Un título europeo en juego y un premio en la absoluta para la sub-19 femenina

Cómo ha cambiado el fútbol español. Por estas épocas, las noticias sólo se centraban el los inicios de las preparaciones de todos los equipos profesionales, especialmente los grandes, y durante algunas semanas, también se hacía caso a las brillantes actuaciones de las selecciones inferiores, que nos tiene muy acostumbrados a darnos buenas noticias. Todo eso, de hombres, claro. Pero las mujeres españolas se están encargando de que cada vez suenen más, que el fútbol femenino tenga el hueco que se merece. Este lunes, las sub-19 se juegan el título europeo que no consiguen desde hace once años.

Es el siguiente paso que le queda al fútbol femenino este verano para seguir abriéndose hueco en nuestro país. Hace algo más de mes y medio, la selección absoluta disputaba por primera vez en su historia el Mundial. Fue una experiencia enriquecedora, de esas que ninguna jugadora olvidará jamás, pero el resultado fue mucho peor de lo esperado, lo cual acabó derivando hacia la rebelión de las futbolistas contra Ignacio Quereda, al que le quedan pocos días al frente de la selección después de 27 años de dictadura.

Después de este hito del fútbol femenino, que a pesar de la temprana eliminación no se debe olvidar la importancia de lo conseguido, vino un título. La sub-17 se proclamó campeona de Europa de la mano de Pedro López. Y no lo hizo de cualquier manera. Goleó 5-2 a Suiza en una final espectacular, que venía a culminar un trabajo bien hecho desde hace tiempo en las categorías inferiores. Esta categoría ha sido la que más éxitos ha deparado al fútbol femenino. Tres títulos, dos platas y el bronce de 2013. Es decir, que el fútbol femenino tiene mucho futuro en nuestro país y Ángel María Villar no tiene más remedio que empezar a hacerle caso.

Y buena parte del éxito de esta sub-17 viene generado por la labor que ha desarrollado durante varios años Jorge Vilda, actual seleccionador sub-19. El técnico, muy apreciado dentro del vestuario de la Selección, ha conseguido perpetuar el buen rendimiento de sus equipos en una categoría mayor y ahora opta a un título que le podría garantizar el salto más importante que puede dar: ser seleccionador absoluto.

En la Federación ya se maneja su nombre para relevar al casi sempiterno Quereda.“El fútbol femenino está en progreso y ahora debe demostrar la fertilidad a partir de las semillas que se han ido plantando a lo largo de mucho tiempo”, dicen desde la RFEF, donde ven a Vilda como el mejor para recoger esos frutos en el futuro próximo. Gusta su conocimiento del fútbol femenino, tiene el respeto y la admiración de las jugadoras (de lo que carecía Quereda, por cierto) y su juventud, 34 años, permite plantear un proyecto a largo plazo.

No será fácil que este lunes a las 18:40 en Netanya (Israel), España se proclame de nuevo campeona de Europa sub-19. Suecia es un equipo experto, con una mayor tradición de fútbol femenino y con un título reciente en 2012. Pero "la garra y el pundonor", que están poniendo las chicas, como dice el propio Vilda, permiten mantener la ilusión por un nuevo éxito del fútbol femenino de nuestro país.