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La crisis de las esteladas en el Barcelona resucita hasta al fantasma de Laporta
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LA CREDIBILIDAD DE BARTOMEU ESTÁ EN JUEGO

La crisis de las esteladas en el Barcelona resucita hasta al fantasma de Laporta

La postura del club de no recurrir la multa de 30.000 euros por la exhibición de esteladas en Berlín ha provocado una crisis de credibilidad en el entorno, y el presidente Bartomeu ha sido cuestionado

Foto: Bartomeu celebrando su victoria en las urnas.
Bartomeu celebrando su victoria en las urnas.

Josep Maria Bartomeu y su Junta del FC Barcelona, elegidos por una mayoría del 54% de los socios hace apenas dos semanas, no han salido bien parados en la primera prueba que han tenido: la de la sanción de la UEFA por la exhibición de esteladas en la final de Berlín. Ya se puede decir que la postura del club de no recurrir la multa de 30.000 euros ha provocado una crisis de credibilidad en el entorno. A las primeras de cambio, Bartomeu ha sido cuestionado y hasta ha resucitado al fantasma de Laporta, que había desaparecido tras perder de manera contundente las elecciones y esfumarse después cuando aún no se habían contabilizado ni siquiera la totalidad de los votos.

El presidente del conjunto barcelonés ha jugado con fuego y ahora le queman los dedos. No querer enfrentarse a la UEFA puede ser una decisión inteligente, podría incluso habérsela presentado a los aficionados culés con argumentos, pero no. Bartomeu decidió ser ambiguo, jugar a dos bandas. “Iremos hasta el final, recurriremos”, afirmó en dos entrevistas, “porque nuestros seguidores tienen derecho a la libertad de expresión”. Apenas unos días después el diario AS adelantó que la entidad azulgrana no recurriría la multa. Lío al canto. Tanto ruido ha provocado la decisión que el club intentó salvar la cara mediante un comunicado el sábado 1 de agosto a media tarde. En él se explicaba que el Barça había obtenido por parte de la UEFA una reunión de trabajo a cambio de no recurrir. Optaron por la vía diplomática, el diálogo y no la confrontación directa. Es un camino, pero no el que Bartomeu había asegurado que iba a emprender.

"No nos rendimos"

Laporta ha aprovechado el río revuelto para asomar la cabeza. Él, que siempre se ha mostrado de manera desinhibida como independentista, apareció el viernes con un vídeo en el que agradecía su apoyo a los socios que le votaron y lo publicó en las redes sociales con el siguiente mensaje: “No nos rendimos, y por muchos motivos, como tener una Junta que acata sanciones por lucir esteladas en Berlín”. Eran las primeras palabras de Laporta desde que desapareció el sábado 18 de julio con el 50% de votos escrutados.

Se avecinan curvas con la cuestión soberanista para Bartomeu, que dos días antes de las elecciones firmó como candidato el documento ‘Compromiso de País’, posando con la camiseta de la senyera y la inscripción ‘Ganaremos 27S’, en apoyo entre otras iniciativas a las acciones a favor del derecho a decidir del pueblo de Catalunya en la ruta hacia la independencia. La estrategia de decir una cosa y luego hacer otra en temas tan sensibles y que atañen a los sentimientos de la masa social culé le ha valido el primer revolcón del mandato y la resurrección de Laporta.

Josep Maria Bartomeu y su Junta del FC Barcelona, elegidos por una mayoría del 54% de los socios hace apenas dos semanas, no han salido bien parados en la primera prueba que han tenido: la de la sanción de la UEFA por la exhibición de esteladas en la final de Berlín. Ya se puede decir que la postura del club de no recurrir la multa de 30.000 euros ha provocado una crisis de credibilidad en el entorno. A las primeras de cambio, Bartomeu ha sido cuestionado y hasta ha resucitado al fantasma de Laporta, que había desaparecido tras perder de manera contundente las elecciones y esfumarse después cuando aún no se habían contabilizado ni siquiera la totalidad de los votos.

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