los capitanes y del propio jugador, el dueño del Atleti acabó cediendo y aceptando incluso la comisión que debía recibir la hermana del jugador.

Con la nueva frontera de su contrato, hasta 2019, Godín llegaría a los 33 años jugando en el Atlético y en total haría la novena temporada como rojiblanco. Visto el carácter del uruguayo, los registros individuales le traerán al paire, pero tiene ante sí una oportunidad de ser el extranjero con más partidos en la historia colchonera y quitarle ese honor a un excompañero suyo, Perea. El colombiano sumó en ocho temporadas 314 encuentros, mientras que Godín todavía está en 213, pero teniendo en cuenta que Godín va a unos 40 y pico partidos por temporada, en estos cuatro años lo superará con creces. Y más aún si después de acabar ese contrato (si es que lo acaba, que ya sabemos que los contratos en el fútbol están para incumplirse) el Atleti le ofrece más tiempo de contrato. "Voy a estar bien, capaz que el club puede renovarme un añito más", dijo al respecto.