El Barcelona contendrá la respiración hasta que Arda y Aleix traigan oxígeno en enero

La problemática del Barça con la sanción FIFA la va a empezar a notar en el momento que se cierre el mercado de fichajes. No poder inscribir ningún fichaje hasta el 1 de enero les va a suponer tener que renunciar a mucho talento durante los primeros cuatro meses de competición, donde no se gana la Liga, pero sí se puede perder, como dicen los que saben. Y eso se une a las bajas que ha tenido que asumir Luis Enrique esta pretemporada. No es cualquier cosa que ya no esté uno de los jugadores más importantes de la historia azulgrana, como Xavi Hernández, ni otro con una relevancia enorme en estos últimos años, como Pedro Rodríguez.

Y por ahora, para ninguno de ellos ha encontrado Luis Enrique un verdadero sustituto, alguien que pueda aportar lo mismo (o lo más parecido posible) a lo que hacían Xavi y Pedro. Y quizás no lo tenga tampoco en enero, porque Arda Turan y Aleix Vidal, los jugadores que se incorporarán en el mercado de invierno, no tienen el corte de ninguno de los dos que se han marchado, pero sí aportarán otras cualidades que ayudarán y mucho al Barça a partir de 2016, precisamente cuando se empiezan a decidir todos los títulos.

Lo que tiene ahora mismo en la plantilla le da para cubrir los huecos, pero con un material de muy bajo coste que puede que deje alguna grieta al aire. Vayamos por partes. En el puesto de Xavi jugará Rakitic, como ya hizo el curso pasado, y funcionó a las mil maravillas como pareja de interiores de Iniesta. El problema surge cuando se tenga que dar descanso a alguno de los dos. Rafinha no ha acabado de dar un paso adelante que le haga pelear por un puesto en el once, Sergi Roberto está lejos de ser una verdadera alternativa, al carecer de mando y jerarquía; y Samper no da el perfil para esa posición.

Xavi entraba al campo en las segundas partes para calmar un partido enloquecido, para terminar de controlar un encuentro encarrilado. Pero en las dos Supercopas, cuando se fueron Iniesta en Tiflis y Rakitic en el Camp Nou (en la vuelta contra el Athletic), el Barça se descosió, perdió el norte y se convirtió en un muñeco de trapo en manos de un niño con ganas de jugar. Por no hablar de la ida en San Mamés, donde no estuvieron ni Iniesta ni Rakitic y el Athletic goleó al Barça. Dicen que quieren para ese rol de anestesista de los partidos a Arda, pero no sabremos si el turco funciona ahí hasta que no lo veamos en el campo, y para eso queda mucho aún.

Y luego está el asunto del reemplazo de Pedro. El año pasado el Barça decidió que se iba a desprender de uno de sus extremos y el elegido entonces fue Alexis Sánchez. Pedro continuó una temporada más aunque tenía ya ganas de marcharse para tener minutos. Ahora, es el canario el que deja su club para marcharse también a Londres, al Chelsea, y esta vez el Barça no tiene a nadie para sustituirle, al menos a ningún fichaje.

Ese puesto de cuarto delantero (por detrás de los Messi, Neymar y Suárez, inamovibles) tendrá que repartirse entre Munir El Haddadi y Sandro Ramírez. Ambos tuvieron un inicio de curso 2014-15 realmente prometedor, pero en el momento en que Suárez cumplió su sanción, su papel en el equipo pasó a ser absolutamente residual y se concentraron en el filial. Este año, con el Barça B en Segunda B, tienen ficha del primer equipo y ninguno se va a marchar cedido, por lo que son, hasta que lleguen Vidal y Turan, los únicos reemplazos naturales de los tres de arriba.

La afición azulgrana no está del todo convencida de que los dos canteranos sean de total confianza. De hecho, cuando se incorporaron contra el Athletic sustituyendo a Rakitic y Pedro, el Camp Nou respondió con un murmullo incómodo, mostrando cierta disconformidad primero con los cambios y segundo, con los elegidos para entrar. Estos primeros meses de competición serán clave tanto para Munir como para Sandro para hacer cambiar de opinión al respetable culé y hacerles ver que los buenos partidos que realizaron el año pasado no fueron un mero espejismo.