Radiografía de Ancelotti: un rockero enamorado de la movida madrileña

Pese a la tentadora oferta que recibió el lunes de un importante club europeo, poco antes de que Florentino Pérez le despidiera oficialmente, Carlo Ancelotti tiene ganas de descansar y, al mismo tiempo, degustar la ciudad en la que vive desde 2013. El italiano está enamorado de la capital de España y sus planes ahora mismo pasan por ver los toros desde la barrera, atiborrándose de fútbol desde su sofá de casa con vistas a la Puerta de Alcalá, y dejando tiempo para hacer turismo por Madrid, alrededores y otros municipios de España. Salvo que alguien le convenza, Carletto será un ciudadano más de Madrid durante el próximo año.

Ya advirtieron a Carlo y Mariann, su mujer canadiense de raíces españolas (sus apellidos son Barrena Gutiérrez), que les iba a gustar vivir Madrid. La pareja, matrimonio desde hace casi un año, se decantó por un piso en el centro de la ciudad para tomar el pulso a sus calles, su gente y la movida que envuelve a la ciudad del equipo que iba a entrenar. Por su absorbente trabajo, Mariann es quien ha aprovechado más el Retiro, aunque ambos son asiduos a las cenas por los restaurantes de la zona como el Viridiana, El Paraguas, el Hotel Wellington… Eso si Carletto no se arrancaba a cocinar, su tacto no sólo es palpable con los jugadores en un vestuario, su entorno dice que realiza “la mejor pasta del mundo”. Se relaja vistiéndose de Chef Ancelotti.

Asiduo de El Día del Fútbol

En los próximos días se irá a la ciudad natal de su mujerdevacaciones -Vancouver,como hace habitualmente- con la diferencia de que esta vez pasará por un quirófano para operarse de unas molestias en su espalda. Nada grave que no le impedirá regresar a Europa a tiempo de dar la bienvenida al que será su primer nieto, el que le ‘concederá’ su hija Katia y su yerno Mino Fulco, un nutricionista que ha formado parte de su staff técnico en Madrid, al igual que su hijo Davide, éste como asistente del preparador físico. Personas de confianza que han dado como resultado un buen ambiente en el vestuario y éxitos deportivos sobre el césped durante 2014, el mejor año en la historia del Real Madrid.

Ancelotti llevaba prácticamente 20 años seguidos sin hacer un parón en su vida. De banquillo en banquillo ha pasado por siete clubes desde que empezó –Reggiana, Parma, Juventus, Milan, Chelsea, PSG y Madrid- levantando tres copas, tres ligas, tres Champions y dos Mundiales de Clubes, entre otros logros. Este curso que viene se deleitará con su actividad favorita a través de su enorme televisión. Es un tifossi del fútbol y devorará partidos y partidos, también el programa El Día del Fútbol, el que le parece que mejor desgrana y analiza cada jornada; al igual que leerá la prensa deportiva, a la que sigue y para nada la considera como un enemigo, sino un compañero de viaje más que respeta, comprende y entiende que forma parte de su profesión.

Alquilar un palco en el Bernabéu

Quizás acuda también a algún partido en directo al Bernabéu, donde baraja la posibilidad de alquilar un palco para la siguiente temporada, no sólo para que él disfrute, también la familia de su esposa, de Sigüenza. A lo mejor, en ese caso, hasta se hiciera socio del Real Madrid… De momento, no lo es y tiene otras prioridades.

Valora la gastronomía española -sin olvidar su pasta italiana-, los museos de Madrid y las bondades tanto culturales como turísticas que existen alrededor de la capital de España, así como de nuestro país. En su cabeza está la de hacer escapadas con cierta frecuencia para alimentar su curiosidad y conocimiento sobre la historia e idiosincrasia de la piel de toro. Habrá que ver si Audi, patrocinador del Real Madrid, le sigue prestando el A8 que conduce en la actualidad.

Tocar la batería, un sueño incumplido

El 10 de junio este viejo rockero cumplirá 56 años, viejo rockero no por la edad, sino porque es un amante de dicho estilo musical. Quién sabe si se anime a cumplir uno de sus deseos frustrados en esta etapa temporal: aprender a tocar la batería. Podría sacar un hueco al igual que para ver más encuentros de tenis o baloncesto, sus otros deportes favoritos.

“Carlo es serio, honesto, tranquilo. No se inmuta, es firme en sus decisiones y flexible en sus pensamientos. Es callado, sincero y dúctil”, según la descripción que daba a El Mundo su suegro cuando fichó por el Real Madrid. Un ciudadano que siente (y tiene) el respeto de sus vecinos, de los que han sido sus aficionados y hasta de los hinchas que se habían convertido en rivales. Un perfil con filón comercial que, salvo que alguna tentadora oferta lo desbarate, se convertirá desde ya en un madrileño más que sentirá su ciudad, y su barrio de Salamanca.