Pedro se despide del Camp Nou como suplente y sin demasiado cariño

Gesto serio y tranquilo, así se presentó Pedro en el Camp Nou. El canario fue suplente en el Trofeo Joan Gamper que el Barcelona se llevó tras ganar 3-0 a la Roma. Volvió Messi, que anotó el segundo gol, y también volvieron Neymar, que marcó el primero, y Luis Suárez. Los tres volvieron a formar un tridente imposible de frenar para la mayoría de los rivales. Pero la alegría de estos tres jugadores, poco tuvo que ver a la que sintió Pedro en el que pudo haber sido su último partido en el Camp Nou. La afición lo sabía y, pese a que en la grada faltaban muchos de los socios habituales, no faltaron los cánticos hacia el canario.

“Quiero que Pedro se quede en el Barcelona”, así de rotundo se mostraba Luis Enrique el pasado martes. “Es un jugador de altísimo nivel. Ha demostrado en el club y en la selección sus posibilidades. Yo, como entrenador, quiero que se quede. Por mi parte, no hay ninguna novedad. Las novedades las puede dar él”, explicaba el técnico azulgrana. Y, de momento, novedad ninguna. Aunque su destino parece ser el Manchester United, todavía no se ha anunciado ningún tipo de acuerdo con los 'Red Devils'.

Luis Enrique prefiere tenerlo para la Supercopa de Europa que el Barcelona jugará el próximo martes día 11 ante el Sevilla en Tiflis. Aunque no apunta a titular, una victoria de los azulgrana haría que Pedro se marchara con un título más en su palmarés. La llegada del canario al United parece cuestión de tiempo. Supeditada a la salida de Di María del club británico, el inminente fichaje del jugador argentino por el Paris Saint Germain, en el que sería el segundo fichaje más caro del fútbol francés por 63 millones de euros, acerca a Pedro todavía más al conjunto dirigido por Van Gaal.

Pedro siempre ha considerado el Barcelona su casa, ha vivido grandes momentos en el club azulgrana, pero sabe que tener minutos es cada vez más complicado y hay cada vez más competencia. Cuando terminó la temporada pasada, ya dejó caer en más de una ocasión que no estaba en su mejor momento: “Es obvio que estoy en una situación delicada”, declaró el pasado 7 de julio mientras visitaba el campus que organiza su fundación en Tenerife. El canario se quería marchar, por eso habló con Luis Enrique para que le facilitara la salida del equipo, aunque el asturiano trataba de convencerlo para que se quedara.

La decisión ya está tomada. Pedro se quiere marchar, el United lo quiere y el Joan Gamper ha sido, con toda probabilidad, el último partido del tinerfeño en el Camp Nou. Aunque, eso sí, no fue titular. Corría el minuto 50 cuando salió a calentar, de nuevo, con gesto serio y tímida ovación por parte del público. En el 60, saltó al terreno de juego en un cambió múltiple de ocho jugadores que realizó el técnico asturiano. Los cánticos de 'Pedro, Pedro' llegaron pronto, pero apenas duraron unos segundos. Ese fue todo el cariño que recibió un jugador que ha sido fundamental en los éxitos recientes del Barcelona.

Bien es cierto que el público que acude al Trofeo Joan Gamper no suele ser el que habitualmente llena las gradas del Camp Nou. En su mayoría, son turistas y para los socios es un partido de pago. Por eso, trataron así a Pedro y por eso no hubo opción a que se vieran las esteladas en el primer partido en el feudo azulgrana después de que se conociera la sanción de 30.000 euros al club por lo sucedido en la final de la Champions de Berlín. El público disfrutó, el Barça dejó buena imagen y Pedro dijo adiós. Así fue el guión.